CAPÍTULO 13

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Ya era de noche cuando Eiko los guió a una casa con un blasón de Glicinias, haciendo que a Kagome se le iluminaran los ojos de alegría.

- ¿No es una broma verdad Eiko? - Preguntaba con entusiasmo a la mencionada, quien se encontraba ahora reposando en sus manos.

- En absoluto Kagome Craw-

- Kagome-chan ¿Podrías por favor explicarme lo que sucede? – Pregunto un curioso Zenitsu quien veía la pequeña conversación que tenía la azabache con su cuervo. La ojiazul estaba a punto de hablar cuando fue interrumpida por su compañera.

- Te lo explicare yo Craw- Empezó a hablar la ave dirigiendo su atención al rubio- Este tipo de lugares se utilizan la mayoría de las veces para que los cazadores se recuperen de sus heridas Craw, en su caso solo tendrán que reponer energías ya que sus heridas fueron sanadas Craw- Hizo una pequeña pausa- Y gracias a ustedes par de zopencos Kagome requerida por lo menos tres días para recuperar las energías que utilizo al curarlos- Esto lo dijo dirigiendo una mirada asesina a ambos chicos pero mayormente en Inosuke, quien era el mayor responsable de todo el dilema.

- ¿Me estás diciendo que podemos descansar sin preocupaciones? - Exclamo incrédulo Zenitsu solo para ver al cuervo asentir en respuesta.

Sin tiempo que perder los tres cazadores se dirigieron a la entrada de la casa para ser recibidos por una amable anciana.

La amable señora los ingreso a la casa al saber que eran cazadores, ya dentro esta les preparo unas cómodas yukatas mientras lavaban sus uniformes, después de cambiarse la señora ya les tenía preparada la cena, en este punto Zenitsu empezó a gritar que la anciana era un demonio ya que para él no era normal la velocidad con la que la señora se movía, así que Kagome lo golpeo fuerte en la cabeza para que se callara.

Estaba comiendo cómodamente, hasta que Inosuke volvió con sus provocaciones hacia la chica, al principio esta lo ignoraba, pero todo cambio cuando el ojiesmeralda se proponía a querer robar su comida, esta sin más le propino un fuerte puñetazo en el rostro que lo mando de espaldas al suelo, luego la ojiazul tomo la bandeja de su comida para después dirigirse al cuarto que le habían asignado solo a ella y dejando a un asustado Zenitsu.

Cuando llego a su habitación coloco la bandeja a un lado de su futón para tratar de tranquilizarse un poco y luego hablarle a sus hermanos.

- Tanji, Nezu, pueden salir- Hablo suavemente la chica.

Sin más los pequeños salieron de la caja para dirigirse hacia su hermana y abrazarla con cariño, siendo correspondidos con el mismo afecto por la mayor.

- ¿Qué les parece si comemos afuera? – Los menores asintieron de inmediato así que ella tomo la bandeja y se dirigió hacia la puerta que daba al patio trasero seguida por sus hermanos.

La azabache llamo a Eiko para que así todos cenaran con tranquilidad, la chica había percibido el aroma de una persona ajena a la casa, pero lo dejo pasar ya que no era una amenaza ni para ella y sus hermanos.

Después de aproximadamente una hora los niños se acostaron en el suelo para empezar a jugar con el cabello de la azabache, pero de un momento a otro Zenitsu entro sin pedir permiso a la habitación pidiendo ayuda, ya que Inosuke quería golpearlo por algo sin importancia. Cuando este y el cabeza de jabalí vieron la escena se quedaron mudos, por lo que la ojiazul no tuvo de otra más que explicarles todo lo relacionado con sus pequeños hermanos.

Cuando termino de explicarles Inosuke se retiró a su cuarto mientras Zenitsu trato de acercarse a abrazar a la pequeña pelinegra (La cual estaba en su tamaño normal), quien se encontraba jugando tranquilamente con Eiko, esta al notar la presencia del rubio inmediatamente se escondió detrás de la mayor, eso no fue un impedimento para el ojidorado, así que empezó a caminar hacia la azabache, pero al parecer hoy no era su día de suerte.

UNA LUZ ENTRE LA OSCURIDAD (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora