Taehyung, es el fan número uno de Jungkook, un cantante con reciente falta de inspiración, a quién le dan un descanso por su árduo trabajo.
Sus vidas se cruzan en el momento indicado, puesto que Jungkook necesita que alguien le ayude a escribir una...
—¿A dónde vamos? ¿Qué es lo que planeas?— cuestionó Taehyung sin lograr entender porque lo arrastraba hasta adentrarlo en el asiento del piloto, de su propio auto.
Jimin había llegado a su apartamento tocando un tanto brusco la puerta, en busca de que su mejor amigo le abriera rápido para luego llevárselo a rastras, sin decir ni una mínima palabra que le ayudara a entender que estaba sucediendo.
—Iremos al karaoke— explicó Jimin cuando ya le había puesto el cinturón de seguridad al castañito.
—Solo nosotros dos ¿No?— cuestionó al ver como su amigo cerraba la puerta del lado del piloto para rodear su carro y abrir la puerta del copiloto para sentarse a su lado.
—No— murmuró poniéndose el cinturón de seguridad. En verdad quería creer que su amigo no lo había escuchado, pero el silencio que había entre ellos después de lo dicho decía todo lo contrario. Y al voltear a verlo, temeroso por su reacción, supo de inmediato gracias a su ceño fruncido que estaba molesto y gracias a la mueca que hizo con su boca, que también estaba un tanto confundido.
—¿Cómo que no? Jimin habla ya— le ordenó cruzándose de brazos.
—Bien, solo si me prometes que harás lo que yo te diga— habla imitando el gesto anterior de su amigo.
—Bien, dame la direccion— dijo sabiendo que lo que quería que hiciera es que juntos fueran a los bolos. Jimin sonriente le indico como llegar para luego de unos minutos decirle quienes ms irían.
—Bueno, Yoongi llevará a Jungkook y nos encontraremos ahí— freno en seco justo cuando el semaforo dio en rojo asustando un poco a Jimin quien sentía como si su alma hubiese salido de su cuerpoen ese preciso momento, quizá debió decírselo un poco antes de que comenzará a manejar.
—¿Qué? ¿Crees que así de fácil se solucionará todo? ¿Hacer como si nada hubiese pasado?— cuestionó sin entender del todo que tenía Jimin en mente con todo esto, arrancó de nuevo el auto después de ver como el semáforo indicó, con el verde iluminando, que debía avanzar.
—No lo entenderás hasta que suceda— sentenció en voz baja.
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—¿Este es el lugar al que querías venir?— cuestionó Jungkook un tanto extrañado.
Su día estaba siendo muy tranquilo hasta que de pronto su mejor amigo irrumpió en su apartamento con la escusa de que quería salir con él.
Hizo que se bañara y cambiara para luego llevarlo en su auto hasta llegar a un Karaoke ¿Por qué, sabiendo que no habla y menos canta, querría ir a un Karaoke? O ¿Acaso su idea era hacerlo cantar a él? No, no podía y tampoco lo haría, su amigo sabía que tenía que mantener su bajo perfil y jamás haría algo que lo delatara. Analizando todo eso, Jungkook se comenzaba a preguntar por qué razón estaban allí entonces.
—Sí, entremos ya— lo jala del brazo adentrándose por completo en el lugar en busca de a quienes vino a ver para dar inicio al nuevo plan.
—¿También dan comida aquí?— pregunto Jungkook cuando se dio la oportunidad de analizar lo que había en aquel lugar.
