Capítulo 27

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Narra Morgan Olson 
 
Después de arreglarme, llegó la noche... hoy fue el día más largo de mi vida, nada pasó rápido, ni hoy, ni ayer.
 
Alguien tocó mi puerta cuando estaba cepillando mi cabello, era Tamara 
 
— Morgan, Alice te busca 
 
— Por supuesto — dejé el cepillo, tomé mi celular y salí de mi habitación. Al salir Isaac estaba justamente saliendo de la suya arreglado... su aroma tan rico llegó a mi nariz y su cabello despeinado le daban un toque especial. Despejé mi mirada y seguí mi camino, el iba por detrás de mi al igual que Tamara
 
Al bajar a la sala, encontré a Alice sentada en uno de los sillones con su celular en las manos. Nos vio llegar y se paró 
 
— ¡Morgan!, te ves muy linda amiga — y sonrió — ¿Lista? — sonreí asentí con la cabeza. Volteé con Tamara y me acerqué a ella 
 
— ¿Dónde está mamá? — le pregunto 
 
— En la cocina — sonreí y fui hacia la cocina. Encontré a mi madre bebiendo una copa de vino tinto junto a Andrew 
 
— Mamá...
 
— ¡Morgan! Hija, que linda te ves — dice con un poco de dificultad en sus palabras 
 
— Gracias — y sonreí un poco tímida — Voy a ir a cenar con Alice, Isaac y unos amigos
 
— Por supuesto señorita mayor de edad — creo que está un poco pasada de copas — No tardes mucho porque, aunque seas mayor de edad, tienes que seguir obedeciendome ¿entendido? — y sonrió 
 
— Ve con cuidado Morgan, cuídense chicos, yo cuidaré a tu madre... se embriago un poco — dice Andrew 
 
— Entiendo... entonces, regreso más tarde. Cuida a mamá — asintió con la cabeza y salí de la cocina 
 
Llegué a donde estaban los demás y salimos de la casa Isaac, Alice y yo. Tamara por igual nos dijo que nos cuidaramos y nos dijo que no tomáramos demasiado. Todos dijimos que estaba bien y nos dirigimos al carro de Lucas. Él estaba dentro de él, junto con Carlota y Liam. Cuando nos vieron llegar todos salieron del coche y me desearon feliz cumpleaños... no sabía si decír gracias o sólo sonreír, porque en realidad no la pasé nada bien hoy, pero por ellos, ellos no tienen la culpa de nada, y no puedo oprimirme estando ahí sola y ser mala con ellos. Está bien. 
 
Seguía enojada con Isaac, pero de igual manera fue imposible no notar la tensión que había entre él, Lucas y Alice... no fue mucha entre Isaac y Alice, pero si fue un poco incómodo. Y Lucas y el... ahí sí no tengo palabras, es mala totalmente, pero aún así, subimos al carro. Lucas manejaba y Alice iba de copiloto mientras Isaac iba sentado al lado de Liam y yo al lado de Carlota. En el transcurso Carlota me iba contando sobre el nuevo libro que había leído, como nadie más estaba hablando, todos íbamos escuchando a Carlota hablar sobre su libro, a decir verdad estaba muy interesante, me sumergí mucho en la historia, pero cuando menos quise ya habíamos llegado al lugar. Todos nos bajamos y admiramos ese lugar
 
Era como un restaurante al aire libre, como una "terraza" se podría decir, tenía muchas luces muy lindas por todo el restaurante, el ambiente era muy lindo a decir verdad
 
Narra Isaac Ford 
 
Que horrible lugar <<cállate, más bien te dan celos que Lucas los haya traído aquí>> ¡¿celos?! ¡¿yo?! Pff, por favor... nunca. Pero al parecer, a Morgan le gustó, está parada ahí como tonta hace 1 minuto
 
— ¡Que lindo lugar! ¡Me gusta mucho! — dice Alice
 
— En un lindo lugar, hay buena comida, de eso no hay duda — dice Liam. Comida, como siempre
 
— No siempre es así — le responde Carlota 
 
— Bueno, no importa, entremos ya — dice cara de sapo. Un pequeño apodo que le puse a Lucas. 
 
Entramos al lugar y nos sentamos todos en una mesa. Carlota y Alice se sentaron al lado de Morgan y pues... a mi me tocó al lado de los otros dos. Nos trajeron la carta y todos comenzamos a pedir bebidas, excepto cara de sapo y Liam, él se pidió una hamburguesa.
 
