Capítulo 13

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Castigada sólo por amar

Emma

Estaba con mis amigas tomando helados, todo iba de lo más normal o eso pensé.

- Pero miren chicas quién es.

- ¿Qué quieres Sarah? - Se amargó Vale.

- A ti no te estoy hablando. ¿Ya contaste cuántos tiempo te queda? - Me dijo.

- Déjame en paz Sarah. En cualquier momento me voy a morir y así ya no podrás molestarme.

- Eso espero.

- Eres de lo peor - Le dijo Ana.

- Gracias.

- Emma, ¿es verdad que tienes novio? - Habló Giovanna, la amiga de Sarah.

- ¿Quién te lo dijo?

- Todos los de la escuela lo saben.

- Y ten por seguro que tu noviecito no te va a durar por mucho tiempo.

- Se supone que tienes novio - Dijo Belén.

- Tenía.

- Sarah, vete.

- No es necesario que me lo digas, igual ya me estaba yendo. Nos vemos.

Al minuto en que se fueron, empecé a llorar. Yo nunca le había hecho algo malo a Sarah, en realidad solíamos ser amigas, pero nuestra amistad no duró mucho.

Flashback

- Sarah, si llegamos tarde a clases es por tu culpa.

- Tranquila. No va a pasar nada malo.

Llegamos a clases al toque del timbre, para nuestra suerte el profesor aún no había llegado.

- Ves, llegamos a tiempo y el profe no está.

- Ya silencio que ya llegó.

La escuela estuvo muy aburrida solo por el hecho de que hoy pasamos mate a primera hora, no odio matemática pero no es mi materia favorita.

Sarah y yo nos fuimos al trabajo de nuestros padres. Íbamos de lo mas felices hasta que en la oficina de nuestros padres escuchamos un gran griterio; nos miramos entre si y decidimos entrar.

- ¿Por qué gritan? - Pregunté.

- Lo que pasa es que sus queridos padres hicieron que perdiéramos un trato muy importante - Habló el jefe.

- ¿Y qué va a hacer ahora? - Preguntó Sarah.

- Tengo que despedir a uno de ellos.

- Pero un error así lo comete cualquiera.

- Pero ese tipo de error no lo acepto en este trabajo. Así que, quién se va.

- Yo me voy - Habló mi papá.

- No, mejor me voy yo - Dijo Rafael, el papá de Sarah.

- Entonces, ¿quién se va?

- Yo - Siguió el señor Rafael.

- No papá, no puedes hacer eso.

- Ya tomé la decisión.

Sarah salió del edificio muy enojada, así que decidí seguirla para hacer que se calme.

- Espera, Sarah espera - La agarré del brazo.

- Déjame en paz - Dijo en un tono que a nadie le habría gustado.

Pase lo que pase, siempre estaré contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora