Morgan
Todos en el mundo persiguen distintos tipos de felicidad.
La mía, es ver sonreír a Isaac.
— Que tengas lindo día, te veré en la última clase en el almuerzo iré a la biblioteca.— habla sonriendo estando ya fuera del carro en el lugar donde siempre nos separábamos.
— De acuerdo.
El día transcurrió normal, en el almuerzo no lo vi, si no fue hasta la última clase en la que se sentó tres asientos al lado de mi. Había momentos en los que nos mirábamos y simplemente sonreímos como tontos.
Me gusta.
Me gusta sonreír como tonta gracias a él. Si es por él, no está tan mal...
— ¿Morgan? Hey, la clase terminó, ¿qué haces? Vamos a casa. — Habla Alice mientras yo estaba sumergida en mis pensamientos.
— Oh, claro.
Regresamos a casa, pero esta vez, se sentía como si estuviera dentro de un arcoíris. ¿Es posible?
— ¡Llegamos a casa! — Grité para ver si alguien respondía, sin embargo...
— Tamara no está, así que, supongo que estamos solos señorita Olson. — Mi piel se erizó cuando pronunció las palabras "señorita", joder suena tan sexy viniendo de él. — ¿Harás algo hoy?
— Haré tareas y quizá, mire Netflix, ¿y tú?
— ¿Quieres que te ayude?
— ¿A-a mirar Net...flix? — Una gran sonrisa burlona se posó en si rostro y en ese momento, entendí los que acababa de decir.
— A hacer la tarea por supuesto, ¿que imaginabas, ehm? — habla mientras de acercaba a mí.
— Solo lo pensé. — ¡¿Pero qué demonios acababa de decir?! Que vergüenza dios...
— ¿Te parece en la sala? — Asentí.
Saqué mis libros y nos acomodamos en los sillones. Estuvimos un rato haciendola hasta que...
— Paremos un mometo... ah, me duele la espalda, iré a hacer palomitas.— Ey, espera, iré a hacerlas yo tu descansa. ¿Quieres algo de comer?
— ¿Sabes cocinar? — Respondí sorprendida.
— ¡Claro! Pasaba mucho tiempo con nana así que me enseñó mucho de lo sabe, ¿que creías? — dice riéndo.
Me encanta su risa.
— Oh, ¿es así? Claro, ¿te parece si hacemos un pastel?
— ¿Pastel? ¿No te gustaría comprarlo mejor? Los postres no son mi fuerte...
— Hagámoslo juntos.
— ¿Juntos? — Y hubo silencio por unos segundos. — Me encantaría hacer todo lo que te tenga que ver contigo, Morgan...
Mis ojos se agrandaron y mi cuerpo se empezó a sentir raro, empecé a sudar.
— Aah, ¿no crees que está haciendo un poco de calor aquí? — dije nerviosa apartando la mirada.
— Mjm, ¿no te gustaría mejor una pasta? El pastel lo compramos mañana. — Asentí y fuimos a la cocina a prepararla.
Me dijo que me quedara sentada y que él se encargaba, insistió tanto, así que me dediqué a solo mirarlo.
¿Alguna vez, la persona que te gusta te pareció perfecta haciendo cualquier cosa?
Así me siento en este momento... Isaac se ve tan patéticamente lindo cocinando para mí. Tanto que, no pude evitar tomarle una foto mientras estaba frente a la cocina. En ese instante, se volteó hacia mi.
— ¿Qué pasa? — dice riéndo — Oh, ya sé. Te sientes tan conmovida de que este chico perfecto este cocinado para ti, que no pudiste evitar tomarme una foto, ¿cierto?
— Pfff, no digas tonterías, solo...
— Mjm. — Se acercó a mi y en un movimiento rápido me tomó de la cintura y tomó mi celular para tomar unas fotos de nosotros dos. — Sonríe, me gusta tu sonrisa. — No pude evitar sonreír ante su comentario.
Después de un rato la comida estaba lista, así que nos acomodamos en la sala para ver una película mientras comíamos.
— Uhm, ¡sabe muy rico!
— ¿Sí? Me alegra que te haya gustado. — y sonrió. — Pásame las fotos que tomé.— Oh, claro. — Saqué mi celular y las mandé a su chat, y cuando vió como lo tenía registrado...
— ¡¿Cara de perro?! ¡¿Es en serio?! — ups
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Por qué tú?
Novela Juvenil¿Cómo podría definir a Morgan Olson? Nada especial en realidad (o eso es lo que dice ella). Después de la separación de sus papás, tuvo que experimentar muchas cosas de la noche a la mañana, ¡¿tú qué pensarías si tu mamá te dijera que se mudarán a...