Capítulo 22

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Argentina cerro la puerta de su habitación, dejo su bolso a un lado de la cama y se tiro encima de esta, pensando en lo idiota que se sentía al haber sido manipulado tan fácilmente por alguien como Rusia… habia sido muy fácil manipular su débil conciencia, ¿Ahora como iba a decirle que no? ya habia aceptado… y le daba bastante pena decirle ahora que "No"
 
 
Si Francia se enteraba, lo iba a matar…
 
 
Le habia dicho claramente "ALEJATE DE EL" y gritandole innecesariamente fuerte para intentar metérselo en la cabeza como sea lugar.
 
 
¿Qué iba a pasar si se enteraba?
 
 
Lo iba a desheredar…
 
 
Le habia dado una ultima oportunidad después de haberse escapado de la casa… y apenas, muy apenas lo habia "perdonado" y aun así, la confianza que Francia le tenia era muy nula.
 
 
Así nunca iba a poder acostarse con el.
 
 
Argentina saco su celular dispuesto a llamar a Einar.
 
 
-… Vamos Einar, responde… -dijo Argentina con el teléfono junto a su oreja.
 
 
-¿Hola?
 
 
-Hola Einar, soy yo…
 
 
-¿Argentina?
 
 
-Si.
 
 
-Hola Argentina, ¿Que sucede?
 
 
-Mm… Einar… ¿tenes un rato libre?
 
 
-¿Un rato libre…? ah… Argentina, ahora mismo estoy lavando la ropa de mi abuelo…
 
 
-Oh… entiendo…
 
 
-Pero ya estoy por terminar, me falta muy poco. Si queres, podemos ir a vernos en la torre Eiffel, podes esperarme ahí y yo en un rato voy y comemos algo juntos ¿si?
 
 
-¡Ahh, la torre Eiffel!, ¡yo ni pase por ahí!, ¡ni se me habia ocurrido!
 
 
-¿Te gustaría?
 
 
-¡Siii!
 
 
-Ok, espérame afuera y yo en un rato más voy. Voy a intentar lavar toda la ropa de mi abuelo y voy a preparar unos sandwiches antes de ir ¿si?
 
 
-Si, si, dale, no te preocupes.
 
 
 
-Bueno Argentina, hasta entonces, chau
 
 
-chau.
 
 
Argentina colgó el teléfono y lo dejo al lado suyo… Le habia gustado la idea de visitar la torre Eiffel, no se le habia ocurrido en ningún momento desde que llego a París. Se puso de pie tomo su bolso de bandolera para poder organizar sus cosas para el encuentro, decidió llevar algo de dinero, su teléfono, cargador, auriculares, una cámara de fotos por si acaso… y un cuaderno y un lápiz por si acaso, ya que si no, seguro se aburría de esperar a que el Italiano llegara.
 
 
Se puso una bufanda violeta que le regalo su mama y salió de la habitación, dispuesto a ir a la torre Eiffel para esperar a su amigo italiano, en realidad no necesitaba ese mapa de turista, ya que esta se podía ver desde la casa de Francia. Llego frente a la puerta de la mansión y tomo el pomo de la puerta dispuesto a irse.
 
 
 
-Argentina… -dijo Francia, asomándose desde la cocina -¿a donde vás?
 
 
 
-Ah, tío… voy a… la torre eiffel.
 
 
-¿Vas a la torre Eiffel?
 
 
-Si… quede con un amigo ahí.
 
 
-¿Un amigo?
 
 
-Si…
 
 
-Ah, ya veo… ¿Tu amiguito habla español?
 
 
-Si, es un chico Italiano que tiene una madre argentina y que esta acá para quedarse en la casa de su abuelo para poder cuidarlo, y no se donde estudia, pero estudia también. Es un compañero de trabajo en… el restaurante.
 
 
-¿Cuantos años tiene?
 
 
-24.
 
 
-ya veo… ¿Es buen chico?
 
 
-Si, mucho.
 
 
-… ¿Es lindo?
 
 
-… Si…
 
 
-¿Es tu novio?
 
 
-… No…
 
 
- ¿Te gusta?
 
 
-No…
 
 
-Ah, ya veo… no vayan… a esconderse en secreto ¿ok?
 
 
-¡Tío! -dijo entre molesto y sonrojado.
 
 
-Esta mal hacerlo en lugares públicos, si van a hacerlo, háganlo en la casa de alguno de los dos.
 
 
-¡Tío, ya te dije que no es mi novio!
 
 
-Si, claro… bueno, cariño, diviértete… usen protección -dijo Francia volviendo a la cocina.
 
 
-¡Hey!, ¡te dije que…! oh, me cago en tus muertos -susurro -chau…
 
 
Argentina abrió la puerta y simplemente se fue al punto de encuentro.
 
 
 
Ahora que lo pensaba… el ya se habia acostado con algunas compañeras en cuando iba al colegio, y no solo con compañeras, también algunos compañeros… Así que… ¿por qué no podría? Einar estaba muy "bueno" y no perdería nada con intentarlo… aun así, no era nada de Francia más que su sobrino, así que no le estaría siendo infiel.
 
 
Aparte de que fue el mismo quién le incentivo esa idea.
 
 
Aunque tal vez no… Einar era un muy buen amigo y no quería echarlo a perder por un deseo carnal innecesario… o tal solo amigos con derecho como llego a serlo con un Uk.
 
 
 
Intento dejar de lado esos pensamientos y se sentó en una banca que estaban fuera de la torre Eiffel, esperando pacientemente a que el Italiano llegara.
 
 
Mientras espera, pudo ver a lo lejos unos mimos… lo que le dio algo de vergüenza.

Tío (Francia x Argentina) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora