Capítulo 22

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Narra Isaac Ford  
 
— ¿En serio? — me sorprenden sus palabras — ¿lo haces?
 
— Claro que sí... no te voy a dejar sólo — y sonrió tiernamente
 
Volví mi mirada una vez más a aquella hermosa, y deslumbrante pintura... aún recuerdo el día que fue pintada... yo la acompañé, yo vine aquí con ella. Por accidente, pinté mi mano debajo de la pintura, pensé que se enojaría, pero al contrario... escribió esa frase en la que decía que ella estaría ahí, después de eso, cada día de mi cumpleaños veníamos y admiramos esta maravilla... es por eso que vengo aquí. Ni mi padre, ni Nana saben de esta pintura y está mejor así..., no pretendo que lo sepan. Veníamos sólo ella y yo, sigo viniendo... aunque ella ya no esté aquí
 
Estaba en mis más profundos pensamientos, cuando de pronto, sentí la cálida mano de Morgan sobre mi hombro...
 
— Lo siento mucho... — dice con peso en sus palabras
 
— Yo también.... — y repiré profundo mientras me volteaba hacia ella – Gracias...
 
— ¿Por qué? — pareció confusa
 
— Por estar aquí — sus ojos miraban fijamente los míos, cuando dije esas palabras, sus pupilas se dilataron y un brillo extraño destelló en ellos
 
— No hay absolutamente nada que agradecer... — bajó su mano de mi hombro y volvió a sonreír levemente. Mis manos subieron a sus rojizas mejillas y comencé a acariciarla sin quitar mi mirada de sus ojos. La calle era casi solitaria, así que sólo se escuchaban los pasos de algunas pocas personas pasar... extendió sus manos por debajo de mi abrigo y me abrazó pegando su cabeza hacia mi pecho..., su cuerpo me hace entrar en calor, ese frío que sentía se me quitó al momento que Morgan colocó sus manos en mi espalda. No pude evitar hacer lo mismo, pero debido a su estatura, tuve que colocar una mano en su cintura y otra en su cabeza. Besé su frente sin separarme de ella, la cual estaba caliente, al igual que sus manos. Estaba disfrutando tanto su cercanía, que me olvidé de todo lo que había al rededor... cerré los ojos y me enfoqué en el aroma de su pelo y su piel...
 
— No lo creo... — dije abriendo los ojos después de unos segundos — ¿No te saliste de la universidad verdad? — hablé separándome lentamente de ella 
 
— No, vine aquí en cuanto salí. Bueno después de que me dijo Tamara... ¿no quieres ir a comer?
 
— No tengo hambre — y en ese momento mi estómago rugió exigiendome comida. Carraspe incómodo y volteé con Morgan, me miraba de una manera divertida 
 
— ¿Ah, no? 
 
— Sonó por otra cosa, no por hambre pero... ¿qué propones comer? — dije mientras me metía las manos a los bolsillos de mi abrigo 
 
— Lo que quieras, yo invito 
 
— ¡¿Y sí digo que quiero comer el bufete más caro de la ciudad también aceptarías?! 
 
— En ese caso yo te invito, y tu pagas — dice de forma maliciosa 
 
—  Olvidalo, quiero una hamburguesa. Vamos. — la tomé de la mano para empezar a caminar 
 
— ¿Trajiste tu motocicleta? — me pregunta jalando su mano para que me teduviera. Dejé de caminar y volteé con ella 
 
— No, me vine en autobús... 
 
— ¡Entonces vayamos en autobús! ¿Quieres? 
 
— Por supuesto — y ahora ella fue la que empezó a caminar sin soltar mi mano
 
Llegamos a la parada del autobús y esperamos por algunos minutos sentados, al lado de nosotros había una señora con un niño pequeño, tenía algunos 4 años el niño 
 
— ¿Mami ya casi llega el autobús? — le pregunta el niño a su madre mientras sostenía su mano
 
— Eso creo cariño, el horario dice que llegará pronto... — dice la madre mirando a ambos lados viendo si llegaba el autobús 
 
— Mami, ¿crees que a papá le gustará el regalo que le escogí? — el niño soltó su mano y abrió una bolsa de regalo que tenía en las mano viendo lo que había dentro de ella 
 
— Le encantará ¿te digo por qué? — y la madre se inclinó hacia el niño — Porque lo escogiste tú — y le dio un pequeño golpecito en la nariz. El niño sonrió y volvió a tomar la mano de su madre volteando hacia ambos lados 
 
Volteé con Morgan discretamente, se encontraba riendo y mirando hacia el niño y su madre llena de ternura y de amor. Por un mometo desvió la mirada y la bajó hacia sus zapatos mientras se desvanecía la sonrisa que tenía en sus labios... si tan sólo supiera que es lo que piensa... talvez tendría la respuesta a todas sus dudas y problemas....
 
