Capítulo 4

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Narra Isaac Ford 

— Ella es tu hermanastra, ¿No recuerdas que te dije que hoy llegaba Stela junto con su hija? — Wow, yo pensé que mi hermanita sería una pequeña mocosa. Esto será interesante pero, necesito hacer de tu vida un infierno hermosa, lo siento

— Sí, pero... — me arrepentí de lo que hiba a decir

— Pero ¿Qué? — me pregunta mi padre

— No, nada — le respondí sin importancia 

— Morgan, ya puedes voltear hacia nosotros — Así que se llama Morgan

— Sí Andrew, muchas gracias — y se volteó hacia nosotros con la cabeza agachada

— Mira Morgan, el es mi hijo, Isaac, será tu hermanastro de ahora en adelante — y tu infierno también 

— S...sí, ho...hola mucho gusto, soy Morgan — dijo tartamudenado, pero seguía con la cabeza agachada

— Hola hermanita — le dije sarcástico 

— Isaac, hijo, ella es Stela, saludala — y volteé con ella y simplemente le hice una seña con la mano en señal de saludo 

— Bien, ¿Qué les parece si vamos a uno de mis restaurantes favoritos para celebrar? — ¿Celebrar? Y según ¿Que hay que celebrar? Tengo mejores y más importantes cosas que hacer

— Si, eso sería una buena idea — dice Stela con "emoción", hasta que le llego una llamada a mi padre, eso es mi señal de que me libre. Cuando termino la llamada nos dijo

– Odio esto, chicos, amor, me acaban de hablar de la compañía que hay un problema con los proveedores y necesitan que vaya urgente. Lo siento — dice mi padre

— Si... Andrew, de eso te quería hablar, quiero trabajar en una de tus compañías — dice Stela 

— Pero. Está bien, acompáñame a la compañía para que la conozcas y de paso hablamos de eso. Chicos ¿Pueden quedarse aquí solos por un rato? No nos tardaremos, Isaac, enséñale en cuarto a tu hermana y ayúdala a desempacar. La cena quedará para mañana — hiba a responder que no, pero se me ocurrió una mejor idea 

— Está bien — le respondí

— Okay, cuento con tigo. Vamos Stela — y salieron rápidamente del cuarto dejándonos solos a mi y a Morgan en un silencio realmente incómodo y cuando escuche que le carro partía le dije

— Vamos sígueme — y la lleve hasta su recámara, seguia con la cabeza agachada, no pienso hacerte nada <<aún>> no te preocupes, pero lo mas curioso es que no tuvimos que dar más de 3 pasos ya que su cuarto estaba al lado del mio, se sorprendió al ver lo cerca que estábamos el uno del otro. Me pare, me voltee y me acerque a su oído y le susurre 

— Esta es tu habitación, disfruta tu estancia aquí y recuerda que... yo soy un demonio encargado de llevarte al mismo infierno — y me fui a mi recamara sin decir más. Obviamente no pensaba ayudarla a desempacar 

 
Narra Morgan Olson

Y se fue, dejándome ahí pensando. ¿No se suponía que hiba a ayudarme a desempacar?, vaya, conocí la verdadera imagen de Isaac Ford y yo lo describiría como el típico chico creído y posiblemente en más popular de la escuela. ¿Como es que llegué aquí? AAA... cierto, yo venía al baño, pero de todo esto que acaba de pasar se me olvido a que venía, ya se me quitaron las ganas de hacer del baño...

Pero diablos... me quede exaltada por sus ojos, su aroma, su pelo, su voz... pero en especial sus ojos azules profundos, que lástima que tenga el ego por las nubes.

— Niña fea, vas a desempacar ¿O piensas quedarte ahí pensando en mis ojos, mi aroma, mi pelo y mi voz? — Estaba pensando en voz alta ¿¡Estaba pensando en voz alta!? ¡Por dios! ¡Pero que vergüenza!, escuche que me decía su voz desde la puerta de su cuarto que estaba abierta y el recargado al marco de la puerta

— ¡No! Voy por mis maletas que están abajo — y salí prácticamente corriendo de ahí

Al bajar sentí que unos pasos me seguían, yo pretendía subir la maleta pero... noté que estaba muy pesada y obviamente no hiba a poder, pero lo intenté, y el al ver que hacía un gran esfuerzo al subirla sin poder hacerlo se empezó a reír

— ¿Quieres que te ayude a subir la maleta? — dijo una vez que paro de reír

— ¡No! Gracias, yo puedo sola — le dije enojada 

— Huy, pero que genio. ¿Encerio piensas que con tu estatura vas a poder subir una maleta así de grande? — me respondió burlándose

— ¿¡Y que tiene de malo mi estatura!? — le respondí enojada 

— Shh, calla — hizo una señal con sus manos en mis labios con señal de que me callara y en un movimiento rápido tomó mi maleta y empezó a subirla con facilidad 

— Oye ¿Acaso no escuchaste que yo podía sola? —

— Estoy haciendo un buen acto de caridad, no es nada del otro mundo no te preocupes  — me respondió con la mirada al frente y sin importancia 

— Disculpa ¿¡Caridad!? — y justo cuando hiba a empezar a pelear me dijo una vez que llegamos 

— Toma la maleta, y otra cosa, sé que soy irresistible pero no tienes que estar pensando en mi en voz alta, recuerda que estoy a un lado de ti y puedo escuchar todo lo que dices, así que piensalo mejor — me guiño el ojo y de dio la vuelta

— ¡TU!... — y justo cuando hiba a iniciar una guerra me cerró la puerta en la cara ¡En la cara!, oou esto no se va a quedar así, voy a cobrar venganza o dejo de llamarme Morgan Olson. 

Entré a mi habitación y me puse a arreglar todo, la habitación era simplemente...hermosa, con una gigantesca ventana blanca que dejaba ver los alrededores, un hermoso escritorio color rosa palo, y una enorme cama que parece que estaba echa por los mismos dioses por lo suave que estaba, cielos si antes no me quería levantar menos ahora, un jacuzzi en el que cabrían 2 personas ¡Genial ahora podré relajarme!.

Después de arreglar todo y inspeccionar todo el cuarto escuché que llegó mi madre junto con Andrew, no quise bajar, se hizo noche y Tamara me trajo la cena.

Por qué tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora