Capítulo 45 (+18)

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El taxi se detuvo delante de la mansión del mayor en el auto, y el más joven solo quería bajarse rápidamente sin molestarse en esperar a los dos mayores, no tenia porque hacerlo al fin y al cabo.

-Tío, ¿me das las llaves?

-Un momento, cielo... -respondió contando el dinero que le debía al conductor.

-Solo pásame la llave.

-Espera un momento... no vas a poder abrir la reja estando borracho.

-... Igual, dame la llave.

-Hash -metió su mano en el bolsillo interno de su ropa para sacar las llaves y entregárselas a Argentina para que no hiciera más barullo en el auto de un taxista.

-Gracias -respondió tomándolas rápidamente y bajándose del auto sin perder un solo segundo de su tiempo.

Sin molestarse en esperar a su tío y a su "tía" solo intento no perder el tiempo con esa inmunda reja y abrirla lo más rápido que pudo, pero una vez más su incompetencia le jugo en contra. Si debía estar tres minutos como mínimo para abrirla, claramente borracho iba a tardar como catorce, y para ese entonces, Francia y Monika ya habían bajado del auto. Harto, decidió pasarse la reja por donde no le daba el sol y intento pasar por entre medio de los barrotes que estaban un poco abiertos, le costo un poco pasar la cabeza, pero pudo hacerlo, por suerte, también logro apenas pasar su cuerpo y su culo gordo, pero decidió nunca más volver a intentar eso porque su cuerpo le quedo doliendo mucho.

Mientras colocaba la llave en la cerradura de la casa, escucho como Francia y Monika ya habían bajado del auto, pero no había nada que le importara menos, solo entro y cerro la puerta como si nada. Dejo la llave en la pequeña mesa y subió las escaleras, siendo su principal objetivo llegar, tumbarse en su cama y dormir como si se hubiera muerto y no despertarse hasta su próxima reencarnación.

Se encerró en su cuarto, dando un fuerte suspiro de alivio al estar finalmente en su habitación. Su espalda se deslizo por el largo de la puerta hasta quedar sentado en el suelo para poder quitarse las zapatillas. Escucho desde el pasillo los pasos de esos dos individuos subir las escaleras hasta pasar delante de su puerta hasta la otra habitación. Continuaban hablando y soltando risas bobas, el ya se preguntaba que era lo que les hacia tanta gracia, o que era lo que se habían metido esta vez en el cuerpo, pero intento no prestarles atención.

Arrojo sus zapatillas lejos de el y se levanto del suelo para ir a buscar los pantalones negros de algodón y la pequeña musculosa suelta que usaba para dormir, intentando apresurarse para acostarse y ponerse los audífonos. El ya sabia que Francia Otra vez se iba a poner a hacer ruido que el no quería escuchar, le molestaba muchísimo, aunque intentaba no culparle.

Dejo su ropa a casual al lado de su cama y se recostó en ella, cubriéndose con las sabanas...

Le dolió un poco empezar a escuchar otra vez como aquel ruido entraba en sus primeras etapas de volverse cada vez más fuerte. Suspiro y le subió el volumen a la música, deseando no escuchar nada, solo se dedico a intentar distraerse, observando la luz de la luna iluminando las paredes de su habitación.

...

La mujer de cabellos dorados oscuros estaba sentada encima del regazo del francés mientras lo tomaba ferozmente de su saco para atraerlo a su boca, besándole de la misma forma deseosa. Francia solo se dedicaba a sostenerla de la cintura para evitar que cayera, tenia el alrededor de su boca un poco manchada de labial rojizo.

Se separaron un momento por falta de aire, pero se dieron un ultimo beso pequeño al hacerlo. Fue entonces que la rubia oscura desvió sus labios hasta llevarlos hasta su cuello, repartiéndole besos provocativos mientras acariciaba el largo de su cuerpo con sus manos, buscando excitarle más. Francia había bebido mucho para estar muy atento a la realidad que lo rodeaba, pero estaba muy excitado por alguna razón que desconocía, pero no era algo que sospechara o le importara.

Tío (Francia x Argentina) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora