CAPÍTULO 10

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- Tenias razón Yahaba, apareció un edificio donde no había nada- Hablo sonriente la mujer demonio.

- Usaron una técnica de demonio de sangre de ocultación... ¿La cazadora de demonios esta con demonios? ¿Qué significa esto? - Pregunto sorprendido el demonio varón.

La chica se preparaba para volver a lanzar las bolas temari, pero antes fue detenida por su compañero, quien la reprimió por su actitud y recordarle el objetivo de su misión. La chica llamada Susamaru solo asintió y lanzo de nuevos sus temaris hacia Kagome y los demonios que ahora estaban visibles.

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- ¿Esos chicos serán esbirros de Kibutsuji? - Pensaba Yushiro sorprendido protegiendo aun a Tamayo.

-Presentan un aroma distinto a los demonios con los que me enfrente anteriormente, se acercan un poco al aroma de Muzan, tal vez sean fuertes, no debo bajar la guardia- Pensaba la azabache seriamente aun abrazando a sus hermanos.

La demonio volvió a lanzar sus temaris hacia ellos, Yushiro se colocó delante de Tamayo para evitar que la lastimara, pero de manera repentina la pelota cambio de dirección por lo que el peliverde se preparó para el impacto cerrando los ojos, pero al no sentir nada los fue abriendo solo para ver con sorpresa como dicho objeto se había "detenido" a escasos centímetros de su rostro para después regresar a su dueña.

- ¿Pero qué rayos ocurrió? - Pregunto incrédulo Yushiro después de salir de su estupor.

- Eso fue gracias a mi pelo de apio tierno, coloque una barrera protectora sobre nosotros, pero...- La ojiazul vio con pesar como su barrera desaparecía poco a poco- Es todo lo que pudo aguantar, estamos vulnerables ahora- EL peliverde la veía confundida – Cuando salgamos de esto Tamayo-san te lo puede explicar-

Tanto la azabache como los demás oyeron hablar a la chica de los temari.

- Tú eres la cazadora de demonios que lleva una máscara de zorro-

- ¿Vienen por mí? – Pensó confundida Kagome - ¡Tanjiro, Nezuko, lleven a Tamayo-san y al peliverde a un lugar seguro, yo me encargare de ellos! – Indico esto a sus hermanos quienes ya habían adquirido su tamaño real.

- Kagome-san, pelea sin preocupaciones, no es necesario que nos protejas, recuerda que nosotros somos demonios- Hablo la médico tras haber escuchado las palabras de la joven.

- No he olvidado eso Tamayo-san, pero no por eso voy a dejar que los lastimen-

Tanto Yushiro como Tamayo quedaron sorprendidos, nunca esperaron conocer a alguien que al saber que eran decidía defenderlos a toda costa, pero el asombro les duro poco ya que la chica había vuelto a lanzar los temaris.

-Aunque la esquive, la bola gira...Usare la postura más rápida de las diez que conozco... ¡Concentración Total! ¡Respiración de Agua! ¡Séptima postura! ¡Gotas Ondeantes Perforadoras!... ¡Curva! –

Kagome logro detener la temari atravesándola con la katana, pero en eso volvió a actuar separándose del arma y volver con su dueña, fue entonces que la azabache por fin descubrió por qué las temaris se movían "solas".

- ¡¿Tamayo-san, mocoso que hacen aun aquí?! ¡Vayan a ponerse a salvo! – Exclamo la azabache con la vista enfrente.

- ¡A Tamayo-sama no le des ordenes chica estúpida! ¡Ten más respecto! – Respondió un molesto Yushiro.

- No le estoy ordenando idiota! – Contraataco la ojiazul.

- Parece que chillan mucho por haya- Exclamo sonriente Susamaru mientras se quitaba su kimono quedaba a lo que Kagome le parecía un sostén deportivo, reía como una desquiciada- ¡Consideren un honor que los mate una de las Doce Lunas Demoníacas! – Entonces a ella le crecieron otros cuatro brazos y sus temaris fueron duplicándose hasta haber seis, una para cada brazo.

UNA LUZ ENTRE LA OSCURIDAD (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora