Una nueva aventura le espera a Kagome, en donde tendrá que enfrentar los mayores obstáculos que se crucen en su camino para llevarla acabo su propósito.
Asi que no se dara por vencida, ya que a pesar de todo siempre habrá UNA LUZ ENTRE LA OSCURIDAD...
En un sendero en medio de frondosos arboles se podía aprecia a un cansado Tomioka, sus pasos eran pesado por el agotamiento que el entrenamiento especial ocasiono en su cuerpo.
Muy pocos cazadores habían logrado terminar completamente el entrenamiento, por lo que Tomioka como el resto de los Pilares habían optado por concluirla de manera general, claro que con la previa autorización del Patrón.
Giyuu llego a su Finca pasado del mediodía, le causo algo de extrañeza no encontrar a nadie que lo recibiera, pero después lo dejo de lado pensando tal vez que fueron de compras. Sin más se dirigió a su cuarto a descansar, y debido a la fatiga que presentaba su cuerpo se durmió con el uniforme puesto.
El pelinegro se despertó cuando el ocaso empezaba a hacerse presente, salió de su habitación para ir hacia el comedor en busca de los cuatro habitantes restantes del lugar, sin éxito al no encontrar a ninguno; estaba a punto de gritar el nombre de la chica cuando Eiko apareció posándose en su hombro.
- Oh eres el cuervo de Kagome, si tú estas aquí quiere decir que ella también-
- Siento contradecirlo Tomioka-san, pero Kagome no se encuentra en ningún lado de la Finca, Craw-
- ¿Cómo que Kagome no está? -
- Así es Tomioka-san, salió muy apresurada desde anoche con los chicos-
- ¿Te dijo a dónde iba? -
- Lamento decirle que no Tomioka-san, esa fue la única indicación que me dio antes de partir-
- Tal vez no sea nada grave, ella es algo inquieta, esperare a que regrese y me dé una explicación-
Ese fue el último pensamiento que tuvo el Pilar antes de ingresar al inmueble, sin imaginar que más tarde un inesperado suceso ocurriría.
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El cielo se cubrió del oscuro manto de la noche, el silencio era tal que el canto de los grillos eran el perfecto conjunto de ese ambiente, pero en una residencia se encontraba de pie parada frente a la entrada de una habitación la figura de un hombre, el cual portaba una pulcra vestimenta; dicha "persona" era nada más y nada menos que...
- Así que al fin te dignas a presentarte- Expreso la gentil voz de Kagaya al recién llegado – Kibutsuji Muza- Completo mientras se ponía de pie.
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- Pensé que te encontraría en pésimas condiciones Ubuyashiki, pero en lugar de eso te vez completamente bien - Respondió el demonio – Aunque eso debo agradecérselo a la cazadora que te trato, la peculiar habilidad que posee rompió completamente la maldición por la que a recaído en tu familia por años-
- Maldición que originaste por culpa de tus egoístas acciones- Contesto de manera serena –Y no habrá forma en el mundo para agradecer a la persona que me brindó la oportunidad de conocer al ancestro que cayó en un oscuro abismo; y así termina con su existencia de una vez por todas-
