III

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Dinastía Joseon

Año 1591

Lee Hyunwoo

—Hyunwoo, sabes que yo siempre te apoyo en todas las decisiones que tomas, pero hacer esto no me parece buena idea —opinó Byun, mirando con nerviosismo al príncipe heredero, tenía un mal presentimiento de esto y no podía simplemente dejarlo pasar.

—Baekhyun, tú sabes que más que un eunuco eres un hermano para mí y siempre que quiero hacer algo pido tu opinión, pero hoy te estoy ordenando como príncipe heredero que me lleves a donde tienen al prisionero. —exclamó el castaño, sin dejar que el chico lo persuadiera a cambiar de opinión.

—Bien, solo prométeme que no volverás a verlo después de hoy —pidió el mayor. Hyunwoo se limitó a asentir, no quería prometer algo que sabía que no cumpliría pero si no lo hacía su amigo no lo llevaría a donde tienen al chico Goryeo, por lo que guardo silencio después de eso y siguió al eunuco cuando este comenzó a caminar.

Byun Baekhyun, si le pidieran que describiera al chico con tan solo una palabra podría decir: "hermano", o tal vez "familia". Cualquiera de esas dos palabras quedarían como anillo al dedo. Baek había estado a su lado en gran parte de su vida -por no decir que en toda-, era tan solo un mes mayor que él pero parecía ser muchísimo menor, a Hyunwoo le gustaba molestarlo con que tenía cara de bebé por lo mismo. La señora Sohyun (madre del eunuco) había trabajado durante mucho tiempo con su familia y era muy cercana a su madre, fue de esta forma como ellos se conocieron e hicieron amigos, sin embargo la mujer fue despedida de su trabajo dentro del palacio cuando ellos tenían 16. Se vieron obligados a distanciarse durante un año entero, hasta que Baek regreso al palacio doce meses después con la intención de ser el Eunuco encargado de Hyunwoo, intención que sorprendentemente fue aceptada por su padre.

Baekhyun y su madre eran lo que el príncipe tenía y podía considerar familia.

—Su alteza...

Los hombres que se encontraban haciendo guardia afuera del lugar no tardaron en realizar una reverencia, preguntándose qué era lo que hacía ahí el príncipe heredero, pues hace apenas unos días el rey les había dado la orden de que no se le permitiera el acceso.

—Vengo a ver al joven Wang —explicó el más alto.

Los guardias se miraron entre sí algo confundidos, sabían que el príncipe no tenía permitido visitar al prisionero pero tampoco podían ir en contra de su petición, pues eso les traería consecuencias negativas.

—Por supuesto alteza.

Se giraron hacia la gran puerta y comenzaron a quitar las cerraduras, abriendo a los pocos segundos y adentrándose ellos primero al fúnebre y asqueroso calabozo.

— ¡Muestre respeto hacia su alteza! —gritó uno de los guardias antes de permitirle pasar.

Hyunwoo no pudo evitar sentir una terrible decepción al ver la situación en la que se encontraba el chico, la cual había sido ocasionada por su padre. El frío dentro de aquel lugar era mil veces peor que afuera, la oscuridad consumía por completo la habitación y estaba seguro de que no habría podido ver al muchacho si el guardia no le hubiera entregado la antorcha con la que estaba alumbrando. El joven volteo a verlo con total desprecio y Hyunwoo no lo culpaba por mirarlo de esa manera, si él estuviese en su situación también sentiría tanto odio y rencor hacia el hijo del responsable de todo.

𝑬𝒗𝒆𝒏 𝒊𝒏 𝒕𝒉𝒊𝒔 𝒍𝒊𝒇𝒆 ✧ s.ʜ.ᴡ ﹢ ʏ.ᴋ.ʜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora