— ¡Eva! — el grito de Adrián me pone en alerta y prácticamente salto lejos de Mason, que ríe al ver mi reacción.
— El niño bonito esta buscándote. — me dice en cambio, sin verme a mi. Adrián llega hasta nosotros, con la cara roja por correr y su antes perfecto cabello, hecho un desastre.
— ¿Qué pasa, hermano? — él no me responde y simplemente me tiende su teléfono. El nombre de mamá se puede apreciar en la pantalla, poniéndome nerviosa.
— Nos atrapo.
Tomo él teléfono con mis manos temblorosas, imaginándome lo que va a decirme, o mejor dicho, reprocharme.
— ¿Hola? — murmuro.
— ¿Dónde demonios estás, Eva? — me grita.
— Salí con Adrián, mamá. No veo porque el escándalo.
— Por amor a Dios, ¿es que acaso has visto la hora, señorita? Te lo preguntaré de nuevo, Eva. ¿Dónde estas? Porque dudo muchísimo que hayas ido por un café con tu hermano a estas horas y con todo ese escándalo que se escucha.
— Estas exagerando, mamá. Como siempre. — me pongo a la defensiva, al notar ese tono sarcástico goteando en cada una de sus palabras. — No va a pasarme nada.
— Y tienes el descaro de decirme eso. La última vez que me dijiste eso, no terminó bien, ¿cierto?
— Estas cruzando la linea. — mis ojos buscan a Adrián, que me mira preocupado. Mason esta junto a el, con el ceño fruncido sin saber que pasa y al acostado esta Jack, mirándome directamente. ¿Hace cuanto que esta ahí?
— No me importa, Eva. Te quiero ya en casa, nada de que iras a dormir con tu hermano. Vuelves a casa y punto, así que puedes decirle a Adrián que te traiga, ahora. — sin darme tregua o oportunidad de refutar sus palabras, me cuelga, dejándome en el aire.
— ¿Qué te dijo? — me pregunta Adrián cuando le paso su teléfono. Intento sonreír para calmarlo, pero se que no funciona.
— Debo volver a casa. — me encojo de hombros, resignada y algo molesta con la situación.
— Deja te llevo, cariño. — Adrián empieza como loco a buscar sus llaves pero lo detengo.
— Tomaré un taxi, no puedes dejar sola a Raquel. — bromeo un poco, pero él niega.
— No puedo dejarte sola a ti, Rockie entenderá.
— Yo puedo llevarla. — Jack interrumpe nuestra pequeña disputa. — Igual quiero irme, Cassie me tiene algo cansado ya.
— Yo te acompaño. — Mason lo mira fijamente, pero Jack niega con su cabeza, su cara se nota algo molesta.
— Alguien debe cuidar a Rockie.
— Raquel sabe cuidarse muy bien.
— Las llaves, Mason. — extiende su mano, éste titubea pero termina entregándoselas.
Adrián se acerca a mi y toma mi cara entre sus manos, examinándome.
— ¿Segura de que quieres irte con él?
— Esta bien. — aparto sus manos suavemente y me inclino hacia él, dejando un beso en su frente. — Voy a estar bien.
— Avisadme en cuanto llegues a casa, bonita. — suspira, alejándose.
— Andando, Eva. — Jack empieza a caminar, sin esperarme.
— Que se diviertan, chicos. — me despido. Mason se acerca a mi y deja un beso en mi mejilla, sin importarle mucho que Adrián este mirándolo como si quisiera matarlo.
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Los Morgan.
Teen FictionElla era callada. Ellos guardaban un secreto. Ella era tímida. Ellos misteriosos. Ella escondía su pasado. Ellos lo daban a conocer. Dos mundos diferentes se unen de una forma extraña. ¿Quieres formar parte de esta historia? «En edición.»