Pasó el tiempo y Morgan verdaderamente estaba enojada conmigo, no volteó hacia mi en ningún momento, siempre estuvo platicando con las chicas y los demás, estaban metidos en sus cosas. Llegó un momento en el que Morgan y la chicas comenzaron a beber más de la cuenta, inicio como un juego, pero después de algún tiempo nosotros las mirábamos preocupados, yo sólo me tomé una, y Lucas ni Liam habían bebido, él supongo que es porque es el que maneja y Liam... le interesa más la comida 
 
Después de algunas horas decidimos irnos de ahí, ya que estaban demasiado ebrias. Cada uno tomó a una, Lucas a Alice, Liam a Carlota y yo a Morgan, en realidad no se quejó, más bien se acurrucó cuando la tomé de la mano. Alice era la que parecía que se había quedado dormida, así que Lucas tuvo que cargarla en su espalda para llevarla al carro. Pagamos la cuenta y nos fuimos de ahí. Subimos al carro y partimos. Las chicas iban cantando una canción muy felices, y la verdad no tengo ni idea de que cancion sea esa
 
¡Oh girls just want to have fun! — iban cantando muy felices hasta que Morgan de repente se calló y empezó a hacer sonidos con la boca de asco y las demás se callaron por igual
 
— Bajenme, bajenme quiero vomitar — en ese momento, un instinto de mi que no conocía fue más rápido que mi razonamiento y me bajé del carro lo más rápido que pude y la ayudé por igual a que se bajara
 
Estábamos cerca de un lugar con área verde, así que la acompañé rápido detrás de un árbol para que pudiera hacerlo. Comenzó a vomitar detrás del árbol y volteé mi cabeza mientras tomaba su cabello para que no le estorbara. Liam se acercó y me dió un poco de papel para que se limpiara, lo tomé y se alejó de ahí. En ese momento escuché gritar a Alice desde el carro
 
— ¡¡¡Isaac!!! ¡¿Qué le estás haciendo a mi amiga?! 
 
– ¡Cállate Alice! No le está haciendo nada, Morgan está revolviendo el estómago — le dice Lucas 
 
— ¡¡¡Mas te vale que sea así Isaac, o de lo contrario te corto la cabeza!!! — y nadie más volvió a hablar. Morgan se levantó y le di el papel para que se limpiara, pero tenía el olor algo desagradable 
 
— Perdón... ésta es mi primera vez, no puedo controlarlo — me dice muy apenada 
 
— No te preocupes, has lo que necesites — le respondí, y en ese momento volvió a revolver el estómago. La tomé de nuevo del cabello y Lucas se acercó a mi 
 
— Isaac, ¿crees que demore mucho? 
 
— Ésto va a llevar un rato, hasta que se sienta bien... no querrás que vomite en el carro 
 
— No... sólo que,  ya no soporto a Alice, está más loca de lo normal, y Carlota le está contando cosas incómodas a Liam... 
 
— ¿Cosas incómodas?
 
— No querrás saber que tipo de cosas... — y subió la mano a su cabello incómodo 
 
— No puede irse así... — de fondo de la platica, se escuchaban los sonidos de Morgan... ugh
 
— ¿Entonces qué hacemos? 
 
— Ustedes váyanse, no es tan noche y más aparte la casa esta cerca, puedo llevarla 
 
— ¿Estás seguro? 
 
— ¡Sí! Váyanse, no se preocupen 
 
— Mm... está bien, sólo porque esto está poniéndose demasiado incómodo para Liam... cuídala, en serio
 
— Por supuesto, no se preocupen... vayan — asintió con la cabeza y fue hacia el carro para partir. Volteé con ellos y Alice salió de la ventana solo para mirarme con una cara de asesino serial, arrugó la nariz y su mirada era muy intensa y, daba miedo. Me señaló con los dedos e hizo un movimiento en su cuello pasando sus manos sobre él imitando a una guillotina. La miré con terror y el carro partió
 
Me centré el Morgan y después del algún tiempo se incorporó y se limpió. Volteó hacia donde estaba el carro y al no verlo ahí, se espantó 
 
— ¡¿Dónde están todos?! ¡¿Nos dejaron?! 
 
– Se fueron porque las cosas se estaban poniendo un poco incómodas ahí... tu te estabas demorando demasiado y les dije que se fueran, en realidad la casa queda algo cerca de aquí, y más aparte, no estaban dispuestos a llevar a tres borrachas y una que vomita — bromeo 
 
— ¿Por qué hablas tan rápido eh? No entendí nada de lo que dijiste — dice riéndo 
 
— ¡Camina Morgan! Tenemos que llegar a casa 
 
– ¿Por qué no me cargas? No quiero caminar... — dice quejándose 
 
— Camina — digo riendo. Me metí la mano a los bolsillos delanteros de mis jeans y comenzamos a caminar mientras Morgan talareaba una canción. De un momento a otro dejó de cantar y tomó mi muñeca para que dejara de caminar, volteé con ella y me estaba mirando 
 
— Isaac... ¿tu crees que soy mala persona? 
 
— ¿Por qué dices eso? 
 
— No tengo idea la verdad — y se rió — Sigamos sigamos — e hizo una señal con su mano para que siguiéramos 
 
— ¿Acaso eres bipolar o algo así? 
 
