UNA LUZ ENTRE LA OSCURIDAD (TERMINADA)

CAPÍTULO 25

- Es bueno saber que ya se encuentra mejor Higurashi-san, estuve al pendiente de su estado desde que llegué a este lugar-

- Y me alegra saber que estas mejor de salud Hideki- Sonrió la azabache - Discúlpame por no haber regresado por ti-

- No tiene por qué disculparse, usted estaba en un estado delicado, por suerte las personas encapuchadas que llegaron al lugar accedieron a traerme aquí-

Kagome se encontraba platicando muy amenamente con el joven que había conocido en su misión en el tren, este se había presentado con el nombre de Hideki y que tenía quince años, casualmente tenía la misma edad que Tanjiro.

- Y no podría estar más agradecida por ello... Por cierto ¿Tu familia no estará preocupada por tu ausencia? - La ojiazul se arrepintió de inmediato al ver formarse un semblante triste en el chico.

- Yo no tengo familia- Soltó triste - Ellos me abandonaron hace un par de años- La azabache soltó un pequeño jadeo de indignación- No soportaron la idea de cargar con una persona enferma y en la menor oportunidad se fueron de casa, dejándome a mi suerte-

-Ahora entiendo por qué se dejó manipular por Enmu, sin que nadie lo apoyara en el momento en que más lo necesita provoco en él una gran desilusión- Miro con determinación a Hideki - Me encargare que de ahora en adelante sienta por primera vez un apoyo y cariño sincero-

Hideki se había sumido en su pequeña depresión, cuando sintió su mano ser tomada con delicadeza, dejándolo asombrado y sacándolo de su estado de ánimo.

- Quiero que sepas que era enserio lo que te dije en el tren, no te pongas así por gente que no puede valorar a tan lindo muchacho- Los ojos de Hideki empezaron a llenarse de lágrimas- Así que aprovecha al máximo esta gran oportunidad que te da la vida y ante cualquier problema puedes contar plenamente con mi ayuda- Al finalizar, la chica apretó un poco más su agarre a la vez que una sincera sonrisa se formaba en sus labios.

Desde que sus padres lo abandonaron Hideki no creía que aun existiera gente buena, ya que ni siquiera sus propios familiares quisieron ayudarlo cuanto menos un desconocido, pero frente a él se encontraba alguien que le brindo su ayuda sin aun conocerlo, alguien que arriesga su vida con tal de salvar la de otros, sin duda alguna tuvo la suerte de toparse con alguien de buen corazón.

Kagome sintió como Hideki la abrazaba a la vez que lloraba, esto al principio la tomó por sorpresa, pero después de unos segundos le correspondió el abrazo, sabiendo que él atravesaba por un cruce de emociones y que lo que más necesitaba es sentir que no estaba solo, por lo que le acaricio suavemente la cabeza, logrando que de esta forma terminara de desahogar todo el sufrimiento por el que había pasado.

- Lamento haber mojado su ropa Higurashi-san-

- No tienes que disculparte Hideki, es bueno desahogar todo ese sufrimiento que se tiene dentro de uno mismo, para que así el día de mañana puedas seguir adelante con renovadas fuerzas- Sonrió al recordar similares palabras de parte de su pareja tiempo atrás.

Estuvieron así por aproximadamente media hora, hasta que el mismo Hideki dejo de abrazar a la azabache y tomar nuevamente asiento.

- ¿Ya te sientes mejor? - La ojiazul recibió un asentamiento como respuesta- Eso es bueno, así podremos hablar sobre el lugar donde vivirás de ahora en adelante- El chico volvió a asentir- Estaba pensando en que te vinieras a vivir conmigo, ¿Qué opinas? -

- ¿Esta segura? No quisiera ser una molestia, mucho hace con ayudarme con mi tratamiento-

- Claro que no lo es, aunque primero que nada debería de hablarlo con mi pareja, ya que él es el propietario del lugar en donde vivo-