La Joya del Dragón

🐲III🐲

Límites de Aswad.

Gadrick vuelve de su viaje para  encontrarse con la derrota de su padre a manos del rey dragón, por lo que reúne a sus hombres, todo esto tras informarse y en ese momento un sobreviviente le narraba como fueron los hechos, en especial la pelea entre el líder de Draken  y el de Aswad.

.~Recuerdo~.

-No importa lo que hagas Aswad nunca caerá- decía Doukek.

Una sonrisa de dientes muy filosos para ser humanos se formó en los labios del ojiverde -No, será conquistada-

El rubio  lanzó un grito y atacó al contrario con su espada -Primero te mato-

Derek se rio burlón mientras detenía el ataque con su mano, la cual parecía estar cubierta de escamas negras.

Sinqua y Gagtly peleaban con otros oscuros, atentos por si su rey necesitaba ayuda, aunque era poco probable, la pareja se sonrió mutuamente al ver como su líder encaminaba a su enemigo hacia una ventana.

Cuando Doukek se dio cuenta que estaba al filo de la ventana era demasiado tarde -¿No caerían?- Derek lanzó un rugido y de su boca brotó una llamarada de fuego que quemo la piel de su contendiente, este lanzó un grito de agonía y cayó por la ventana hacia los rápidos que corrían a un lado del castillo.

-Acabaron tus días de tiranía Doukek- se jacto el rey.

Los Drakens celebraron su victoria y el rey dragón fue guiado hacia la nueva joya de su reino.

.~Fin del recuerdo~.

El hombre que le había narrado los hechos a Gadrick estaba sentado en una silla con aspecto cansado pues estaba gravemente herido.

-Háganle el favor de acabar con su sufrimiento- ordeno con maldad el nuevo líder de los oscuros.

El hombre en la silla abrió los ojos como platos -No, señor yo…-

Tarde, tras una señal de Gadrick uno de sus hombres de confianza le había rebanado el cuello. 

-Tenemos planes que hacer- dijo el rubio -Derek y los suyos pagarán, si la joya no es mía será mejor destruirla- soltó una carcajada maliciosa.

Los ojos de sus hombres brillaron con malicia, los oscuros se reorganizarían y seguirían en pos de acabar con un titán.

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Un día después, Zafiro se había convertido en La Joya del Rey Dragón…

Derek estaba en su sala de reuniones privada reunido con sus seis generales de confianza, luego de recibir los informes pertinentes, así como dar las ordenes necesarias.

-Él es Zafiro Miecksyslaw Iona, es mi joya, pero no un objeto- señaló al joven que estaba parado a su lado cubierto por una de las capas del rey -Será tratado con respeto, es uno de los nuestros ahora, así que ha de ser cuidado- 

Tomando asiento, los generales y los miembros de la guardia de confianza asintieron aceptando las órdenes, Gavre lo hizo pero por dentro le carcomía que le estuvieran prestando tanta atención a ese niño.

-Aún me sorprende que la joya sea una persona- intervino Theodred.

-Ya te acostumbraras- le dijo Aidekr codeándolo.