El autobús llegó, subimos, pagamos, y nos sentamos separados ya que el autobús estaba lleno. Después de algunos minutos llegamos y nos bajamos, entramos al lugar, pedimos nuestra orden, nos sentamos en una mesa y empezamos a comer tranquilamente 
 
— ¿Cuándo es tu cumpleaños Morgan? — le pregunto para romper el silencio que había 
 
— Curiosamente en tres días, osea el sábado — dice con la boca llena de comida 
 
— ¡Diablos! Sí que tenías hambre... 
 
— No es un delito. Oye pero ya dime, ¿no piensas ir... con tu padre? – habla mientras le daba otra mordida a la hamburguesa 
 
— Iré pero más tarde, no tienes que preocuparte por eso — y le di una gran mordida a mi comida 
 
— ¿Y no piensas... — y pausó, pensando en la palabra que tenía que decir – "celebrar" tu cumpleaños número dieciocho? — dice haciendo comillas con las manos 
 
— Ya lo estoy haciendo
 
— ¡¿Ah sí?! ¿Cómo? — dice impactada 
 
— Comiendo... usualmente no como nada durante este día, así que con el simple hecho de comer ya lo estoy "celebrando" — digo haciendo por igual las comillas 
 
— Lo siento... sonó muy feo — habla apenada 
 
— No te preocupes... tu sigue comiendo – asintió con la cabeza e hizo lo que le dije. Tomé un poco de mi refresco cuando de pronto le llega una llamada a Morgan... cuando prendió su celular para ver quién era abrió los ojos como plato y se quedó paralizada al ver el nombre en la pantalla 
 
— ¿No vas a contestar? — le pregunto al ver su reacción 
 
— Ah... sí, a-ahora vengo — se paró de la mesa y salió del lugar. No vi quién era, pero se ve muy preocupada...
 
Narra Morgan Olson 
 
— ¿Hola? — luché con todas mis fuerzas para no tartamudear al contestar 
 
— Hola hija... ¿cómo has estado? — era la voz de mi padre, en realidad era él... me llamó después de tantos años, en verdad es él...
 
— Bien, muy bien. ¿Y usted? — soy muy débil, sentí que en cualquier momento mi corazón estallaría
 
— Bien. Me enteré que... ya no vivían en la ciudad... ¿cómo está tu madre? 
 
— Muy bien, está muy contenta 
 
— También supe que, su nuevo prometido... es su jefe. ¿Qué loco no? — y rió como para calmar la tención que había 
 
— No creo que lo sea. ¿Por qué me llamó? 
 
— Quería decirte que... — y respiró profundo — Yo... quiero verte, te quiero ver el día de tu cumpleaños o un día antes... por favor
 
— ¿Por qué? — le pregunto desquiciada 
 
— Tengo... mu-muchas cosas que decirte. En pocos días cumples la mayoría de edad, te quiero ver 
 
— ¿Y Martha? Esa mujer me odia...
 
— Porfavor Morgan, no entremos en esa conversación, esto no tiene nada que ver con ella, eso es entre tu yo — mordí mi mejilla interior fuerte para que no volviera a pasar lo mismos, para que mi fuerte debilidad no ganara 
 
– Está bien
 
— ¿Entonces... aceptas venir? 
 
— No sé, lo pensaré 
 
— No te preocupes, le diré a tu madre, por favor ven. Te estaré esperando hija... — despuegué el teléfono de mi rostro y colgué sin decir nada más. Cerré los ojos y respiré profundo sintiendo la brisa ligera que había. Voltee por el vidrio e Isaac me estaba mirando con cara de preocupación 
 
Entré nuevamente y me senté 
 
— ¿Estás bien? — me pregunta preocupado 
 
— Sí, si era Emma. Tal vez... vaya a, visitarloa el viernes o el sábado...
 
— ¿Por qué ese día? 
 
— Es mi cumpleaños... me quiere ver supongo... – y mojé mis labios en un rápido movimiento 
 
— ¿Tu madre ya lo sabe? 
 
— No pero siendo ella, de seguro me dejara... igual, no pienso quedarme, solo voy, la veo y me vengo — y sonreí — ¿Ya terminaste tu comida? 
 
— Sí, pero tú aún no...
 
— No sé, como que... de pronto se me quito el hambre ¿sabes? 
 
— Entiendo... entonces vamos — y nos paramos de la mesa. Cuando di un paso me detuvo — Hey, ¿segura que estás bien? 
 
— Sí, ¿por qué no lo estaría? 
 
— Está bien. Vamos... — volvímos a la parada del autobús, lo esperamos, subimos, pagamos y nos sentamos por igual en lugares distintos... ¿por qué quiere verme? ¿Por qué hasta hoy? Yo lo necesitaba antes... yo quería que me llamara antes, para que me preguntara como estoy o si quiera para que me preguntara si lo extraba... lo hacía, sólo quería que eso pasara para decirle lo mucho que lo extrañaba, para pedirle que por favor regresara, porque cuando yo lo llamaba nunca contestaba, sé que trabaja, y eso lo consume... lo entiendo, pero ¿no sé podía tomar siquiera 15 segundos de su tiempo para decirle un "Hola" a su hija? Sin embargo nunca lo hiso... ¿por qué hasta hoy?  Isaac me dijo que era rencorosa.. no sé si lo decía por sarcasmo o era en verdad, tal vez lo sea, pero no puedo evitarlo, me duele.
 
Cuando llegamos de nuevo a la calle nos bajamos y nos paramos frente al coche 
 
— Voy a casa, ¿vienes conmigo? — le pregunto a Isaac sacando las llaves de mi bolsillo 
 
— No, tengo algo que hacer. En la noche estoy en casa... 
 
— Entonces me quedo contigo 
 
— No es necesario, ve a casa a hacer tus deberes, me gustaría ir solo 
 
— Pero...
 
— Shh, sube al carro — dice señalando la puerta 
 
— Está bien, te veo en la noche — y abrí la puerta del coche —. Cierto, felicidades por tu cumpleaños — y asintió la cabeza en forma de agradecimiento. Me metí al coche, lo prendí y antes de partir lo miré una vez más... me miraba tranquilo mientras partía 
 
No quería dejarlo sólo, pero si dice que no es no, es demasiado necio. Mi cabeza iba sumergida en otras cosas, nuevamente... bueno, tal vez vaya, necesito ver el lado positivo a esto, veré a Emma en mi cumpleaños... sería una buena idea para volver a vernos...
 
Cuando llegue a casa estacioné en coche, bajé y me metí a la casa. Al entrar de nuevo solo había silencio, ningún sonido... me dirigí a la sala y encontré a mi madre sentada con los dedos entrelazados, cómo si estuviera nerviosa 
 
– ¿Morgan? — levantó la mirada cuando me acerqué y me senté a un lado de ella — ¿En dónde estabas? 
 
— Fuí a hacer unas cosas... ¿qué pasa? 
 
— Supongo que ya lo sabes, tu padre... hace rato me habló por teléfono. ¿Ya te lo dijo no? 
 
— Sí, a mi también me habló 
 
— ¿Y... qué es lo que piensas? 
 
— No sé, no tengo idea 
 
— No te obligare a nada hija, simplemente has lo que creas correcto. Sólo... quiere verte, en tres días cumples la mayoría de edad y tal vez es tiempo de que arregles esa situación incómoda que tienes con tu padre. Tómalo también para ir a ver a Emma 
 
— Es lo único que me alegra de esa situación 
 
— ¿Entonces... que planeas hacer? — respiré profundo y después hable 
 
— Tengo curiosidad, iré, pero... regresaré en cuanto lo vea, no pienso quedarme allá 
 
— Está bien, ahorita le hablo para decirle... avísale a Emma también — y sonrió mientras me tomaba de las manos. Se paró y fue por su teléfono. Yo subí a mi habitación y me tumbe en mi cama para agarrar un mometo mi teléfono, le mandé un mensaje a Emma: 
 
Mensaje a: Emma, la fea: Hey! Hola :) ¿cómo has estado? Bueno sólo quería avisarte que iré para allá el viernes en la noche para ver si podemos ir por algo o no sé... 
 
Mensaje de: Emma, la fea: Hey tu! Jaja hace mucho que no te reportas ;) Que increíble noticia amiga! Sólo que he estado algo ocupada, se enfermó mi tía y estoy cuidando de ella ya que mis primos se fueron al extranjero :"( Trataré de ver como le hago para quedar juntas...
 
No, no quiero que descuide a su tía solo por ir conmigo, supongo para la siguiente vez será más conveniente 
 
Mensaje a: Emma, la fea: Ohh es así? Bueno, mira por mí no te preocupes, sólo iré por algo rápido y me regresaré, no planeo quedarme allá nada de tiempo. No descuides a tu tía mejor quedate con ella, será más conveniente para la próxima vez ;) 
 
Mensaje de: Emma, la fea: ¿Crees? Bueno esque me da mucha pena ya que vas a venir y luego en tu cumpleaños... pero esque la verdad mi tía si necesita atención :( perdón en serio... 
 
Mensaje a: Emma, la fea: No te preocupes por eso, te entiendo... :) será para la próxima 
 
Mensaje de: Emma, la fea: Hay gracias! Bueno te dejo, ocupo hacer algo. Te hablo después adiós. 
 
Apagué mi celular y lo dejé a un lado de mí, voltee hacia arriba y miré la pared... sinceramente, me siento algo culpable de haber dejado a Isaac sólo, tal vez debí quedarme ahí con él... ahhh, no sé... y yo tengo muchos deberes que hacer así que me pondré a hacerlos ya. Me paré de la cama y me senté para empezar a hacer algunos trabajos 
 
Después de algunas horas me empecé a sentir cansada, hay, me he dado cuenta que ya me volví más perezosa.... ¡¡¡esque no tengo ganas de hacer nada!!! Osea, no hago nada, pero quiero hacer nada y que se note, como dice Alice... tal vez debería de conseguir un trabajo, no sé, tal vez de mesera, es lo más común que hay. Amm comenzaré a buscar algunas opciones, pero por lo pronto, voy a la cocina por un sanwich... 

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