Finnick y yo corríamos por un pasillo. Todas las luces estaban apagadas y Finnick no respondía a mis preguntas. Solo me decía la misma frase una y otra vez <<Tranquila pelirroja. >>
Giramos a la derecha, después a la izquierda, y entramos en una sala oscura donde un grupo de personas se encontraban de pies y armadas. Entre ellas reconocí a Vibia e Ivette. Ninguna de las dos llevaban pelucas ni vestidos llamativos, iban igual que los demás.
- Ivette, ¿Qué está pasando? - Le preguntaba medio llorando mientras me acercaba a ella. - ¿Quiénes son estos?
- Tranquila pequeña. - Me contestó mientras me miraba a los ojos y ponía sus manos en mi cara. - Te sacaremos de aquí, te pondremos a salvo y después te lo explicaremos todo.
- Por favor, Ivette, intenta no darme más asco del que ya te tengo. - Bufó Johanna Mason desde el fondo de la sala. - Corta alas, has sobrevivido a los juegos, ahora te toca sobrevivir al capitolio.
- Johanna, no la asustes, y no la llames así, ella no mató a Katniss. - Protestó Finnick a mi espalda mientras se ponía delante mío para mirarme a la cara. - Yo, Johanna, Ivette y Damián, un soldado del distrito 2, te escoltaremos hasta un aerodeslizador que hay a unos 60 metros de distancia de aquí.
- Los demás escoltarán a Vibia, Effie Trinket, la conocerás por ser la escolta de los tributos del distrito 12, Cinna, el estilista de Katniss Everdeen, y Portia, la estilista de Peeta Mellark. - Nombro y señalo Ivette. - Los necesitaremos en el distrito 13.
- ¿Distrito...13? ¿No… esta... estabais destruidos? - Pregunté tartamudeando.
- En serio, es ridícula. - Bufó Johanna mientras rodaba los ojos. - Hay muchas cosas que no sabes, niña.
Con la última frase de Johanna en el aire, los antiguos vencedores de los juegos del hambre rompieron todos los cristales de las ventanas y empezaron a saltar por ellas. Finnick me agarró de nuevo por la cintura y me puso al borde de la ventana mientras me ataba con una cuerda. Cuando Johanna se aseguró de que estaba bien amarrada, me ordenó bajar, y empecé a descender por la pared. Cuando iba por la mitad del mano, mire hacia arriba y vi como Johanna empezaba a descender dejando a Finnick solo.
Hacía mucho viento, y el vestido me impedía bajar con seguridad, así que ignorando a las personas que me esperaban abajo, me arranque la tela del vestido hasta que me quedo por algo más que debajo de la cintura.
Damián, que iba por debajo de mí, silbo al ver lo que hacía mientras reía. Me puse colorada y le saqué la lengua, aunque sabía que a esta distancia él no lo vería. Damián tenía el pelo marron y los ojos azules, parecía joven, aunque no era capaz de calcular su edad exacta. Me pregunte porque alguien del distrito 2 querría unirse a una rebelión.
La cuerda empezó a moverse con fuerza hacia ambos lados. Johanna gritaba palabras obscenas desde arriba, mientras Damián gritaba que ninguno se preocupara. Mire a la ventana por la que había salido y me di cuenta de que Finnick ya no estaba. Me quedé helada al ver que agentes de la paz intentaban cortar la cuerda.
Sentí un gran impacto en un costado y caí dentro de una ventana para después aterrizar encima de cristales, con un cuerpo encima de mí.
Fin Nick se levantó y me ayudó a ponerme en pie, mientras me ayudaba a quitarme algunos cristales que se me había clavado. Tenía todo el brazo ensangrentado, así que me lo cubrí con la tela de la manga larga para que dejara de sangrar.
- ¿De dónde has saltado? - Le pregunté a Finnick.
Me giñó un ojo y me sonrío.
- De una ventana que había al lado, tú estabas demasiado absorta en tus pensamientos como para darte cuenta.
Cuando estábamos preparados, salimos de la habitación en la que habíamos entrado. Finnick me había dado una de sus dos armas después de decirme como dispararla. Íbamos los dos por el pasillo a la par, Finnick miraba de vez en cuando hacia atrás.
El camino se habría en dos pasillos. Finnick me ordenó quedarme quieta, mientras miraba a ambos lados. Escuché un sonido detrás de nosotros. Me giré de golpe, pero no había nada, ni nadie. Lo volví a escuchar, el sonido del crujido de la madera. Le di dos pequeños toques a Finnick para que él se diera la vuelta hacia mí. Pero él ya se había dado cuenta del sonido.
Finnick se apartó del borde del camino y se dirigió hacía el sonido. Y cuando se iba a girar para decirme que no había nadie, el techo se partió en dos después de un gran crujido.
Johanna cayó encima de Finnick, provocando que este soltara un grito de dolor. Ella se reía mientras se levantaba y se sacudía.
Damián apareció por el final del pasillo con arma en mano, fui a recibirlo con una sonrisa cuando empezó a disparar.
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Comadreja: La vencedora [Pausado]
Fiksi PenggemarEn los 74º juegos del hambre Finch, la comadreja, fue la tributo femenina elegida en la cosecha para representar a su distrito. Después de estar durante todos los juegos escondiéndose y usando únicamente la inteligencia y su don de usurpadora, deci...