EPÍLOGO

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- ¿Segura que te sientes bien Kagome? – Vio a la chica asentir - ¿Segura? – El pequeño deje de preocupación aún permanecía en la voz del chico.

- Muy segura Giyuu, tal vez sea solo el cansancio de las misiones que he hecho sin descanso – Eso no convenció mucho al pelinegro ya que la palidez en el rostro de su esposa era muy notoria – Si te tranquiliza iré con Shinobu-san a que me haga una revisión esta tarde ¿Te parece bien? -

- De acuerdo – Acepto no muy convencido – Pero iré contigo -

- De eso nada, tienes que partir a una misión con Tanjiro en un par de horas –

- Pero Kag, es una misión de casi cuatro meses – Renegó por ello - No podré estar tranquilo sin saber nada de ti –

- Lo comprendo cariño, pero también tienes que ser consciente de la situación – Acaricio con suavidad la mejilla del contrario – En cuanto Shinobu-san me dé respuesta te lo hago saber con Eiko ¿Qué te parece? – Lo beso con suavidad después de terminar de hablar.

- ¿Me prometes que me dirás si es algo malo? -

- Te lo prometo – Sonrió para después besarlo – Te dejo –

Sin más Kagome salió de la habitación para que su esposo empezara a alistarse, se le cruzo por la mente ir a hacerle compañía a una ya no tan pequeña Nezuko, quien se encontraba con Hideki en el patio trasero tal vez arreglando el pequeño jardín que su hermano peliburdeo le había hecho; mientras caminaba a paso lento se hundió en sus pensamientos.

- No puedo creer que hayan trascurrido dos años desde que nos casamos y casi tres de la derrota de Muzan- Soltó una pequeña risa – Irónicamente se siente como si fuera ayer -

La ojiazul actualmente tenia veintidós años y su amado pelinegro veinticinco; durante ese tiempo ellos aún se encargaban de eliminar demonios ya que, aunque habían derrotado a Kibutsuji los demonios aun existían, por una mala broma del destino algunos demonios adquirieron la habilidad de crear más de su especie.

Pero a pesar de todo estaban logrando controlar la situación manteniendo los niveles de mortalidad humana en lo más mínimo, aunque significara más trabajo para ella y sus amigos ¿La razón? Pues la mayoría de los cazadores habían demitido de la Organización justamente unas semanas antes de que esta problemática se hiciera presente.

Los pocos cazadores que quedaban apenas daban abasto para misiones de menor peligrosidad, por lo que tanto Pilares como Tsugukos tenían que formar equipos con ellos.

Kagome se llevó una gran sorpresa al descubrir que su hermano Tanjiro quería hacerse un cazador, ella tenía la intención de hacer que el peliburdeo cambiara de opinión, pero quien tuvo que cambiar de opinión fue ella al escuchar una pequeña conversación que el menor tuvo con su marido.

"- Quiero convertirme en un cazador, uno muy fuerte como Kagome-nee-san y salvar a la gente de esas horribles criaturas al igual que ella-"

"- Si esa es tu decisión no soy quien para impedírtelo, pero primero deberías decírselo a tu hermana y si ella acepta, yo me encargare personalmente de entrenarte-"

Eso conmovió mucho a la azabache, por lo que sin que Tanjiro lo supiera ya contaba con tu total aprobación; pero había un pequeñísimo detalle que el matrimonio Tomioka había olvidado, desde que se había casi disuelto la Organización, el evento de la Selección Final en el Monte Fujikasane había sido cancelada.

Sin embargo eso no fue impedimento alguno para la señora Tomioka, por lo que enseguida empezó a buscar la nichirinto que en años remotos había pertenecido al creador de Respiración Solar y la cual termino en sus manos. En el mismo instante en que la había encontrado, inmediatamente se la otorgó a un confundido Tanjiro, quien después le agradeció con un fuerte abrazo enseguida de que ella le había explicado la razón de ello.

UNA LUZ ENTRE LA OSCURIDAD (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora