La Joya del Dragón

🐲XIII🐲

****🐉🐲💎 Epílogo💎🐲🐉****

Tiempo después…

El reino de Draken prosperaba espléndidamente, floreciendo como un jardín repleto de bocas de dragón.

En palacio comenzaban a brotar nuevos retoños o a florecer tal como la hacia Lanydk el pequeño rubio de Theodred y Lyan, quién ya daba torpes pasitos alrededor en sus dos piecitos o en su otra forma batía sus alitas para fortalecerlas revoloteando un poco bajo la mirada vigilantemente amorosa de sus padres y la curiosos del “titi” Zafiro.

Otro bebé en el castillo era Nayr, el hijo de Kirk y Jornad, un rubiecito de ojos azul oscuro que gateaba risueño tras su “primo” o caminaba tras él en forma de un mini dragón de escamas bronce y plata.

Por otra parte la noche anterior Iasak en compañía de su compañero Aidekr había traído al mundo a un pequeño bebé de nombre Lyndek de rizos castaños oscuros y ojitos azules como el cielo de verano, cuya forma de dragón era de un hermoso color violeta con parchecitos naranja alrededor de sus alitas.

Para sorpresa de todos pues al parecer los bebés nacerían consecutivamente Gagtly dio a luz a su pequeña niña a la cual le pusieron de nombre Agad, una bebita cuyo dolor de piel era una mezcla del de Sinqua y su madre, de pelo castaño claro y ojitos marrones.

Zafiro había salido de su “refugio” es decir la cueva del dragón de Derek pues los últimos días había sentido la necesidad de esta en ese lugar donde de sentía muy seguro. Nalak les había dicho que era normal que el gestante pareja de un dragón se sintiera más cómodo en su “nido” los últimos días antes del parto y durante este.

El castaño a paso lento debido a su barriga donde cargaba a sus gemelos y bajo la vigilancia de su compañero, conoció a los nuevos bebés que serían posiblemente los guardias o generales de los suyos, así como los que llegarán a agrandar sus familias más adelante.

La pareja real como era tradición en la familia Czarny Smok, le dio la bienvenida a los nuevos bebés augurando que el fuego del dragón ardía en ellos con fuerza y que los elementos les protegerían.

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Más tarde aquella noche…

Zafiro estaba recostado en un improvisado nido de pieles con Derek abrazándolo desde la espalda y acariciando su distendido vientre, mientras el castaño se dejaba hacer casi ronroneando del gusto.

-Aun no puedo creer lo que Nalak nos ha dicho ¿De verdad me convertiré en dragón para tener a nuestros bebés?- murmuró Zafiro.

-Lo he escuchado antes- Respondió Derek tras dale un beso -Dragones y cambiaformas dragones pueden escoger humanos comunes o mágicos como compañeros, después de marcarlos un posible embarazo aumenta en posibilidades y cuando llega el momento del parto toman forma de dragón para traer a sus hijos al mundo, así se equilibran ambas naturalezas del cachorro-

-Ciertamente son mágicos los dragones- murmuró el ojiazul bostezando y con tono de voz somnoliento -Los que no son dragones pero son pareja de uno sólo toman esa forma para traer a sus hijos al mundo ¿Entendí bien?-

-Así es- afirmó Derek besándole la cien sonriendo al escuchar como ya dormía, su sonrisa se amplió aún más al sentir una patadita de los bebés y abrazando a su compañero protectoramente se unió a él en el mundo de los sueños.

-Derek, Derek- un insistente llamado lo saco de su sueño -¡DEREK!-

Al escuchar el grito de su parejas y sentirse sacudido, rápidamente abrió sus ojos verdes en estado de alerta.