Leave Your Lover {Shawn Mendes Fan Fiction}

XIX

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XIX. Begin Again.

Despierto con la mejor vista de todas. Shawn duerme con una expresión pacífica y los labios un poco abiertos. Dos de sus rizos caen en su frente incitándome a quitarlos y dejar pequeños besos en aquella suave zona.

Sus manos rodean mi cuerpo y me acerca al suyo mientras sonríe un poco adormilado así que no dejo de besar su rostro evitando sus labios por aquel asunto del aliento mañanero.

—Insisto, quiero que me despiertes así todos los días.

Llevo dos semanas viviendo bajo su techo y siento como si llevara a su lado años. Cumple con todas y cada una de las promesas que me ha hecho, me trata con todo el cariño que llegue a carecer.

Es un gran sueño del que no quiero despertar.

—Visitaré a papá el día de hoy, ¿Quieres acompañarme?.—No respondo de inmediato por quedarme admirándole pero en cuanto me mira con cierta interrogación me limito a asentir.

Conduce hasta San José en medio de risas y anécdotas, ha hecho un par de paradas en el camino tratando de mantenerme lo más cómoda posible y no deja de sonreír. Él es mi definición de todo lo que se necesita en esta vida.

El señor Mendes está encantado con la idea de volver a vernos, puedo notarlo en cuanto nos ha visto estacionar el coche frente a la casa de descanso. Sé que ha habido dentro de ese sitio toda una revolución ya que es el quien nos recibe en la puerta.

—¡Hayley! Tenía mucho sin saber de ti.—Río un poco al escuchar a Shawn corregirlo en cuanto a mi nombre.

—¿Cómo ha estado?

—Estoy Perfecto ahora que vienen a verme.

Pasar tiempo con aquel sujeto me mantiene contenta por el simple hecho de ver sonreír al chico que tanto me encanta. Nos ha contado un sinfín de historias que le han sucedido dentro de la casa de descanso, ha comido todo lo que sus enfermeras le brindan sin objeción al mismo tiempo que ha tomado sus medicamentos. Posiblemente esto ha sido lo mejor para Shawn y para él pero no lo admitirán.

Después de pasar juntos toda una tarde estábamos a punto de irnos hasta que uno de los doctores del lugar detiene a Shawn y lo lleva con él a uno de los consultorios dejándome tiempo de charlar con su padre acerca de una pintura que recientemente él había creado.

En cuanto regresa puedo notar su expresión algo impasible y con cierto brillo triste. Algo está pasando.

—Papá, tus doctores me han dicho que podías volver a casa conmigo desde hace tres meses. ¿Porque no me lo habías dicho?.

—No quería que todo volviera a ser como antes.

—¿Cómo?

—Tal vez mi memoria es pésima pero aún puedo recordar tu mirada triste y cansada cada vez que llegabas a casa. Ya no quiero ser una carga... tienes que empezar a vivir tu vida.

—Eres mi papá. Tengo que cuidar de ti y...

—No te preocupes por mi, hijo. Mereces hacer una vida propia, nada me hará más feliz que verte ser un gran hombre con todo lo que mereces a tus pies. Yo estoy bien aquí, me cuidan mucho, me dejan ver televisión mientras como pudín de chocolate y aunque puedo tener días malos siempre tengo un compañero con quien charlar.

—No quiero que pienses que estoy abandonándote.

—No lo estás haciendo, lo único que hiciste fue pensar en lo mejor para ambos y estoy muy agradecido contigo por hacerlo. Sabes, acá entre nos, creo que Hayley y tú deberían formar su propio hogar.