Capítulo 43

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8:46 P.M.

Argentina abrió la puerta de su cuarto y salió felizmente de la habitación, ansioso por llegar a la casa de Bielorrusia para poder volverse loco, y tal vez pasar el rato con su amiga con derecho, o ir con Uk que el también lo era al fin y al cabo.

-¡Tío!, ¡Ya termine la tarea, ya me voy, vuelvo más rato o mañana! -grito mientras bajaba las escaleras.

Argentina espero la respuesta del francés, como un "Esta bien, cielo" o un "Si, cariño" pero no escucho nada en absoluto. No le dio respuesta.

-... ¿Tío? ¿Estas? -pregunto bajando las escaleras y recorriendo los alrededores para encontrarlo.

Por un momento creyó que Francia se había ido a alguna parte o que estaba afuera fumando, pero comprobó que no al ver al francés con la cara aplastada contra la mesa, con su cabello largo todo desordenado ocultando el alrededor de su rostro. Estaba acompañado de tres botellas vacías y una que estaba por terminarse, también tenia al lado un cenicero que parecía un jardín de colillas de cigarro.

-¡Tío! -exclamo preocupado, sin perder un solo segundo en acercarse.

Argentina intento sacudirlo para que recuperara la conciencia, pero Francia estaba tan inmóvil que por un momento creyó que estaba muerto, lo que le alarmo un poco. Lo sacudió de una manera más intensa mientras lo llamaba repetidas veces para que recuperara la conciencia.

-Tío... ¿Estas bien...? Tío, me estas asustando, ¡despertate!

-.......

-¿Tío...?

-Mm....

Argentina se agacho a su nivel para poder verle a la cara, pero parecía que le costaba reaccionar y recomponerse. Con cuidado, lo tomo de sus cabellos rojos y azules para poder levantarle la cabeza, lo suficiente para revelar que tenia la cara horrible.

-Tío... -dijo sacudiéndole un poco la cabeza mientras aún le sujetaba de los pelos.

-¿Mm...?

Francia empezó a abrir un poco los ojos, pero con dificultad porque parecía que por un momento se habia encandilado con la luz del comedor y le molesto recibir una brillante luz dándole directamente en los ojos. Parpadeo un par de veces y entrecerró los ojos con el ceño fruncido y miro a Argentina, quién se veía verdaderamente preocupado por su estado físico.

-Tío... ¿Te bajaste cuatro botellas vos solo...?

-... Si, tonto ¿no ves?

-Hey, ¿Qué te pasa? -exclamo algo molesto por ese insulto tan gratuito.

-Déjame... no tengo ganas de ver a nad...

-¡Boludo, mira la cara horrible que tenes!, ¡dios tu boca huele a vino pero mal!

-...

-¿Qué es esto de acá? -dijo tomando el cenicero y mostrándole la cantidad tan prominente de colillas de cigarro -¿¡Cuantas cajitas te bajaste!? ¿¡vos sos boludo!? ¡Mírate los dientes, boludo, están amarillos, los tenes podridos ya! ¡Y después te quejas de que yo debería ser un adulto responsable, la re concha de tu madre!

-¡Cállate, sacrebleu!... no quiero aguantar tu maldita voz chillona y aguda molestand...

-¡Vos te vas a bancar mi puta voz chillona y aguda! -dijo volviéndole a poner su cara estampada contra la mesa, como la tenia momentos antes y lo soltó. 

-¡Au!

-¡Viejo pelotudo!, ¿¡Te tengo que cagar a pedo a vos también!? ¡anteriormente te la pasabas jodiendo con que soy un inmaduro e irresponsable!, ¿¡y vos, la concha de tu madre!? ¡ahora estas acá, tirado como un indigente borracho oliendo a mierda!

Tío (Francia x Argentina) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora