Taehyung, es el fan número uno de Jungkook, un cantante con reciente falta de inspiración, a quién le dan un descanso por su árduo trabajo.
Sus vidas se cruzan en el momento indicado, puesto que Jungkook necesita que alguien le ayude a escribir una...
—Te dije que habías malinterpretado la situación o ¿No?— musitó Jimin con una sonrisa arrogante al saber que tiene la razón, a lo que Taehyung se limitó a asentir.
—La próxima debes hacerme caso y de paso confiar un poco más en él, no creo que te mentiría con algo así— se encogió de hombros palmeando la espalda de su mejor amigo.
—Tienes razón— suspiró sintiendo como su alma volvía a su cuerpo al saber que no le había mentido.
—Ahora ¿Harás algo para gustarle?— cuestionó con la esperanza de que Tae actuara sin miedo a lo que pudiera pasar. Pero con duda en su amigo, por eso aunque lo intentara sabía que lo mejor era seguir el plan de Min.
—No, estamos bien como amigos, el dijo que no estaba en sus planes enamorarse cuando me contó sobre sus amores pasados, así que esta bien así— se encogió de hombros rascandose la nuca, por mucho que dijera estar bien su semblante triste y pensativo no decía lo mismo.
—Eso decimos todos alguna vez en nuestras vidas— dijo Jimin refiriéndose al "No estar en sus planes enamorarse" De Jungkook— sabes perfectamente que me pasó lo mismo— pero Tae negó, no pensaba intentar nada más que una bonita amistad con el pelinegro.
—Lo intenté— le dijo a Yoongi en lenguaje de señas, viendo como Tae se alejaba de ambos, caminando por delante y observando lo que había dentro de las diferentes tiendas.
—Bien, si él no hará nada, haremos que Jungkook actúe— le contestó el pelimenta.
—¿Qué? Pero no estamos seguros del todo si realmente él siente lo mismo que Taehyung— puchereó el pelinaranja.
—Pues habrá que comprobarlo— sonrió y Jimin al instante supo que ya tenía una idea en mente.
—¿Cómo?
—Celos, mi querido Jimin— acarició sonriente los suaves cabellos del menor frente a él— siempre funciona, pero tenemos que esperar a que terminen de salir solo por la canción, para que pasen tiempo juntos no por esa razón si no porque quieren y luego haremos que se pongan celosos del otro, así comprobaremos lo que ambos sienten y podremos actuar, o quizá lo hagan ellos solos por los mismos celos, ya veremos que pasa— dijo, aquí iniciaba todo, solo tenían que esperar un poco, si Jungkook se ponía celoso significaba que sentía lo mismo que Taehyung y Yoongi sabía que, de una u otra forma, lo más probable era que esos mismos celos harían que actuara de una vez por todas, y si no, él mismo se encargaría de hacer reaccionar a su amigo.
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Al día siguiente...
—Taehyung ¿Estas ahí?— preguntó Jungkook apenas golpeteo levemente la puerta del apartamento del castaño.
—Vaya, a los tiempos que te dejas ver— bromeó apenas abrió la puerta—Hola Kook— sonrió ampliamente, feliz de volver a verlo.
—Quería decirte que relajarme ha funcionado muy bien y ahora me toca llevarte a ti a relajarte y divertirte— aplaudió emocionado tomando la mano de Tae para entrelazarla con la suya, gesto que hizo que un intenso rojo adornara la cara del menor.
—¿Quieres salir? ¿Y a donde vamos?— cuestionó emocionado y curioso a la vez.
—Ya lo verás— brindó un ligero toque a la punta de su nariz haciendo que el castaño volviera a ruborizarse, y no podía negar que provocar aquello le encantaba.
Ambos se alistaron y juntos partieron hasta llegar a su destino.
Hace tiempo que ninguno de los dos había visitado un parque de diversiones, así que a ambos les emocionaba. Cuando llegaron se adentraron en el lugar, fueron invadidos por los ruidos de los Juegos mecánicos, las risas y los gritos de las personas disfrutando de lo que les brindaba aquel lugar.
