Capítulo 2

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Argentina retrocedió por el camino por el que su tío lo habia guiado hasta su habitación, necesitaba encontrarlo para poder hablar con el, o al menos intentarlo. Bajo las escaleras con cuidado, no tenia prisa, no iba a perder nada yendo tranquilo.

Bajo las escaleras y se aproximo hacia aquella casa con timidez mientras buscaba a su tío con la mirada, se sentía algo raro en una casa ajena, y aun no se acostumbraba al olor a ajeno. Escucho el sonido de una botella de cristal reposándose sobre una plataforma cerámica, su mirada se dirigió hacia aquel sonido y pudo distinguir a su tío en la cocina, se habia servido una copa de vino, se le veía bastante tranquilo.

El argentino volvió a sentir la inseguridad dentro de su pecho, pero aun así, decidió alejar esos pensamientos de su mente. Tomo aire y se acerco lentamente hacia el mayor... cada paso que daba, le hacia sentir cada vez mas nervios.

Finalmente logro ubicarse detrás suyo, al parecer el mayor no se habia dado cuenta de su presencia.

-Tío -dijo desde el fondo de su garganta en un tono agudo y algo alto, no noto que sus labios estaban temblorosos.

El francés volteo para ver a su sobrino.

-...... -El argentino se quedo tieso de nuevo.

-¿Qué? -La voz ronca del mayor le hizo estremecer.

-Mmm... quiero trabajar -dijo rápidamente.

-¿Qué?

-Quiero trabajar...

-¿Trabajar?

-Si...

-¿Para qué?

-Eh... -Argentina bajo mas la vista tomándose de sus dedos -... quiero trabajar para... pagar yo mismo mis estudios...

-...

-Mm.... -Argie cerro los ojos y los presiono sintiendo sus mejillas arder.

-No vas a poder pagar un año de estudio haciendo trabajos informales -dijo el francés tranquilamente mientras le daba otro sorbo a su copa de vino.

-Lo se, pero no quiero molestarte...

-No te preocupes, estoy bien.

-Pero...

-Argentina, tú no hablas francés para poder trabajar aquí.

El joven argentino levanto su cabeza de golpe, abrió la boca para intentar responder con una excusa rápida.

-¡Ya lo se!, pero voy a tener que hacerlo en algún momento, y... Mm... -el argentino hizo una pausa algo larga, su menta habia quedado en blanco.

-Cariño... -dijo el francés poniendo su mano encima del hombro del argentino e inclinándose un poco más hacia el

El argentino tomo aire rápidamente quedando tiesos sus pulmones y sus dientes juntos quedaron intactos... su corazón empezó a latir debido a ese acercamiento repentino.

-Mira, dulzura... no te preocupes por mi, estoy bien... el dinero no se desperdicia en la familia.

-...

El argentino se quedo pensando... ¿le había dicho dulzura...?

-Así que no te preocupes -dijo el francés enderezándose y volviendo a su copa de vino a sus labios.

-Ah... pero... Tío, yo... Mm... ya se que no voy a poder devolvértelo con trabajos informales, pero... al menos déjame trabajar para cuando llegue el momento, pueda devolvértelo, aunque sea tarde...

Tío (Francia x Argentina) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora