Harmony:
Vi a mi amiga besarse con un chico de universidad, era bastante mayor, lo sé porque había oído por allí. Estaba desconcertada, ya que ellos estaban contra la pared. Madison se dio cuenta que la descubrí. Y me hizo un gesto con la mano para que me fuera, era el tercer chico que ella besaba en la fiesta.
Así que sólo me fui, e ingresé dentro nuevamente, aún seguía un poco mareada, pero estaba tranquila, todo en su lugar menos mal. Sentí que ya era momento de hablar con Jasper, en mi búsqueda por Madison perdí de vista a mi chico. Tomé un último trago a mi bebida, y yo misma me di el ánimo que necesitaba.
Lo busqué por dentro de toda la casa, luego fui hacia el patio enorme y tampoco lo encontré.
Entonces decidí ir al segundo piso, ya que sólo ese me faltaba, arriba también habían varios chicos tomando y fumando. Luego al fondo se escuchaban gemidos de las habitaciones.
Sentí un pellizco, y me asusté dando un grito desgarrador.
-No vuelvas a hacer eso, maldita sea!
-JAJAJA que tonta eres, enserio te asustas por un simple pellizco.
-Largo de aquí, ¿Qué quieres?
-¿Buscas a tu noviecito?
-¡Que te importa!-reclamé. Y seguí buscando, aunque Austin no dejaba de seguirme, sin duda le encantaba joder mi paciencia.
Ya daba por perdido mi intento de búsqueda, hasta que una de las habitaciones, que parecía más una biblioteca por el fondo, la puerta estaba abierta y vi el perfil de Jasper. Así que me decidí, arreglé mi cabello, y puse mi mejor sonrisa para verlo a pesar del olor alcoholizado que desprendía mi boca. Me disponía a entrar, hasta que paré en seco, no habían muchas luces prendidas, así que me encontraba bajo la sombra de la puerta.
Y vi como él se paró del asiento decidido, no veía con qué persona estaba ya que la puerta cubría su rostro, pero entonces agarró detrás del cabello con fuerza de una chica rubia, y la besó.
Fue un acto tan fugaz y deseado por él, veía la sorpresa de aquella chica rubia, algo inesperado para ella también.
Me dolió, iba a confesarle mis sentimientos al chico que yo amaba y él parecía estar ya flechado con otra chica, otra que sí le robó el corazón, mis ojos se humedecieron, y no paraban de brotar lágrimas, me quedé estática, no podía siquiera moverme, me sentía una completa estúpida, me sentía sola, como no lo había estado en mucho tiempo.
Cuando salí de ese trance no lo pensé dos veces así que me fui disparada de allí, aquella escena solo estaba torturándome, no me importó haber golpeado el brazo de Austin cuando trataba de escapar de aquella horrible sensación.
Sólo quería huir.
****
Jasper estaba enamorado de Tara por mucho tiempo, incluso desde antes que Harmony ingresara, y había esperado tanto el momento para declararle su amor, ella quedó estupefacta ante el acto, pues no se imaginó robar el corazón de alguien tan especial como él. Pero ella quería a Austin.
Al principio ella no notó la presencia de Har hasta que la vio huir, así como también observó a Austin detrás de ella, el cual también presenció la escena. Tara era bastante astuta, y usó eso a su favor, respondiendo al beso de Jasper, sonriendo por dentro seguramente.
Austin sólo miraba serio, hasta que se dio la vuelta y se fue de allí.
****
Sentía mi mundo arder, mis ojos llover y mi corazón endurecer.
Había tanta gente que incluso me costaba escabullirme entre ellos y salir de ahí, no quería seguir en esa casa, sólo quería beber hasta perder el conocimiento y pensar que lo que acabo de presenciar no es real, que sólo es un maldito sueño, uno del cuál ya quiero despertar.
De mis ojos seguían saliendo lágrimas, pude escuchar a Alice llamarme, la cuál se veía muy alarmada, pues miró mi rostro y supo que andaba mal. La ignoré, no quería dar explicaciones a nadie en este momento. Luego sentí la mano de alguien tocar la mía y guiarme hacia afuera, empujando a los demás para que pudiéramos salir rápido.
Austin me sacó de ese lugar, y aunque traté de soltar mi mano de la suya, me miró y me dijo:
-Intento sacarte de aquí ¿sí?
-No necesito que me ayudes, puedo irme sola.- terminé por desprender mi mano y me fui sollozando hacia la salida, desilusionada.
Estaba ya en la acera de la calle, caminando, tenía frío y aunque tuviera una casaca negra, esta no me abrigaba del todo, maldecía el día en que lo conocí, y lo miserable que me siento ahora.
Sé que era tarde, y probablemente tendría que caminar mucho tiempo más para salir de aquella residencia y buscar un taxi que me llevara a casa. Entonces unas luces iluminaron desde atrás y me siguieron el paso.
-¿No piensas subir?
Ignoré esa voz y seguí caminando.
-Hace mucho frío aquí afuera, la verdad no me importa, sólo intenté ser amable, pero¿sabes qué?, jódete.
Austin ya estaba por arrancar con velocidad su auto hasta que...
-Espera. Respiré hondo y me tranquilicé.- Disculpa, estoy muriendo de frío, ¿Me dejas subir?
Me hizo un movimiento de cabeza al lado para que subiera de copiloto. Y así lo hice, me subí y no dije ni una sola palabra.
Pero no podía más, así que me desahogué, lo necesitaba. Él me dio su hombro, y lo empapé con mis lágrimas y maldiciones. Jamás me hubiera imaginado llorar por un chico y mucho menos en la presencia de Austin, alguien tan vacío, pero en ese momento su compañía fue lo único que tuve.
Aveces no es la persona, es el momento.
-Creo que lo mejor será irme- dije limpiando mis lágrimas y tratando respirar correctamente.
-No, podría pasarte algo. Sé a donde ir- Austin arrancó su auto, con velocidad.
Me preguntaba por qué decidió ayudarme, acaso también ¿Tuvo una desilusión?¿El beso de Tara le afectó?. Condujo rápido, y paramos cerca de la carretera. Estacionó el auto saliendo de la pista, nos fuimos por un camino de tierra y paramos en una área donde habían algunos árboles, la luz de luna iluminaba ese lugar en todo su esplendor.
Nos bajamos del coche y él se puso sobre el capó del auto, me invitó a que me sentara junto a él, por un momento dudé, pensé que se hundiría la parte delantera de este, pero era bastante resistente.
-Vaya que eso ha dolido. Pensé que él también estaba enamorado de ti.
-Pues pensamos mal, soy una tonta.
-Sí, lo eres.- lo miré molesta- Supongo que pasa hasta en las mejores historias de amor.
-No debería hablar de esto contigo, no eres la persona más adecuada, para contarle mis problemas.
-Pero por ahora soy lo único que tienes.
Y le conté todo, desde el primer día que Jasper y yo nos conocimos, y la manera en la que poco a poco fui queriéndolo, aún lo quiero de echo. Austin seguía con su mirada seria, no emitía ningún gesto, ni siquiera de curiosidad. No sé si era porque se protegía a sí mismo, o porque simplemente no tenía sentimientos.
-¿Nunca te has enamorado?- pregunté.
-No, yo no tengo tiempo para esas cosas.
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El arte de consumirnos
Novela JuvenilNo siempre las almas gemelas, pueden ser amantes. Y no todos los amantes terminan juntos. Sé que nos volveremos a encontrar. Quizá en otra vida [...] TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.