CAPÍTULO 20

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Kagome estaba ayudando a Aoi y Kanao en el entrenamiento restaurador de sus dos amigos, estos lo habían retomado una semana después de que ella venciera a la Pilar del Insecto. En ese momento ella estaba compitiendo contra Inosuke en la segunda fase, el ojiesmeralda por más que intentaba no lograba derrotarla, pero estaba vez no se desanimó gracias a que contaba con las palabras de apoyo de la ojiazul.

Después de una hora Aoi daba por terminada la sesión de hoy, la azabache estaba a punto de retirarse a su cuarto cuando Eiko aparición y se había posicionado en su hombro izquierdo.

- Que bueno verte Eiko- Le dijo a la vez que empezaba a acariciarle la cabeza - ¿Alguna novedad? -

- Tu herrero junto al de cabeza de jabalí viene en camino para entregarles su nichirintos-

- ¡Qué bien! Solo faltaría mi uniforme para al fin poder ir nuevamente a misiones, estar aquí encerrada me aburre mucho -

- Ya quiero ver la cara de tu novio cuando se entere- La ave se rio al imaginárselo.

- Ni que lo digas, aunque no me prohibió seguir con mi trabajo se nota su preocupación, no quiere que me suceda lo mismo que en el Monte Natagumo- Soltó un suspiro - Bien, hay que buscar a Inosuke para darle la noticia-

- ¿Y sabes dónde se encuentran ese mocoso? - Vio como la azabache solo sonreía para después dirigirse a cierto lugar - Tenía que haberlo imaginado Craw -

La ojiazul entro a la cocina para ver a Inosuke comer como si no hubiera mañana, sin más se dirigió hacia él para comunicarle sobre sus katanas. La azabache dejo a Eiko en la mesa para que comiera un poco y después salir con el enérgico chico para encontrarse con sus herreros. Eiko estaba comiendo de lo más tranquila hasta que recordó algo.

- Olvide decirle a Kagome que hoy Tomioka-san regresaba de su misión - Se encogió de hombros restándole importancia - No creo que haya problema si se lo digo cuando regrese- Sin más continúo comiendo.

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Kagome no sabía cómo diablos se había metido en esta situación, ella junto a Inosuke habían salido a encontrarse con sus respectivos herreros, cuando los vio a unos metros de distancia empezó a agitar su mano para que notaran su presencia, grave error.

De un momento a otro la azabache termino en el suelo con Haganezuka encima de ella abrazándola muy fuerte.

- ¡Qué bueno que estés bien Kagome! - La azabache no dejaba de escuchar esas palabras una y otra vez provenir de su captor con la voz algo quebrada.

- Agradezco mucho su preocupación Haganezuka-san, pero me podría soltar por favor - El mencionado la ignoro para seguir con tan dramática escena, haciendo que la ojiazul se empezara a incomodar a mas no poder - ¡QUE ALGUIEN ME AYUDE! -

Y como si el cielo oyera su plegaria, Eiko descendió literalmente del cielo a ayudarla, su plumífera compañera picoteaba al herrero sin compasión logrando así que este la soltada y sin tiempo que perder empezar a correr lejos de él.

- Gracias Eiko, te lo compensare más tarde- Fueron las audibles palabras de la azabache mientras corría al interior de la finca, siendo seguida muy de cerca por Haganezuka.

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La pobre azabache corría por todos los rincones de la Finca, por más que trataba no podía perder de vista al herrero.

- ¡KAGOME NO SEAS FRÍA CONMIGO! ¡YO SOLO QUIERO DEMOSTRAR MI PREOCUPACIÓN POR TI! -

- ¡LO PUEDE DEMOSTRAR DE OTRA FORMA! -

UNA LUZ ENTRE LA OSCURIDAD (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora