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I. Beginning.

2020.

Lo primero que puedo observar al despertar son los cortos y desordenados rizos castaños casi dorados del hombre que ha decidido compartir su vida conmigo. Aunque no estoy viendo su rostro de frente sé que refleja paz, serenidad y ternura.

Paso mis dedos por su ancha espalda y delineó con una de mis uñas uno de los singulares tatuajes que manchan su piel, me tomo un par de minutos para escuchar sus ronquidos y acaricio uno de sus bíceps antes de ponerme de pie e iniciar con mi rutina.

La misma aburrida rutina.

Elegir con cuidado un atuendo que luzca decente, darme una ducha y cepillar con cuidado mi cabello tratando de hacer el menor ruido posible con el secador de cabello. Maquillar mi rostro con los tres mismos productos que a Austin tanto le gusta que use y bajar a tomar mi desayuno en completo silencio.

La casa está llena de cuadros costosos y esculturas que no recordaba haber elegido. A pesar de ser las siete de la mañana ya puedo observar a los diversos empleados del hogar laborar en sus respectivas actividades como el limpiar la estancia que permanece intacta siempre, comenzar a preparar el gran comedor para un desayuno de dos y el olor del jugo de arándanos recién hecho es penetrante.

Odio el jugo de arándanos... pero lo bebo casi a diario porque es el jugo favorito de mi esposo y cree que también es el mío.

—Buen día, señora Host. ¿Puedo ofrecerle una taza de té o prefiere beber jugo de arándanos?

—Preferiría beber jugo de naranja el día de hoy si no es mucha molestia.

—¿Que quisiera almorzar?

—Prepararé omelette español, no te preocupes. Puedo encargarme del señor Host por este día.—Trato de darle la sonrisa más amable que puedo haciéndole dudar al final solo asiente.

—Estaré en el cuarto de lavado, llame si necesita algo.

Muy pocas veces me he atrevido a hacer este tipo de actividades. Las empleadas domésticas se toman muy enserio sus papeles en esta casa y es algo que admiro mucho pero... solo quiero sentir que vivo en un hogar, no en un hotel.

Después de un par de minutos observo de reojo la figura ancha de Austin cruzar las puertas de la cocina y notar como viste un par de pantalones de pijama y una musculosa que deja aún más a la vista los tatuajes en sus brazos y pecho. Siento las dos grandes manos de mi esposo acentuarse en mis caderas y deja un suave beso en mi cuello antes de incorporarse y observarme picar algunos vegetales. Besa mi cabello y gruñe suavemente.

—¿Que haces?

—El desayuno. Quise prepararnos una tortilla española.—Alzo la vista hacia él justo para verle hacer una mueca y negar algo disgustado.

—No tienes porque cocinar o hacer algo en este sitio. Tú eres la dueña, estás aquí para dar órdenes no acatarlas. Ve a sentarte ahora mismo, haré que te lleven el desayuno.

—Pero...

—Ve a sentarte. Iré a hablar con las chicas de servicio y tomaré una ducha antes de desayunar.

Me quedo completamente sola y en silencio en aquel gran comedor hasta que Austin cruza las puertas vistiendo un par de vaqueros y un bonito sweater negro que cubría sus tatuajes dándole una apariencia aún más impecable. Él era así. Solo apariencia.

—¿Quieres acompañarme el día de hoy?

—¿Que tienes que hacer?

—Revisaré el avance en los nuevos viñedos, sabes que voy a inaugurarlo en unos días como atracción turística y pasaré por uno de mis trajes para la cena de apertura.

—Bien.—Diablos, otra cena de ejecutivos.

—¿Irás vestida así?.—Mira con cierta curiosidad el vestido que llevo puesto. Este es blanco y suelto, perfecto para un domingo soleado.

—¿No te gusta? Lo compraste para mí durante nuestra luna de miel.

—Montaremos a caballo para revisar los campos. Ve a ponerte un par de jeans y un suéter como el mío. Sé que te verás preciosa.—Besa mi mano y hace que retiren mi desayuno antes de siquiera haber terminado la mitad de este.

💟

El día de hoy él ha decidido conducir y hace que su equipo de seguridad le siga en una camioneta extrañamente lujosa que nunca utilizamos. Me ha permitido elegir la música que ambientaría nuestro viaje de al menos dos horas... pero ha comenzado una discusión porque mis gustos son demasiado sosos e infantiles como para ser la mujer de un importante empresario como él.

No me sorprende.

Austin es así.

Así que decido dejar que escuche a Frank Sinatra de fondo y miro fijamente por la ventana del auto.

Durante la mayor parte de este día solo me he limitado a quedarme en silencio. Escucho con atención las palabras que uno de los diseñadores tiene que decir en cuanto al sitio y justo como lo ha dicho esta mañana montamos a caballo iniciando un largo recorrido hasta los campos más alejados de las bodegas.

Parece que se le ha olvidado el mal rato en el auto o en la cocina ya que ríe contento y no deja de presumirme frente a un par de amigos que están apoyando su proyecto.

Aún así sé que en cuanto lleguemos a casa lo olvidará y decidirá pasarse al menos tres horas fuera de la habitación haciendo cualquier cosa de ocio esperando por que duerma y no tener que cruzar palabra conmigo.

Lo sé porque esa ha sido su manera de actuar desde que nos casamos hace más de un año.

A veces no puedo hacerme a la idea que es mío, otros días simplemente no entiendo que me llevo a querer esta vida.

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Otra mañana, misma rutina.

Mientras termino mi maquillaje observo como mi esposo rasura su rostro prestándole su completa atención a aquella tarea. O eso creía hasta que finalmente decidió dirigirme la palabra.

—Este viernes tendremos una cena. Tu modista vendrá esta tarde a tomarte medidas y discutirán los colores que puedes utilizar.

—¿Podré elegir el color esta vez?.—Vaya lujo. Nunca me lo ha permitido.

—Si. Solo no utilices verde, sabes que mi corbata tiene que combinar contigo y odio el verde.

—Bien.—Me sonríe a través del espejo y es entonces cuando me animo a dejar un pequeño beso en su mejilla recién rasurada.

—Hay otro tema que me gustaría discutir contigo, ¿Me acompañas a cenar esta noche?.—Noto su sonría en cuanto asiento con la cabeza. Toma mis mejillas y planta un pequeño beso en mis labios para después retirarse de cuarto de baño.—Te veo en el comedor.

¿Que me pedirá esta vez?

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Dedicado a

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Leave Your Lover {Shawn Mendes Fan Fiction}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora