Conociendo.

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RESPLANDOR CAPITULO VI

Al fin la noche llegó, la hora de la fiesta de bienvenida de la Facultad Shikon.

Kagome lucía una blusa negra de manga larga entallada que destacaba su figura y una mini falda circular rosa con flores de color pastel, unas lindas zapatillas de tacón bajo color negras a juego con una pequeña cartera con cadena. Sango por su parte lucía un pantalón negro entallado a su cuerpo, una blusa de manga corta color blanca y unas zapatillas de tacón alto coló rojo a juego con una pequeña cartera. Sus atuendos eran sencillos, pero destacaban por la belleza de las dos jóvenes.

Por su parte en el cuarto de enfrente un chico peinaba sus largos cabellos plateados en una coleta lo que lo hacía lucir un poco formal, vestía un pantalón negro recto que se amoldaba a sus piernas y una camisa blanca abierta por los tres primeros botones de manga tres cuartos y un saco negro, por su parte Miroku portaba una camisa azul, con un pantalón negro y un saco lucia como todo un galán.

Tanto ellos como ellas salieron casi al mismo tiempo de sus respectivos edificios y sin pensarlo se encontraron frente a frente.

Miroku: ¡Bendita la cuna en donde durmieron preciosas! Dijo amablemente.

Kagome: Muchas gracias Miroku, tu siempre tan amable.

InuYasha observaba a Kagome de reojo, y pensaba en cómo se veía, ya que hasta en sus propios pensamientos, no aceptaba lo que ella le transmitía y lo relacionaba con los recuerdos que le traía de la mujer de la que aún estaba enamorado. Porque si de algo estaba completamente seguro, era del amor que aun sentía por Kikyo.

Miroku: Señorita Sango, ¿Me permitiría acompañarla esta noche?- le dijo extendiendo su brazo

Sango: ¡Claro!- respondió sonrojada, acto seguido tomo el brazo del joven.

Kagome e InuYasha solo caminaban incomodos atrás de sus amigos, hasta que llegaron al salón principal de la facultad, que estaba adornada con cientos de globos, había alrededor de doscientas mesas acomodadas de tal forma que el centro del salón quedara libre para bailar. Al ingresar les entregaron a cada chico con su respectiva pareja una especie de boleto que debían conservar.

Sango y Miroku no desaprovecharon el tiempo y bailaron hasta que el organizador de la gran fiesta, un alumno de último grado dirigió unas palabras a los alumnos.

Organizador: Buenas noches chicos, el día de hoy es un día muy especial para todos, ya que una nueva generación ha llegado a la Facultad Shikon una de las más prestigiadas del país. Y bueno como todos ya nos queremos divertir, es hora de anunciar la sorpresa de la noche. A cada chico se le entrego un boleto, este boleto es para un sorteó, que consiste en una cena para dos en el lago de la facultad, cabe señalar que el boleto es personal es decir; al momento de la entrega se ha registrado su nombre y no podrán cederlo a otra persona y bueno comenzaremos con el sorteo. Y el ganador es el número 993.

InuYasha no prestaba atención a lo que el chico decía, a decir verdad se sentía muy incómodo de estar ahí.

Miroku: Que mala suerte Sango, me hubiese gustado que nos ganáramos la cena.

Sango: No te preocupes Miroku, que te parece si un día de estos me invitas a cenar - dijo un poco apenada.- por cierto InuYasha, ¿Ya viste el número de tu boleto?

La verdad es que el no sabía de qué se trataba el supuesto premio, así que solo se limitó a mostrarlo. Al ver esto Sango y Miroku se les iluminaron los ojos.

Miroku: InuYasha que esperas, tus eres el ganador.- InuYasha se quedó en blanco cuando escucho al organizador llamarlo.

Organizador: Solicitamos las presciencia de joven InuYasha Taisho y su bella acompañante la señorita Kagome Higurashi.

Kagome se quedó paralizada en cuanto escucho su nombre, la verdad es que no se imaginaba una cena romántica a la luz de la luna teniendo como fondo un hermoso lago que se perdía en el bosque. Y mucho menos acompañada de aquel hombre que la detestaba.

Sin darse tiempo de escapar Miroku tomo a InuYasha por el brazo y les señalaba a los organizadores que ahí estaba el ganador. Acto seguido fue guiado junto con Kagome a un kiosko en las cuales había un par de sillas y una mesa con velas, arreglada elegantemente para la ocasión, y una espectacular vista al lago que le daba un toque románticamente mágico.

El silencio era muy incómodo para ambos, así que Kagome decidió romper el hielo.

Kagome: Sabes, me sorprendió mucho ver lo bueno que eres en kendo. - dijo mirándolo a los ojos.

InuYasha: Hay muchas cosas que no sabes de mí. - dijo molesto.

Kagome: Lo sé, pero... - respondió y fue interrumpida por InuYasha

InuYasha: Práctico kendo, esgrima y todo lo que tenga que ver con espadas, además de artes marciales, desde que tengo uso de razón. He sido entrenado para matar.

Kagome se quedó estupefacta ante tal confesión. ¿Matar?, este chico probablemente sufría más que cualquier otra persona. Pero, no creía que fuera capaz de matar a alguien.

Inuyasha : No soy buena persona. ¿Contenta?, incluso te podría matar ahora mismo sin dejar rastro y quitarte esa perla que llevas contigo.

Kagome: No InuYasha, no eres una mala persona, puedo ver en tu mirada la nobleza y el valor de tu corazón.- le miro a los ojos y tomo la mano del chico entre las suyas además si me hubieses querido matar lo hubieras hecho desde el principio ese día que me intentaron asaltar, cuando íbamos en tu coche hubiese sido tan fácil para ti.

InuYasha sintió su corazón dar un vuelco. Esa mujer que no le miraba con lastima, si no con ternura y cariño.

InuYasha: Kagome yo...- dijo en tono suplicante cuando fue interrumpido por dos hombres con la cara tapada que se acercaban atrás de Kagome.

Hombre 1: ¡No te muevas o la mato!- dijo apuntandole con una pistola la sien de Kagome, mientras el otro hombre le apuntaba a él.

InuYasha lo único que hizo fue fingir estar quieto, cuando con un movimiento rápido se libró del hombre que le apuntaba a él y en un abrir y cerrar de ojos pateo la cabeza del sujeto que tenía a Kagome dejando a ambos hombres inconscientes.

InuYasha: ¿Estas bien Kagome? - pregunto preocupado, ella solo asintió y le abrazo en un impulso a lo que él se quedó inmóvil, cuando escucho una voz conocida atrás de él.

Voz: ¿Así que esta mujer es muy importante para ti?

InuYasha: ¿Tú?, Pero... No puede ser dijo sorprendido ¿Qué haces aquí?.

Voz: He venido por ti. InuYasha...

Continuara...

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