Capítulo 50

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Pasado poco menos de diez minutos, la casa ya estaba vacía, despejada y en un silencio absoluto, exceptuando por el llanto descontrolado de la pobre ucraniana que no podía dejar de llorar tormentosamente. Era desgarrador verla así, sufriendo con el tipo de llanto que no te permite ni respirar, sobreviviendo de bocanadas abruptas de aire, y ahogándose en sus propias lágrimas y mocos.

Finlandia, Irlanda, Holanda y Argentina también estaban llorando de forma destructiva y desamparada.

Argentina lloraba en el pecho de Einar, quien sabía poco y nada sobre lo que había pasado, aunque se hacía una pequeña idea. Se había perdido anteriormente en la fiesta buscando a su amigo, y cuando se lo encontró estaba así, destrozado, y nadie quiso explicarle el porqué, aunque sentía que era mejor no preguntar.

Finlandia e Irlanda trataban de consolar a Ucrania, abrazándola y arropándola en sus cuerpos para que pudiera ahogar su llanto, aunque ella casi no mostraba señales de respuesta a sus acciones.

-Argentina... ¿Querés que te traiga un vaso con agua? -pregunto Einar agachando la cabeza para ver a su amigo.

-Mm... Mmjh... -Argentina asintió con la cabeza.

-Está bien...

Einar le dio un beso en la frente y suavemente se separó de el para levantarse del suelo.

-... Yo también voy... -declaro la holandesa levantándose del suelo también.

-Oh, mejor, así se dónde está la cocina.

Einar siguió a la holandesa hasta la cocina, y ambos regresaron con agua para sus amigos. Einar le dio a Argentina un vaso con agua fresca que recibió con mucho gusto, y Holanda traía una bandeja de vasos de agua fresca para sus tres amigos países que se estaban deshidratando mucho.

-Gracias, Netherland... -agradeció Finlandia tomando su vaso con agua.

-De nada...

Cuando todos pudieron beber algunos sorbos de agua para recuperar el líquido perdido, casi todos dejaron sus vasos secos y exhalaron de la momentánea satisfacción, y recuperaron suficiente aliento para poder hablar.

-Gracias... Uff... -comento Finlandia colocando su vaso en el suelo... -Ucrania... ¿Quieres que le avisé a Rusia?

-...

Ucrania no respondió verbalmente, solo asintió rápidamente con la cabeza y no dio respuesta alguna más que esa.

-Okay... Ya regreso -respondió despegándose difícilmente del suelo.

Con pocas ganas, el finlandés se movió hasta las escaleras para subir e ir a buscar al mastodonte ruso y encontrar las palabras correctas para explicarle la horrible situación.

-... Argentina... -susurro Einar para procurar que los demás no lo escucharan - Tu amiga holandesa ya me explico lo que pasó.

-...

-Lo lamento mucho... Perdón por dudar de vos antes, y querer mandarte al psicólogo... Pero, creo que no estaría mal que veas uno por un tiempo, ¿No?

-... Mm... Si... Tenés razón... Debería... Y creo que no soy el único... -comento refiriéndose obviamente a sus amigos igual de destrozados que el... Y a alguien más, que, aunque no estaba presente, él sabía de todos los problemas de los que se escondía y no quería enfrentar. Pero no era momento de pensar en eso.

-... ¿Querés que te lleve a casa? Tal vez... Este fue un largo día, y tal vez necesites descansar... ¿O preferís quedarte un rato más de luto con tus amigos?

Tío (Francia x Argentina) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora