UNA LUZ ENTRE LA OSCURIDAD (TERMINADA)

CAPÍTULO 42

Kagome se encontraba meditando bajo una cascada, la cual poseía una gran fuerza de caída, además de que la temperatura del agua era tan baja que podría provocarle hipotermia a una persona normal

Pero eso no era ningún problema para la azabache, no era la primera vez que realizaba esto, no solo en su vieja vida, sino también en el entrenamiento que tuvo con el antiguo Pilar del Agua; desde el primer día que llego esa etapa del entrenamiento es la que completo en tiempo record, donde sí tuvo dificultades fueron en las dos últimas etapas, las cuales trataban más de fuerza física.

Al tercer día de su llegada la ojiazul pudo levantar los tres pesados troncos y sostenerlos por un lapso de diez minutos; la última etapa fue aún más tarda ya que consistía en mover una gran y pesada roca por el pueblo, pero gracias a la ayuda de Genya, el cual había ido a visitar al Pilar, fue que completo todo el entrenamiento en una semana.

Pero sin que el Pilar se percatara de su presencia, ella había optado por quedarse otro día, ya que a criterio de la misma necesitaba realizar una meditación más larga.

- Higurashi ¿Aun sigues aquí? - Cuestiono de manera serena el Pilar de la Roca – Ayer finalizaste mi entrenamiento, daba por hecho de que te habías ido a la otra estación-

El hombre escucho como la chica abría los ojos con suma lentitud, esta fijo su mirada en el para después levantarse y dirigirse hacia su dirección.

- Lo que sucede es que necesitaba fortalecer reiki y la manera más efectiva de hacerlo es meditando debajo de una cascada- Rio algo nerviosa- Espero no haberle ocasionado alguna molestia Himejima-san-

- En lo absoluto Higurashi, de hecho de no ser por un cazador que hizo un comentario ni me hubiera percatado- Escucho a la ojiazul reír suavemente- Me alegra saber que hay alguien que considere la meditación como una parte fundamental del entrenamiento-

- Eso es lo que mis antiguos instructores me inculcaron Himejima-san, la mayor fuerza de uno mismo fluye cuando uno logra que la mente y el cuerpo sean uno, es decir que ellos se encuentren en una imperturbable sincronía-

Esas palabras hicieron que el mayor plasmara una pequeña pero notoria sonrisa en su rostro, ya que era raro que chicos de esa edad pensaran de aquella manera.

- Es hora de irme Himejima-san, fue un gran placer de realizar este módulo- El pelinegro escucho como la chica realizaba una reverencia- Cuídese mucho-

Sin más Kagome fue en busca de sus cosas para emprender marcha al penúltimo modulo, que era nada más y nada menos que con su maestro.

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-Pensé que Rengoku-san realizaría su estación de entrenamiento en su Finca- Se preguntó algo extrañada después de que Eiko le había dado la dirección en donde se encontraba el Pilar, el cual era nada menos que en una gran fuente de aguas termales- ¿Me pregunto qué objetivo tendrá el entrenar aquí? –

Debido al intenso calor que hacia (Producto de la gran cantidad de vapor que emanada de las pozas) Kagome procedía a tomar un poco de agua, pero de un momento a otro tuvo que saltar hacia atrás y evadir un repentino ataque, por inercia la azabache estaba apunto de contraatacar, pero una muy conocida voz logro frenarla.

- No podría esperar menos de mi Tsuguko- Hablo el rubio de mechas rojas de manera alegre- Ya ansiaba el momento en que llegaras Kagome-

- Un gusto verlo Kyojuro-san- Respondió con una sonrisa- Lista y preparada para nuevamente entrenar con usted-

- Esas la actitud mi chica, sígueme para ir hacia donde se encuentran el resto de cazadores- Señalo hacia la izquierda con su cabeza – En el camino te explico en que consiste este módulo- Alumna y maestro comenzaron a caminar – El objetivo de estar aquí es más que nada una forma de adquirir resistencia a las altas temperaturas durante alguna pelea con un demonio o dado el caso de que alguno haga equipo conmigo no se vea afectado por la temperatura que emanan de mis posturas- Termino de hablar en el preciso momento en que llegan a su destino.