CAPÍTULO 3

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- ¿Por qué los proteges? – Pregunto serio el pelinegro de ojos azul marino, quien miraba seriamente a la joven frente suyo.

Esa pregunta regreso a la azabache a la realidad, por lo que sin más se dignó a responder.

- Ellos son mis hermanos menores, la única familia que me queda-

Tras decir eso tanto Tanjiro como Nezuko empezaron a gruñir a la vez de querer escapar de su agarre.

- ¿Esas cosas son tus hermanos? -

Kagome frunció el ceño al escuchar tal comentario despectivo, decidió ignorar un momento a ese hombre para enfocarse en sus hermanos, hizo fluir un poco de su poder para poder tranquilizarlos, tal vez ya no tenía suficiente reiki para levantar una barrera sobre ellos, pero si la suficiente para otras cosas.

Al ver que ambos se habían calmado, dirigió su vista hacia el cazador, el cual tenía una mirada sorprendida al ver la forma en que ella había logrado tranquilizar a sus hermanos.

- ¿Qué fue lo que hiciste? – Pregunto el cazador después de haber logrado salir de su estupor.

- Es algo que si te digo me tomarías a loca, por lo que me reservo el contestarte-

Esa contestación no lo tomo a bien el cazador, por lo que se abalanzo hacia ellos; la azabache al notar esto trato de cubrir a los niños con su cuerpo, pero de un momento a otro ella tenía los brazos vacíos. Al levantar la cabeza pudo notar con horror como el cazador tenía a Tanjiro y Nezuko en su poder, quienes empezaron a forcejar al ya no sentir la calidez de la mayor.

- ¡Maldición, suelta a mis hermanos en este instante! - Tras decir esto de manera seria empezó a acercarse a ellos.

- ¡No te muevas! – Exclamo el cazador haciendo que Kagome se detuviera – Mi trabajo es matar demonios, por lo que les cortare la cabeza a tus hermanos-

- Tengo una ligera idea de lo que trata tu trabajo, pero por favor escúchame, ¡Ellos no hirieron a nadie! Te lo puedo asegurar, esto fue obra de otro demonio, percibí su olor en mi casa, te puedo asegurar que ese maldito asesino a mi familia, ellos solo son víctimas de tan desafortunado suceso, ¡Ellos jamás lastimarían a alguien inocente! – Hizo una pausa para recuperar algo de aire - Estoy consciente de que ahora son demonios, aunque siendo sincera no tengo ni idea de por qué se transformaron, pero...- No termino de hablar cuando el pelinegro contesto su interrogante.

- Eso es sencillo, se transformaron porque entro sangre de demonio en sus heridas, esa es la forma en la que se multiplican los demonios devora hombres-

- ¿Es que estas sordo o estúpido? ¡Te he dicho que ellos jamás devorarían a un humano! - Exclamo la azabache molesta.

- Cuidado con tus palabras muchachita tonta, además eso es difícil de creer, por si no lo recuerdas estaban a punto de devorarte a ti, a su propia hermana-

- ¡Ellos me reconocen! Además, no dejare que lastimen a nadie ¡Hare que vuelvan a ser humanos ¡Lo juro! -

- Esto no tiene cura... un demonio no puede volver a ser humano-

-Eso no me va a detener, ante todo pronóstico encontrare alguna manera para salvarlos, también encontrare al maldito que asesino a mi familia, lo encontrare y lo aniquilare, cueste lo que cueste arreglare todo-

El cazador no le tomo mucha importancia a las palabras de la azabache, por lo que solo apunto a la cabeza de Tanjiro con su katana.

- ¡Detente por favor! ¡Maldita sea detente! - La situación estaba sobrepasando con crees a Kagome, no sabía que más hacer para detener al pelinegro, por lo que cayó de rodillas a la fría nieve, sintiendo una desesperación sin igual, por lo que colocándose en una pose de súplica continuo con sus palabras – No me arrebates a nadie más... no mates a mis hermanos...te lo ruego...si lo haces yo...no tendré motivos para vivir-

UNA LUZ ENTRE LA OSCURIDAD (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora