Narra Isaac Ford
Estoy algo preocupado por Morgan, no contesta las llamadas y sólo me mandó un mensaje diciendo que estaba bien y que no me preocupara, ¡¿cómo demonios no me voy a preocupar?! Si es la persona más despistada que conozco
Era de noche y bajé a la cocina a cenar, no sé en dónde están todos... la casa está de nuevo sola, igualmente no me molesta. Me serví la cena y me senté a comer mientras miraba mi celular con la esperanza de que me llegara algún otro mensaje de ella... pasaron 5 minutos, 10 minutos, 15 minutos sin que me llegara alguna notificación de mensaje de Morgan. No sé por qué tengo la maldita necesidad de saber si todo está bien, es fuerte, pero siento que algo no está bien allá. Es imposible no preocuparse por esa tonta chica, es muy fuerte, pero demasiado frágil y débil a la vez, como todos, pero... cuando le llega la fragilidad, se quebra totalmente.
Después de media hora de estar ahí mirando el celular, me resigné y subí a mi habitación después de lavar el plato. Me metí a bañar y me puse la pijama para ya irme a dormir, me recosté sobre mi cama y traté de cerrar los ojos por unos instantes, pero la preocupación fue tan grande, que no pude... demonios, ¿qué estarás haciendo Morgan? Me paré de la cama y me volví a sentar en ella colocando mis rodillas en la cabeza mientras tenía el celular en la mano... después de algunos minutos empecé a querer quedarme dormido en esa posición cuando de repente, escuché la puerta principal abrirse, me sobresalté y abrí los ojos en ese instante... esperé un poco para ver si de abría la habitación de Morgan y sí, efectivamente, la puerta de su cuarto se abrió. Se escuchó que llegó directamente a la cama... por dios, ya está aquí... ya puedo dormir tranquilo, iré mañana en la mañana a preguntarle cómo le fue con esa víbora de Emma, no quiero molestarla, seguro está demasiado cansada... bueno, ya puedo dormir tranquilo.
A la mañana siguiente, lo primero que hice al despertarme fue cambiarme. Me vestí y justo cuando iba a salir de la habitación alguien tocó mi puerta, casi de inmediato fui a abrirla esperado ver a Morgan ahí. No fue así
— Hola... – mi sonrisa se desvaneció
— ¡¿Tú?! ¿Qué haces aquí? — no me respondió nada y entró a mi cuarto sin avisar inspeccionando la habitación
— Linda habitación — y sonrió irónicamente
— ¡¿Qué haces aquí Emma?! — levanté un poco la voz, pero su actitud me castra totalmente
— Tranquilo, no te enojes ¿sí? — se acercó a mi sonriendo — Llegué ayer en la noche, ¿no te diste cuenta?
— Pensé que era Morgan...
— Ahs, no, era yo. No hay que hablar de Morgan — y se volteó nuevamente hacia la habitación. Vió el dibujo de mi madre y se acercó a él con la intención de tomarlo
— No lo toques — volteó hacia mi con una falsa tristeza
— Bien. Sólo porque tu me lo pides — y se mordió el labio mientras yo rodaba los ojos —. Isaac, sabes muy bien a lo que vine, ¿vas a aceptar mi propuesta? — y volvió hacia mi
— La respuesta sigue siendo no Emma
— ¡Te dije que lo pensaras! ¡Te di muchas oportunidades de que lo pensaras! ¡¿Por qué no lo entiendes?! — levantó mucho la voz
— ¡Entiendo el hecho de que estas mal de la cabeza Emma!
— ¿Dime, es por Morgan? — no respondí nada, me quedé callado — ¡¿Es por ella?! — volvió a insistir, pero esta vez con un tono mucho más fuerte
— Sí, ¡sí, es por ella!
— ¿Te gusta Morgan? — su mirada se tornó oscura, sin luz...
— No puedo aceptar tu propuesta Emma, lo siento... no está bien, ya te lo dije y te lo seguiré diciendo, ¡el habernos besado fue un error!
— No, no... tu no sabes lo que dices, ¡Tu no sabes cómo es Morgan realmente!
— ¡¿Ah si?! ¿Y cómo es, eh?
— Ella es... es tan estúpida, es un ¡error! Es una persona tan inútil en tantas cosas, es una maldita zorra... le, gusta pisotear a los hombres ¡ya te lo había dicho! ¡Morgan no vale nada! ¡¿Ya lo entiendes?! Es una persona tan común y corriente, pretende ser perfecta y especial... pero todos sabemos que no es así, ¡nunca podrás compararme con ella! Es tan débil y miserable que da pena, es tan rara y tonta, es un fracaso... ni ella misma sabe que está pasando en su vida, me avergüenza ser su amiga, me estorba... es tan, tan aburrida y ridícula... tan inútil
— ¿Entonces eso es lo que piensas de mí? — la puerta de la habitación se abrió lentamente... dejando ver a Morgan con los ojos rojos y lágrimas en recorriendo sus mejillas, su voz estaba quebrada y su mirada nublada y... apagada. Todo quedó en silencio por unos instantes, hasta que Morgan volvió a hablar — Dime Emma, ¡¿es eso lo que piensas de mí?! — dijo esta vez con un tono más firme. Entró a la habitación y se colocó delante de ella mientras yo sólo las miraba
Narra Morgan Olson
Tenía una mirada de impresión y confusión
— Sí — dice después de unos segundos —. Eso es lo que pienso de ti — no mostraba nada de arrepentimiento o negación en sus palabras. Cuando menos quise mi mano había estampado su mejilla debido a al terrible impotencia que sentí
— ¡¿Cómo te atreves?! ¡¿Cómo te atreves a pensar así de mi?! Yo te di mi alma entera... te conté mis sueños... mis metas, te abrí tantas veces las puertas de mi hogar, de mi corazón ¡¿para que tú me pagues así?! ¿Por qué Emma? Somos amigas desde niñas... ¿por qué eres así? — mis ojos se cristalizaron, causando que mi mirada se nublara
— ¡Porque siempre tuviste todo lo que quisiste Morgan! ¡Siempre te veían los demás por encima de mí! Siempre has tratando de aparentar a la niña perfecta... y no lo mientas, ¡siempre obtuviste todo lo que yo quería! Y te encanta pisotearme... te encanta que quedé como la segunda siempre, ¡¿crees que es divertido?! ¡Yo también te apoyé Olson!
