Comadreja: La vencedora [Pausado]

Capítulo 13

No paraba de dar vueltas en círculos por la sala, me encontraba incomoda al estar rodeada de tanta gente que no conocía. Sabía que había hablado con ellos antes, pero desde que perdí la memoria por la culpa de este tal Gale es como si fuesen desconocidos para mí.

Lo peor de todo esto no es que no recuerde nada de mi pasado, o casi nada. Lo más confuso son los recuerdos que vienen a mí. Recuerdos que no encajan con la información que me dan sobre mi misma.

Ahora en lo único que me tengo que concentrar son en los entrenamientos y las reuniones. Han pasado dos meses desde la destrucción del distrito 13, pero ya casi nos hemos recuperado por completo. Tenemos poco armamento, asique el capitolio no nos presta atención en ningún momento, esto nos da un respiro a todos.

Llegamos a recuperar medicamentos suficientes para salvar muchas vidas entre los heridos menos graves. Entre ese grupo, desgraciadamente, no estaba mi hermana Prim.

O eso es lo que decía y sigue diciendo Lucia. Siempre me recuerda que debía luchar en esta guerra con más ansias que los demás, ya que por culpa del capitolio mi hermana había muerto. Yo no estaba muy segura de que Prim fuera hermana mía, ni siquiera familiar, no nos parecíamos mucho y al no recordar mi pasado he aprendido a no fiarme. Pero al final… ¿Quién te iba a engañar contándote mentiras sobre tu familia, tu pasado o tu distrito?

Aunque quizás fuera mentira, aunque quizás ella no fuera mi hermana, nunca olvidaré su muerte, nunca olvidaré como no pudimos llegar a tiempo.

-      ME DA IGUAL QUE NO ME DEJEN SALIR ALLÍ FUERA, SALDRÉ SI O SI, DIGAIS LO QUE DIGAIS, SEAIS QUIEN SEAIS, ME CONOZCAIS O NO ME CONOZCAIS. – Grité notablemente enfadada. – TENGO QUE SALVAR A PRIM.

-      Si me lo pedís por favor la puedo noquear otra vez. – Dijo Gale

-      Tú no la noqueaste, tú casi la mataste. – Añadió Damián entre gruñidos.

-      Culpa suya.

Damián miró con odio a Gale, se le notaba de lejos como no podía aguantar a ese chico. Él me caía bien, era el único al que parecía importarle que hubiera perdido la memoria. Otros como Finnick, simplemente sentían compasión. Luego estaba Johanna y sus estúpidos chistes, intentaría hacerle a ella lo que Gale me hizo a mí solo para que supiera lo que se siente, así quizás sería capaz de mantener la boca cerrada.

-      Bueno… Os dejaré hacer una expedición. – Comentó Coin. – Pero a la mínima sospecha os traigo de vuelta.

-      Si señora. – Contesté mientras me levantaba de la mesa a todo correr para ir a prepararme.

Me vestí a todo correr con la ropa que tenía preparada encima de la cama, tenía una persona encargada para ayudarme con todo, sabía perfectamente que era la única persona del distrito con esa oportunidad.

-      ¿Estas ya preparada?

Me giré de golpe y terminé de atarme los cordones de los zapatos.

-      Hola Damián. Eee Sí, ya estoy. – Eché a andar hacia la puerta. – ¿Crees que va a haber algún problema?

-      Sí, seguramente usen este pequeño viajecito como una prueba y nos hagan tener problemas. – Me dirigió una sonrisita irónica. – Ya sabes, manías de Coin.

Le devolví la sonrisita y dirigí mi mirada al frente. Cuando llegamos a la puerta principal, nos encontramos con 20 soldados, entre ellos Lucia, Finnick y Johanna.