—Hagamos una cosa, tú eliges uno de los juegos y yo otro, para que subamos juntos a los que más nos gustan, así experimentamos cosas nuevas y la pasamos bien— propuso Jungkook a lo que taehyung asintió estando de acuerdo.
—Bien, primero yo— aplaudió emocionado el castaño y comenzó a examinar el lugar hasta que vió aquellos caballitos blancos con detalles dorados, azules y rojos, además de luces brillantes de los mismos colores que tintilaban al ritmo de una música hermosa— vamos al carrusel— tomó de la mano del pelinegro para que lo siguiera hasta aquel juego.
Jungkook era más fan de los juegos en donde la adrelina aumentaba y la gente gritaba de la emoción o en ciertos casos, del miedo.
El carrusel iba lento, pero a Taehyung parecía gustarle sentir el sube y baja de los caballos, la leve brisa, que indicaba que pronto sería de noche, acariciando su cuerpo, y las luces iluminándolo todo.
Y aunque a Jungkook no le fascinara subirse a ese tipo de juegos, amaba ver aquella sonrisa cuadrada en el rostro del menor y quería verla todos los días de su vida. Y es que todo de él y él mismo era simplemente perfecto, tanto que era adictivo, su simple presencia alegraba los días del mayor.
Apenas terminó de girar aquel juego, Jungkook rápidamente le pidió al castaño que se quedará sentado puesto que quería tomarle una foto, aquella intención del pelinegro le sorprendió tanto al menor que terminó ruborizándose sin saber que decir, solo obedeciendole. Jungkook sonrió ampliamente al ver aquel rubor y sonrisa tímida a través de la pantalla de su celular y no dudó en tomar la foto en aquel instante.
—Mi turno— dijo apenas guardó su celular en el bolsillo de su pantalón viendo a Taehyung bajar del carrusel en dirección a él— Vamos al barco pirata— sonrió emocionado mientras Tae lo veía aterrado, ese juego era demasiado para él, un barco grande que iba de un lado a otro demasiado alto y por momentos un tanto rápido. No, se negaba a subirse ahí, le tenía miedo a las alturas ¿Cómo podría siquiera poner un pie en aquel lugar?
—No puedo, sabes que le tengo miedo a las alturas— le recordó, y claro que Jungkook lo sabía, era una de las tantas cosas que habían hablado en días anteriores cuando apenas comenzaban a conocerse, antes de comenzar este tipo de salidas juntos. Pero el pelinegro quería que el menor superara sus miedos, y sobre todo, que confiara en él, porque con él a su lado nada malo le sucedería.
—Lo sé, pero mírame a mí y solo a mí, no tengas miedo porque yo siempre te protegeré— acarició suavemente la mejilla del castaño, quien no podía siquiera mirarlo a los ojos por los nervios que lo consumían y por la cercanía de sus rostros.
Sin más que decir se dirigieron a aquel juego. Esperaron pacientemente a que la cola se terminara y cuando al fin fue su turno junto a otras personas más subieron al gran barco sentándose una al lado del otro. Taehyung tenía miedo y por un momento quería gritar y pedir que lo bajaran, eso al menos hasta que Jungkook de pronto tomó su mano para entrelazarla con la suya, el barco comenzaba a moverse pero Tae solo podía ver sus manos juntas con un rubor en sus mejillas y nervios recorriendo todo su cuerpo.
—Mírame— ordenó el de negros cabellos y Taehyung obedeció, no pudo evitar sonreír al ver aquella sonrisa de conejo iluminando el rostro de su mayor. Ambos alzaron las manos aún juntas mientras sentían el viento acariciar sus cuerpos.
Quiza no había superado del todo su miedo, pero al menos estaba seguro de que si estaba con Jungkook no tendría nada que tener.
°•°
Siento que este capítulo me quedo más corto que los anteriores xD pero espero les haya gustado, lxs amo :3