—¿Crees que siempre tuve todo? ¿En serio crees eso? ¡Tú eres testigo de todo lo que eh vivido y llorado! ¡¿Cómo te atreves a pensar eso?
— ¡No te hagas la víctima! ¡Morgan deja de fingir que tu siempre eres la buena! Por eso me estorbas, ¡no eres nadie! No eres nada ¿lo entiendes? Nada
— ¿Piensas que soy inútil verdad? ¡Déjame decirte que sí, sí soy muy inútil! ¡Soy tan inútil y tan estúpida que pensé que eras mi mejor amiga! — los gritos de nosotras dos fueron más fuertes, ya no sé como sentirme... tiene mucha razón, soy tan inútil, no sirvo para nada, sólo le estorbo a la gente
— Tienes razón, no sé por qué te llegue a decir "Amiga" — y se rió irónicamente
La puerta de la habitación se abrió notablemente dejando ver a Alice detrás de ella, me miraba muy preocupada
— Morgan, ¿qué son todos esos gritos? ¿Qué pasa aquí? — dice muy confundida, agache mi cabeza aguantandome las ganas que tenía de llorar
— ¡Alice que bueno que llegas! Tengo que contarte algo — dice Emma riendo
— ¡Emma ya basta! ¡Sal de aquí! — le grita Isaac furioso
— ¡No, ella tiene que saberlo!
— ¿Saber qué? Morgan, ¿qué está pasando aquí? — no tuve el valor suficiente de levantar la cabeza, seguía reteniendo mis lágrimas
— Pues déjame decirte, que tu amiga Morgan es una mentirosa, Isaac no es su novio
— ¡Emma ya basta! — le grita Isaac nuevamente
— ¡Es su hermanastro! ¡Te mintió tu amiga! Y no creo que sólo te haya mentido en eso ¡porque así es ella!
— ¿Es, cierto Morgan? — dice Alice confundida y triste. No contesté nada, ya que las lágrimas comenzaron a recorrer por mis mejillas nuevamente, sentí como si algo de mi se quebrara aún más, cómo si me quitaran el alma por un momento...
— ¡Claro que es cierto!
— ¡¡Es suficiente Emma sal de aquí y no vuelvas nunca!! — le grita Isaac el verme llorando a media habitación, soy tan patética
— Me voy entonces, tú por igual eres un estúpido, no quiero volverme a involucrar con gente tan común — se dió la vuelta y salió de la habitación furiosa
¿Estuvo bien el haberme quedado callada? No lo sé... creo que fue lo mejor, igual, no podía hablar... algo tapó mi garganta impidiendome hablar. Y ahora mismo... mis piernas están temblando, y mi cabeza no para de repetir las palabras de Emma: "Eres inútil y estúpida" "Maldita zorra" "No vales nada". ¿Y si es verdad? ¿Y si tiene razón al decirme que no valgo nada? Quería llorar más fuerte, quería gritar que se equivoca y que valgo mucho, pero al querer hablar me quedé muda, no pude hablar... después de escuchar que Emma se había ido, salí de la habitación y me dirigí a la habitación de visitas con la mirada nublada y un nudo en la garganta
Llegué a la habitación y me senté en la cama mientras me tapaba con una almohada. Comencé a llorar sacando todo lo que me aguanté cuando estaba frente a ella, mis lágrimas no cesaron por un muy buen tiempo, en un momento escuché la puerta principal abrirse y después de poco tiempo, la voz de mi madre
— ¡¿Qué?! ¡¿En dónde está?! — reclama ella
— En el cuarto de visitas... pero que es mejor que la deje sola por un mometo Stela
— ¡Claro que no! Voy con mi hija — y en ese instante la puerta de la habitación se abrió, levanté la cabeza y me encontré con el rostro preocupado de mi madre. Entro rápidamente a la habitación y se sentó a un lado de mi para abrazarme. En ese instante mis lagrimas definitivamente no cesaron, siguieron
— Llora Morgan... desahogate, está bien... — sonreí dolorosamente y la abracé
— Gracias... te quiero
— Yo más hija, yo más — después de algunos segundos se alejó de mí y limpió mis lágrimas de mi rostro — ¿Quieres contarme que pasó?
— Ahora no... en otro momento — sintió con la cabeza y volvió a abrazarme
Finalmente me di cuenta de la persona que es verdaderamente, de todo lo horrible que pensaba de mi... esa persona a la que yo quería mucho, me lastimó... Eso no es querer, quien te hace daño no te quiere verdaderamente... eso es algo obvio, pero a mi me costó entenderlo... creí que lo que me diría seria "Feliz cumpleaños", pero termino siento otra cosa totalmente diferente.
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Por qué tú?
Teen Fiction¿Cómo podría definir a Morgan Olson? Nada especial en realidad (o eso es lo que dice ella). Después de la separación de sus papás, tuvo que experimentar muchas cosas de la noche a la mañana, ¡¿tú qué pensarías si tu mamá te dijera que se mudarán a...