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09. Fleur Delacour

Pedido: Si. Gracias a la linda lectora por pasarse por mi historia y por dejarme su idea!

Advertencias: creo que nada, es una de las historias mas tiernas que escribí hasta ahora

—Si tanto te gusta deberías hablar con ella —le dijo Lily a su hermano gemelo al verlo, una vez más, babeando por Cho Chang—. Si sigues observándola de esa forma sin acercarte a ella comenzarás a asustarla.

—¡No la estaba mirando! —se defendió Harry, aunque ambos sabían que era mentira—. Además, podría decirte exactamente lo mismo a ti. Te crees que no noto la forma en la que miras a Fleur cada vez que la ves pasar.

—¡Cállate! —murmuró Lily avergonzada, la sangre en su cuerpo rápidamente viajando a sus mejillas.

Su hermano tenía razón, ella admiraba desde la distancia cada paso que Fleur daba, deseando ser bendecida con su atención. Pero aquello era diferente a la situación por la que pasaba Harry. Cho, por más de que era una joven muy bonita, no tenía en sus genes la magia de las Veelas. Fleur era perfecta. Tan hábil con la varita como para haber sido seleccionada para participar en el Torneo de los Tres Magos y tan hermosa como para capturar las miradas de todas los presentes en la habitación. Y como si eso no fuera suficiente, era una chica encantadora una vez que la llegabas a conocer. No había forma de que alguien así se fijara en ella. Pero Harry tenía una oportunidad con Cho. Si su hermano no se pusiera tan nervioso cuando estaba frente a ella se daría cuenta que la Ravenclaw se alegraba cada vez que lo veía. Lily estaba segura de que si él encontraba el valor para hablarle, ella estaría más que feliz de ir al baile con él.

—¿Acaso tú eres la única con derecho a opinar sobre la vida de los demás?—dijo Harry a modo de protesta por el comentario de su hermana.

—Sí —afirmó ella y él puso los ojos en blanco—. Pero hablando en serio, creo que deberías animarte a hablar con ella. Es una chica agradable y no creo que se resista a salir con el famoso niño que vivió—bromeó Lily una vez más, irritando a su hermano.

—Nunca se sabe. Además, no quiero que hable conmigo solo por eso.

—No lo hará, no es una chica mala o interesada. Solo bromeaba, anímate un poco.

—Bueno, yo le hablaré a Cho cuando tu le hables a Fleur.

Harry lo dijo como un chiste al principio. Un comentario sin significado. Pero luego de pensarlo un momento no le pareció una mala idea. Por alguna extraña razón, la idea de que su hermana se arriesgara con él le resultaba reconfortante. Saber que él no seria el único idiota haciendo el ridículo frente a la chica que le gustaba le daba algo de valor. Le recordaba que era una situación normal por la que muchas personas pasaban todos los días y que el mundo continuaba si las cosas no salían bien.

Lily pudo leer en la expresión de su hermano las ideas que pasaron por su mente, comprendiendo de inmediato que lo había comenzado como un comentario sin importancia se había convertido en una especie de reto. Intentó convencer a Harry de que no era una buena idea, rehusarse a hacerle caso, pero luego de que le insistiera durante todo el día, terminó aceptando. Nunca podía negarle nada a su hermano y él lo sabía muy bien. Por lo general ella era la que se aprovechaba de la relación cercana que tenían, pero esta vez fue él quien le ganó por cansancio usando las técnicas que ella solía usar.

Y ahora ella se encontraba en la situación más incómoda por la que había pasado en mucho tiempo. Todos los días se levantaba con la intención de invitar a Fleur al baile, pero siempre acababa acobardándose.