CAPÍTULO 37

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- Vaya, no creí que eso fuera a hacer muy fácil-

- La verdad ni yo, pero hay que agradecer por eso, Higurashi-san-

- En eso tienes toda la razón, Koketsu-

Ambos chicos caminaban de regreso al bosque después de haber dejado al joven Pilar en su habitación, tuvieron mucha suerte ya que no se habían topado con absolutamente nadie durante el trayecto, ahorrándose la patética y única excusa que se les ocurrió.

- Por cierto Koketsu, ya no me dijiste para que quería la llave Tokito-kun- Pregunto la azabache al recordar ese detalle.

- Ah claro, pues el cabeza de alga la requería para activar una muñeca mecánica- El menor vio una expresión confusa en la mayor- Mis ancestros la crearon hace mucho, esta cuenta con más de 108 movimientos diferentes- Eso asombro a la chica- A decir verdad, el poder que esta tiene supera mucho a la de los humanos, así que por eso se usa para entrenamiento-

- Vaya, eso es sorprendente, pero hay algo que no entiendo- Koketsu guardo silencio para que esta prosiguiera- ¿A que hemos venido nuevamente aquí? -

- Oh, es que quería agradecerle la ayuda- La vio a punto de refutar- Y qué mejor forma de hacerlo que mostrándole la muñeca- Dicho esto el niño hizo a un lado unos arbustos que impedían su paso y así dejar a la vista la tan famosa muñeca.

Kagome quedo asombrada ante tal cosa, esta era mucho más alta que ella, la apariencia por alguna extraña razón le provocaba algo de nostalgia, pero lo que más le llamo la atención eran los tres pares de brazos que esta tenia, expreso su duda al menor y este le explico que tuvieron que colocárselos para imitar los movimientos del espadachín del cual se basaron para hacerla.

- ¿Pero por qué me la mostraría Koketsu? – Este como leyéndole la mente procedió a responderle.

- Creo que usted haría un muy buen uso de esta muñeca, me percate de ello cuando dejo en jaque al cabeza de alga, la ayudare a volverse aún más fuerte- La determinación en el tono de voz del menor asombro mucho a la ojiazul- No quería que la muñeca se rompiera, pero creo que ya es momento de que alguien tome muy seriamente una verdadera sesión de entrenamiento, yo estoy más que seguro que usted es la indicada para eso-

- Entonces será como tú digas Koketsu- Respondió con la misma determinación que el niño- Así que ambos demos nuestro mayor esfuerzo-

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- Vamos Higurashi-san, eso no debió doler tanto, así que colóquese de pie de una maldita vez-

- Koketsu, cariño- Hablo de manera suave la chica mientras se colocaba de pie- Si no cierras tu linda boquita en lugar de entrenar con la muñeca, lo haré contigo- Expreso con una pequeña sonrisa, pero no una cualquiera, sino más bien una que había aprendido de la Pilar del Insecto, por lo que provoco en el menor un escalofrío recorrerle por toda la columna.

Sin más la azabache volvió a atacar la muñeca, para ser nuevamente lanzada al suelo; ya llevaba una semana entrenando de este modo, días en las que aun buscaban a su herrero sin éxito, lo único bueno es que el mas joven de los Pilares no recordaba nada de lo acontecido con ella.

- Esto aún es más difícil que el entrenamiento de Kyojuro-san y Giyuu juntos- Ese pequeño pensamiento le costó mucho, ya que la muñeca le propino un golpe más fuerte que las anteriores que la mandaron a estamparse a un árbol y debido al ataque provoco que perdiera la conciencia de inmediato, asustando demasiado a Koketsu, el cual había corrido hacia ella para tratar de auxiliarla.

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- ¿Dónde rayos me encuentro? - Se cuestionó la azabache al momento de "despertar" solo para toparse con un pequeño prado con un estanque frente a ella- Se suponía que ya no vería a Midoriko-sama-

UNA LUZ ENTRE LA OSCURIDAD (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora