𝑬𝒗𝒆𝒏 𝒊𝒏 𝒕𝒉𝒊𝒔 𝒍𝒊𝒇𝒆 ✧ s.ʜ.ᴡ ﹢ ʏ.ᴋ.ʜ

XIII

Dinastía Joseon

Año 1592

Lee Hyunwoo

El príncipe heredero se había encontrado ensimismado en sus pensamientos durante toda la mañana y estos tenían algo en común: cada uno de ellos tenía algo que ver con Kihyun, aunque sea mínimo, todo giraba en torno a él.

Hyunwoo se la pasó todo ese tiempo en su habitación, pidió no ser molestado por nadie y simplemente pasó la mañana pensando en diversos temas. Cuando creyó tener una respuesta para aquellos pensamientos decidió que tenía que redactar una carta, pero estar en su cuarto no lo inspiraba, no sabía cómo escribir aquello que estaba sintiendo y pensando, así que tomó la hoja, la tinta y la pequeña brocha para después salir de la habitación con un solo destino en mente: el campo donde solía juntarse con Kihyun.

Llegó a su destino en unos cuantos minutos, se sentó en el suelo y respiró profundo, visualizando en su mente las ideas que quería escribir antes de redactarlas en la hoja.

Después de un rato la carta estaba finalizada y lista para ser entregada en el momento indicado.

­— ¿Hyunwoo?

Al levantar la cabeza el castaño pudo ver a Kihyun parado a unos metros de él, parecía que acababa de llegar al lugar. Hyunwoo tomó la carta que había terminado hace apenas unos minutos, doblándola lo más rápido que pudo para que el contrario no alcanzara a verla, el pelinegro no tardo en dirigirle una mirada de confusión.

— ¿qué estás haciendo aquí, Kihyun? —le preguntó, levantándose del suelo e intentando actuar con normalidad.

—Eso debería de preguntártelo yo a ti, el eunuco Byun me dijo que estabas en tu habitación y que no querías ver a nadie, pero vengo y te encuentro aquí en medio de la nada y escribiendo muy concentrado —contestó, evidenciando su desconcierto.

—Estaba en mi cuarto hasta hace un rato, quería salir y solo se me ocurrió este lugar para hacerlo y relajarme —explicó el mayor, aun con la carta escondida detrás de su espalda.

—Que coincidencia, yo pensé exactamente lo mismo, por eso estoy aquí, no sabía que tú estarías aquí también.

— ¿Cómo saliste del palacio? —cuestionó el príncipe heredero, pues tenía entendido que el menor no podía salir a menos de que fuera acompañado.

—Kyungsoo me acompaño, pero luego regreso al palacio porque dijo que tenía algo pendiente que hacer —explanó—, parece que ya tengo su confianza, si no fuera así no me habría dejado aquí solo —dijo con entusiasmo, Hyunwoo sonrió al verlo más contento que en días anteriores.

—Probablemente ese asunto pendiente tuviera de nombre Kim Jongin, si es por él no me sorprende que te haya dejado a tu suerte.

—Creo que si lo mencionó —murmuró algo pensativo, tratando de recordar si así fue—. Da igual, ahora dime que escondes detrás de tu espalda, ¿es una carta?, ¿Para quién es? —cuestionó, acercándose al mayor para poder observar lo que estaba resguardando.

—Yo...

Y justo cuando Hyunwoo iba a tratar de excusarse, el Oficial Kim Jongdae llegó corriendo, interrumpiendo la conversación.

— ¡Su alteza!, el rey solicita su presencia urgentemente —exclamó como pudo, apoyándose en sus rodillas y tratando de recuperar el aliento.

— ¿De qué se trata, Jongdae? —preguntó Hyunwoo, mirando con preocupación al oficial. Kim miro al príncipe heredero y luego a Kihyun, observándolo con cierta desconfianza y pensando si era buena idea decirlo enfrente del pelinegro, al final decidió hacerlo porque de cualquier forma se terminaría enterando.