UNA LUZ ENTRE LA OSCURIDAD (TERMINADA)

CAPÍTULO 17

Un Kakushi se encontraba tratando de despertar a una inconsciente Kagome, esta poco a poco empezó a abrir los ojos, al ya tener al cien sus sentidos empezó a mirar a su alrededor, ya que no lo reconocía.

Después enfoco su mirada a las personas que estaban frente a ella, seis para ser más precisa, pero los dejo en segundo plano, ya que no veía la caja de sus hermanos y esto la preocupo sobremanera, intento pararse percatándose de algo que había pasado por alto, estaba amarrada de las manos.

- ¡Esto tiene que ser una maldita broma! - Rio la azabache de forma sarcástica, mientras las personas frente a ella alzaban una ceja al escucharla- Siempre que me encuentro en un lugar desconocido tengo que terminar de esta forma – Con gran esfuerzo pudo ponerse de pie, entonces escucho hablar una voz masculina.

- ¿Esta es la chica que viaja con dos demonios? Vaya que si es extravagante, posee un lindo par de piernas y un lindo rostro- Hablo un albino de ojos vino y vestimenta llamativa.

El comentario del tipo no le agrado demasiado a la chica, quien se le había formado una pequeña vena en la sien, pero no era la única, ya que Tomioka tenso un poco su mandíbula tratando de controlar su enojo.

Después de que el albino hablara, las demás personas también lo hicieron como si ella no estuviera presente, esto hizo que la ojiazul tuviera la oportunidad de verlos mejor.

Primero se fijó en la cazadora que intento matar a sus hermanos en el Monte Natagumo, esta tenía unos grandes ojos de color morado, tenía el cabello de un color negro con puntas de casi el mismo color de sus ojos; la siguiente persona era un hombre de gran altura, Kagome inmediatamente se percató que él era ciego por la cortina blanca que cubría sus ojos, era de cabello negro y por alguna extraña razón se encontraba con sus manos en posición de rezo,  las cuales estaban acompañadas de un rosario de cuentas fucsia a la vez que no dejaba de llorar; a lado del alto hombre se encontraba un niño de larga cabellera negra con puntas menta, sus ojos eran igual a las puntas de su cabello, noto que el parecía distraerse con cualquier cosa en su entorno; después se fijó en el sujeto al lado del niño, el poseía una cabellera rubia con puntas rojas y lo que llamo un poco su atención fueron sus ojos dorados con iris rojos, el aura que desprendía era por así decirlo un poco eufórica; al lado de este se encontraba una linda chica de cabello rosa con puntas verde y poseía unos lindos ojos verde claro; y para finalizar estaba el tipo que había iniciado la conversación.

Después de terminar su escrutinio vio con fastidio como estos aún estaban enfrascados en quien sabe qué cosas, por lo que cansada de eso no tuvo de otra que intervenir.

- ¡Se podrían callar de una vez por todas! - Si, no tuvo más que otra que gritar, haciendo que el Kakushi empezará a temblar de miedo.

Todos (a excepción de dos) la miraron con sorpresa, nunca habían esperado aquella acción de la cazadora ojiazul.

- ¡Pero qué haces! No estas tratando con simples cazadores, estas frente a los Pilares, las personas más fuertes de la organización- Le exclamo entre nervioso y enojado el Kakushi, pero la chica ni se inmuto.

- Vaya que tienes valor para hablarnos así muchachita, no creas que por ser bonita te va a salvar- Hablo el albino llamando la atención de Kagome, pero después lo ignoro – Oye chica, te estoy hablando-

- Prefiero no tratar con alguien que al parecer tiene el ego por los cielos- Contraataco la ojiazul, mientras se acercaba a paso lento a la chica de ojos morados – ¿Podrías ser muy amable de decirme en dónde estamos? – Pregunto ella con calma.

- Claro, estas en la Sede de los Cazadores de Demonios y lamento decirte que es para que seas enjuiciada-

- Imagino que es porque viajo con dos demonios ¿No es así? – Al ver como la ojimorada asentía soltó un suspiro – Bien, nunca espere que fuera ser fácil de todas maneras –