La garganta le duele.
Sus extremidades flojas.
Un, dos... Va por el tercer orgasmo.
Sabe que no tuvo que ser un niño malo pero... No pudo evitarlo.
Lo besó sin consentimiento.
Es por eso que ahora está recibiendo su castigo.
- Mírame - Dijo la voz dura detrás de él.
Una mano grande se estrujó en su cabello, haciéndole levantar la cabeza y abrir lo ojos, mirando su reflejo en el gran ventanal de enfrente, sus miradas se encontraron, en la penumbra sabe que esos ojos están tan negros y llenos de lujuria.
- Luces cómo una puta - Le susurró, el aliento cálido impactó en el cartílago de su oreja, los dientes mordieron el lóbulo y le provocó escalofrío.
- Solo soy tu puta...
Oh... Esas palabras le hicieron ganar golpes más fuertes y que su próstata sea torturada sin piedad, los dedos de la mano libre fueron a dar a su glande, masajeando tiernamente en comparación a la rudeza de las embestidas.
- Vamos, gritale a la gente de allá abajo cuánto disfrutas de mi pene - La mano que sostenía su cabeza levantada la bajó de golpe, haciéndole ver a las personas que transitaban las dos aceras, el hombre detrás suyo aumentó la fiereza de sus golpes, causando que soltara gritos desesperados de placer.
Personas curiosas miraban hacia arriba y abrían los ojos al ver tremendo espectáculo, un chico castaño siendo follado por un sujeto fuerte y rizado.
- Ya les dimos la vista perfecta, ahora vas a montarme.
Saliendo de su interior y haciéndole sentir vacío, la brisa de la noche sintiéndola en cada poro de su piel al dejar de ser cubierto, las piernas le parecían de gelatina, con mucho esfuerzo logró voltearse, viendo a ese hombre escultural sentado en la silla de descanso.
Su cuerpo tembló al verlo, ese hombre era exquisito en todos los aspectos, con los rizos ligeramente despeinados, la piel de gallina ante la brisa fresca, el bronceado reluciente a la luz de la luna, un rostro inescrutable y una erección larga y gruesa entre las piernas firmes.
Dos golpes en su rodilla fueron suficientes, fue hasta ahí, su cintura fue tomada, las piernas a cada lado y exponiendo su agujero para que entrara el aire, frente a frente y con el labio inferior temblandole, la manos en su cintura lo bajaron de golpe, enterrando ese gran miembro y haciendo que un grito saliera de su interior.
La libido de su amante era al igual que la de una bestia, empezó a saltar, dándole placer a ambos, el vientre se le empezaba a tensar en señal de que su orgasmo estaba cerca.
Y su castigo fue dado.
El pulgar que antes le acarició ahora le tapaba la abertura de la uretra, impidiendo su liberación y haciéndole lloriquear del dolor, retorciéndose al sentir cómo su interior era llenado de un liquido viscoso.
Los gruñidos y gemidos graves de su daddy le aumentaban las ganas de correrse, se sentía bien y tan frustrado.
- Te regalé dos orgasmos cuándo nunca tuve que dejar que eyacularas, he sido bueno y deberás pagar esos orgasmos.
El tono amenazante en la voz le hizo temblar una vez más, con cuidado fue retirado y colocado sobre su espalda, ese hombre de mirada fría le limpiaba con ternura, tomándose todo el tiempo del mundo, admirado con detenimiento la suavidad de su piel, lo rosado de sus pezones y las marcas fuertes y nítidas.
- Señor Marcos...
Le llamó con miedo, debía calcular bien la forma en que lo llamaba, no sabía de qué humor estaría y cualquier mote le causaría castigos.
- Dime, cariñito - Contestó, la voz gruesa resonando en el sonido lejano de los autos, colocando con delicadeza ese conjunto de lencería que hacía 1 hora cubría su intimidad.
A punto de hablar se vió interrumpido por el sonido de una llamada entrante, el señor Marcos contestó, deslizando su dedo por la pantalla e indicándole con la mirada que terminara de vestirse.
- Claro, dentro de 20 minutos me tendrá ahí, señor Bondoni - Dijo, mirando con suficiencia al chico temeroso frente a él - No, no, el joven Joaquín no está aquí, debió salir de compras, sabe cuánto le gustan los souvenir, sí señor, le diré que quiere tenerlo en la cena, nos vemos.
Colgó, maldito y sexy bastardo.
- Tu padre te espera... ¿Qué pensará de su amado Joaquín si se entera que uno de sus grandes socios se lo folla y le hace rogar por más?, "¡Oh daddy, más duro!", Creo que podría morir de un infarto...
Se acercó a él, completamente vestido y esa colonia tan varonil que era detonante de sus sueños húmedos, tembló cuándo esos labios besaron su cuello.
- Quiero verte ahí, llegarás 5 minutos después de mí, usarás ese conjunto de encaje blanco que tanto me gusta y ésta noche, cariñito, pagarás el primer orgasmo.
Se fue, dejándolo temblando y deseoso, antes de bajar le guiñó el ojo, para al fin, empezar a bajar las escaleras de ese pequeño motel.
Pero... Mejor contar esta historia desde el inicio.
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Pequeño Motel | Emiliaco
Fanfic- Entregame tu cuerpo con lujo de detalles, que no quede ningún centímetro de piel sin recorrer, quiero beberme toda la miel de tus delicias y penetrar tu tierna intimidad... • Daddy Kink. • Emilio tops¡ Joaquín bottom! • Smut explicito. • Inspirada...