— Muy probablemente— y se rió nuevamente 
 
– Morgan nunca más vuelvas a tomar por favor 
 
— ¡¿Por qué?! ¡Tú, no puedes ordenarme que hacer o que no hacer! 
 
— Por el estado en el que te pones, dices más cosas estupidas de lo normal. Más aparte, ¿qué harás si yo no estoy haí? ¡¿vas a dejar acaso que algún desconocido te ayude a llegar a casa, eh?!
 
— No es para tanto. No exageres — subió la mano a su cabello e iba caminando de lado
 
— Ven, vamos a descansar un rato — la tomé de la mano y la llevé a sentarnos a unas pequeñas bancas de había ahí
 
Nos sentamos y no dijimos nada, ni ella ni yo, hasta que en un momento bajo su cabeza y la recargó en mi hombro lenta y suavemente 
 
— Isaac... en realidad... te preguntaba si era mala persona por una razón 
 
— ¿Cuál? 
 
— Soy una persona muy tonta, y tal vez eso me hace mala persona... 
 
— Tienes razón, eres muy tonta...
 
– Ya lo sabía... no tienes que recordarmelo — y todo quedó en silencio nuevamente. Solo se escuchaba el sonido de la brisa fresca... su rostro se sentía caliente sobre mi hombro al igual que sus manos
 
— En realidad... no creo que seas tonta... sólo eres un poco despistada
 
— Ajá... — ya ni tenía mucho razonamiento, hablaba más arrastrado
 
— Morgan... — dudé por un momento preguntarle. Pero... — ¿Vas a recordar, algo de lo que hoy mañana? — le pregunto 
 
— No sé... nunca antes me había sentido así — si hago esto voy a a arriesgarme tontamente,  ya que no sabré si lo recordará o no
 
— ¿Puedo hacerte una pregunta? — no dijo nada y sólo asintió la cabeza aún sobre mi hombro en silencio — ¿Puedo amarte? ¿Estaría bien? — todo quedó en silencio una vez más, no duró mucho a que hablara 
 
— Tienes cara de también que te irás... así que tampoco lo sé. ¿Quién amaría a una persona tan tonta? — quizá no tiene ni razonamiento de sus palabras, pero quiero que esta vez me escuche, aún así si lo recordará o no 
 
— ¿Sabes? Cuando recién mi papá me contó sobre ustedes, pensé que la hija de Stela sería una niña pequeña de ocho años que jugaba a las muñecas y que me molestaría todo el día pidiéndome que jugara con ella. Pensé que serían unas intrusas en mi vida y mi mente, así que me negué a ustedes. Pero... cuando entraste a mi habitación por primera vez me sorprendí bastante, de tu ternura y tu sencillez, eras totalmente diferente a lo que imaginaba. Después pensé que te sacaría de ahí si te hacía la vida imposible, pero conforme pasaba el tiempo menos querías que te fueras... y justo ahora, no quiero que te vayas jamás. Has sido como un imán, me traes de todas las formas posibles aunque quiera separarme de ti. Si no quiero que te vayas tampoco me iré, pero, ahora casi todos saben que somos hermanastros, por eso te pregunto... ¿está bien amarte de este modo?
 
— ¿Puedo tratar de tan solo creer... que no me dejarás ir?
 
— No me iré Morgan — y respiró profundo — ¿Puedo decirte algo? Pero no quiero que me respondas nada 
 
— Bien 
 
— No me iré, porque no puedo vivir sin ti — no me costó decir eso, fue como si me liberara de unas palabras que tenía atoradas en mi garganta 
 
Traté de pararme para seguir, pero ella no lo hizo 
 
— ¿Puedo quedarme un momento más así? — no quitó su cabeza de mi hombro en ningún momento, se sentía acogedor apesar de estar a mitad de la noche en una pequeña banca bajo una luz que tan solo nos alumbraba a nosotros. No me paré y me quedé sentado — Perdón por no contarte lo de mi padre... lo haré, lo prometo — fue lo último que dijo antes de cerrar los ojos lentamente. Su respiración cálida quedó en mi cuello y sus labios accidentalmente lo tocó. Sentí una pequeña descarga eléctrica y no lo entiendo, antes me habían besado ahí... pero no habia sentido de esta manera
 
Volteé con ella y me paré un poco para cargarla. Me arrodillé y la subí con un poco de dificultad a mi espalda, aunque siendo sincero, no pesa mucho, este no era mi plan... pero me alegro de que resultado así. Ahora solo me toca si lo recordará mañana o no... 
 
En el trayecto a casa me sentí feliz de tenerla aquí conmigo, aunque mi espalda doliera un poco, era más fuerte la satisfacción que sentía al cargarla sobre mi espalda, a veces me paraba un poco y después seguía, así pasó y después de algunos 20 minutos llegamos a casa. Abrí la puerta y me sentí muy aliviado, subí a la habitación y la coloqué en su cama. Cuando tocó su colchón rápidamente se acomodó y la tape con la frazada, dejé los tacos al lado de la cama y me fui a mi habitación.

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