Un encuentro memorable.

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RESPLANDOR CAPITULO III

¡Kagome! ¡Kagome despierta!- escuchaba una voz proveniente de su mejor amiga.

Sango: Debemos ir por nuestras cosas al aeropuerto, nos quedamos dormidas. - le dijo bostezando.

Kagome: Si vamos - respondió aun con los ojos cerrados.

Al salir del edificio Sango tropezó con la raíz de aquel enorme árbol, inmediatamente intento ponerse de pie, pero se había lastimado el tobillo y dolía mucho, acto seguido una voz masculina se acercaba.

Miroku: Señorita está usted bien- dijo dirigiéndose a Sango.- le ayudo a levantarse.

Sango: Muchas gracias joven, pero no es necesario. -dijo excusándose, y al intentar ponerse de pie, se tambaleó por el dolor y por inercia se volvió a dejar caer de espaldas, cuando los fuertes brazos del joven la sostuvieron a pocos centímetros del suelo.

Kagome: Sango creó que no sería mala idea que te ayude.- le comentó consternada.

Sango: Esta bien, pero... ¡El equipaje!, debemos ir por el - le dijo un poco alterada.

Kagome: No te preocupes Sango, tú descansa, mañana tenemos clases a primera hora, yo iré por él. No será difícil traerlo en taxi.

Miroku: Señorita, mi mejor amigo también ira al aeropuerto a recoger un paquete, le parece si van juntos y se hacen compañía, además dice que es mucho su equipaje, será de gran ayuda para usted.- comento guiñándole un ojo, con la intención de que su amigo se animará a conquistar a una nueva chica, para que así pudiera olvidar a su antiguo amor.

Kagome inmediatamente captó el mensaje subliminal que acababa de recibir y se negó con la cabeza.

Kagome: Gracias Joven, pero no es necesario, le agradezco sus intenciones, por cierto soy Kagome Higurashi un gusto conocerle.- le dijo extendiendo su mano.

Miroku: Señoritas el placer es todo mío- dijo respondiéndole el saludo a Kagome y llevando su mano hasta sus labios para besarla y diciendo - soy Miroku Houshi.

Sango: Yo soy Sango Taijiya - le dijo mirándole- y Miroku al tenerla tomada de la cintura acerco su rostro al suyo para besarle la mejilla, a lo que Sango reacciono con un sonrojo.

Kagome: Bueno Miroku le agradecería que le acompañe a mi amiga a nuestro cuarto mientras yo voy por el equipaje diciendo eso se dio media vuelta, para evitar que llamara a su amigo necesitado de cariño y se alejó.

Al llegar al aeropuerto, se dio cuenta que ya estaba obscureciendo y decidió apresurarse, afortunadamente su equipaje ya estaba listo para ser entregado, salió del aeropuerto cargando dos pesadas maletas enormes y hundida en sus pensamientos camino hasta llegar a una calle obscura.

Kagome: Que distraída soy debí tomar un taxi en el aeropuerto.- siguió caminando cuando de repente un hombre con el rostro cubierto la empujo haciendo que perdiera el equilibrio y cayó al suelo.- ¡Que es lo que quiere! - le grito al hombre.

Hombre: Dame esa joya que traes contigo- le dijo tomándole por el cuello, cuando de repente escucho la voz de otro hombre gritándole.

Hombre 2: ¡Suéltala infeliz! -soltó el sobre que traía en sus manos, lo tomo por el cuello y con una fuerza descomunal lo aventó a tres metros de distancia - ¡lárgate si no quieres que te mate!- le gritó.

Al verlo Kagome se quedó muda de la impresión, parecía una estatua observándole hipnotizada, esos ojos, esos ojos como los del demonio de la historia que su padre le contaba, ella siempre se imaginó conocer al hombre de ojos dorados que la amaría con locura y pasión.

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