Johanna se abalanzó sobre mí para protegerme con su cuerpo, mientras Finnick cogía un cacho de viga, que había caído del techo junto a Johanna, para protegernos de los disparos. Me preguntaba como Johanna habría partido la viga, aunque en el fondo prefería no saberlo.
Escuche un gruñido en el fondo de la sala. Y Finnick murmuro algo que no logré entender. Así que, levanté la cabeza por encima de la viga mientras me apartaba a Johanna de encima.
Ella rechistaba e intentaba convencerme de que me pusiera detrás de ella. Pero, le tenía que quedar claro que ella no había sido la única capaz de sobrevivir a los juegos.
Tres figuras se materializaron ante mis ojos.
Tres figuras sin armas de fuego.
Tres figuras con garras y afilados dientes.
Tres figuras en las que las balas les rebotaban sin causarles el mínimo daño.
Tres figuras que avanzaban hacia nosotros.
Tres mutos para tres vencedores.
Damián llegó a nosotros y se colocó detrás de nosotros.
- Es imposible acabar con ellos, las balas rebotan en sus cuerpos. - Le comenté desesperada.
- Mantén la calma, 74. - Me contesto. - ¿Alguna idea vencedores? - Pregunto a Finnick y Johanna.
- Podríamos huir por el agujero del techo. - Contesto este primero. - La princesa logró aparecer por ahí. ¿Porque no subir?
- No me llames princesita. - Contesto la aludida poniéndose de pies y andando hacia el agujero. - Ven aquí Comadreja.
- Me llamó Finch. - Le contesté llegando a su lado.
- Me da igual. - Respondió mientras Finnick llegaba a nuestro lado.
- Dejar de discutir. - Dijo este.
Damián seguía disparando a los mutos, aunque no les hiciera daño, les retrasaba.
Finnick ayudó a subir a Johanna primero y después a mí. Unió sus manos para que pudiera coger impulso, y cuando logré agarrarme al final de una viga rota, él me dio impulso y logré sujetarme con la mitad del cuerpo.
Damián siguió mis pasos dejando a Finnick sólo. Cuando él llegó arriba, siguió disparando a los mutos mientras Finnick intentaba subir.
Finnick cogió la viga que habíamos utilizado para protegernos y la colocó de pies debajo del agujero. Él se subió a la viga, la cual estaba un poco inestable y Finnick corría el riesgo de caerse.
Cuando se agarró a la viga del suelo con seguridad, tiro al suelo con el pie la del suelo, haciendo que uno de los mutos se apartara hacia atrás.
Los disparos se frenaron, todos miramos a Damián al unísono, cual estaba buscando balas para recargar el arma.
- Me he quedado sin munición. - Dijo remarcando cada palabra.
Los gruñidos de los mutos sonaron más fuertes.
Uno de los mutos agarró con sus garras la pierna izquierda de Finnick. Este soltó un grito cuando el mutos clavo las garras y saco un arma de su pantalón.
Apuntó al ojo del muto y disparó.
El cadáver del muto cayó al suelo, de mientras nosotras ayudamos a Finnick a subir al piso.
Mire hacia Johanna, la cual llevaba un martillo en la mano. Puse los ojos en blanco al entender que ha si fue como rompió el suelo.
Ella se puso en el borde de agujero y se giró para sonreírnos.
Un muto empezó a subir por el agujero, pero antes de que pudiera llegar a donde nos encontrábamos, Johanna le propago un martillazo en la cabeza.
El cadáver cayó al suelo junto el segundo muto muerto, y el tercer muto se encontraba quieto, como si estuviera reflexionando sí subir o no.
- Deberíamos aprovechar para irnos, antes de que vengan más. - Propuso Finnick.
Los demás asentimos con la cabeza y le seguimos por el pasillo.
- Al final de este pasillo, a la derecha, hay un ascensor. Podríamos entrar y bajar hasta abajo por la salida de emergencia del ascensor. - Explicó Damián.
- ¿Estás loco? Nos esperan abajo con un escuadrón de agentes de la paz. - Grito Johanna.
- Que nos hallan mandado mutos en vez de agentes de la paz es una razón muy buena para pensar eso. - Explicó Finnick con calma. - ¿Pero porque no iban también a esperarnos arriba?Me quedé mirando por las ventanas del pasillo, hasta que vi unas luces que giraban por el piso de enfrente.
- ¿Y porque no aquí mismo? - Pregunté.
- ¿A qué te refieres? - Contesto Finnick mientras miraba por la ventana.
- ¡Agachaos! - Grito Damián mientras me tapaba con su cuerpo.Los cristales se rompieron con un gran crujido. Mire hacia atrás y visualicé un aerodeslizador con la marca del capitolio.
Cerré los ojos y me preparé para morir.Damián se levantó y me dio dos toques en el hombro. Abrí los ojos y volví a mirar al aerodeslizador. Finnick y Johanna se encontraban de pies, hablando con un par de soldados, al lado de una rampa.
Damián me tendió la mano para ayudarme a levantar. Acepte su ayuda y me levanté. Él seguida sujetándome para que no me cayera.
Era un aerodeslizador del capitolio, pero no eran ellos los que lo ocupaban.
El distrito 13.
Realmente estaban vivos.
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Comadreja: La vencedora [Pausado]
Fiksi PenggemarEn los 74º juegos del hambre Finch, la comadreja, fue la tributo femenina elegida en la cosecha para representar a su distrito. Después de estar durante todos los juegos escondiéndose y usando únicamente la inteligencia y su don de usurpadora, deci...