Capítulo 49

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Mientras Einar trataba de distraerse con su teléfono, trataba de disminuir su preocupación por su amigo argentino, que hace varias horas estaba echado en el sillón mirando al techo sin decir absolutamente nada, solo al menos tres palabras si le hablaban antes, pero si no, no había caso. Sabía que a Argentina le habían afectado mucho las palabras de sus supuestos "amigos" forzándolo a contar sus cosas, y dando sus opiniones en forma más de represalia más que comprensión.

Sabía que él le había agarrado mucho cariño a sus cinco amigos europeos, que lo recibieron con los brazos abiertos apenas llegó a París, y todavía estaba procesando sus palabras hirientes en su mente. Seguro también temía haber perdido su amistad, aunque en el fondo también dudaba si quería seguir con la misma.

Einar irrumpió el silencio con un suspiro, ya aburrido de esperar que Argentina se sacará ya el tema de la cabeza. Había pasado un día, aunque sabia que tal vez necesitaria más tiempo.

Einar Odiaba a su hermana, según él, ella era una niñita caprichosa, infantil, malvada, malcriada, venenosa, tóxica, manipuladora, sobre mimada por sus "imbéciles padres" y simplemente una horrible persona, y casi no le importaba lo que era la fraternidad. Pero con Argentina era distinto, solo con el sentía lo que era la fraternidad, le importaba más que su hermana y toda su familia junta. Para él era como su hermano menor.

-Argentina... -le hablo Einar al albiceleste para hacer Otro intento de entablar una conversación con él, un poco cansado de intentarlo una y otra vez.

- ¿Mm...? -Respondió Argentina, sin quitar su brazo de encima de su frente.

- ¿Sigues pensando en lo que te dijeron tus amiguitos europeos?

-... Todavía me duele un poco... -admitió abiertamente, sin intención alguna de ocultarlo.

-Ay, Argentina... Que no te afecte lo que te digan esos boludos, que se vayan a la mierda.

-Einar... no lo entendes...

- ¿Qué no entiendo?

-Ellos me recibieron con los brazos abiertos desde que llegué acá... Me ayudaron mucho con las traducciones con los profesores y con mis tareas, me ayudaron con muchas cosas...

-Mm...

-Ahora no sé qué hacer... Ellos todavía me importan... Y todavía me resuenan sus palabras en bucle...

-Te forzaron a contarles tus problemas, y después te reprendieron, ¿Qué clases de amigos hacen eso? Ellos, probablemente.

-Ya lo sé... Aún no lo entiendo... Pero... Seguro no querían lastimarme.

-Pues no les salió a esos cara de sapo multicolores.

-Einar... -Argentina gruño tratando de levantar la voz para reprenderlo, ya que era normal que los países sufrieran discriminación por su color de piel, y las palabras referentes a su color de piel era considerado ofensivo o despectivo.

-Perdón, perdón...

-Mm...

-... Argentina... –Suspiro otra vez y desvío la atención de su teléfono para enfocar su atención en el - ¿Pensás quedarte tumbado en el sillón así todo el día?

-Paso ayer, Einar...

-Sí, Pero, ¿No vas a tratar de pasar la página?

-Todavía tengo que procesarlo...

-... Te entiendo, Arg, Pero... ¿No querés que hagamos algo? ¿Qué hagamos algo de comer y veamos una película o serie? Todavía es fin de semana, y tenemos que aprovecharlo.

Tío (Francia x Argentina) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora