I

908 68 21
                                    

 Reino de Draken...

Hace mucho tiempo existía un reino de altas montañas las cuales parecían azules, cubiertas por prados verdes, con ríos que se extendían por todo su territorio, variedad de fauna y flora, el cual había sido unificado tras las conquistas de los guerreros comandados por su anterior líder llamado Draicon Czarny Smok, quién en una batalla para liberar a un poblado de un tirano perdió a su pareja Thaliok, siendo esté quién había pedido que liberara a la nación a la que pertenecía de la tiranía, el antiguo rey tenía como propósito liberar a los pueblos de líderes que sólo pensaban en si mismos y no les importaba tener mal a sus reinos con tal de mantenerse en el poder. El rey Draicon perdió la vida poco tiempo después de que su pareja muriese, muchos decían que se amaba tanto que por eso no tardó en seguirle, dejando a su joven hijo Derek a cargo del reino y de continuar con su legado.

En ese momento Derek Czarny Smok era  quien ejercía el gobierno sobre Draken siendo un poderoso hombre, fuerte en su liderazgo, aunque justo, severo y disciplinado, denominado por todos como el Rey Dragón, gobernaba, corregía y liberaba. Una mezcla de fuerza que ha pesar de buscar siempre la justicia, podría desatar un fuego destructor si le hacían daño a quienes protegía o  que desataba en contra de aquellos tiramos que se le opusiesen.

 Pese a que el reino de Draken ya había tomado bajo su dominio a gran variedad de territorios, convirtiéndolo en el reino más influyente de todo un continente, aun así con todo su poderío, se le oponía el gobernante de una pequeña pero no por eso menos poderosa nación, perteneciente  a los aswadianos también llamados los oscuros devastadores debido tanto a sus ansias beligerantes, como a sus capacidades destructivas y gusto por la destrucción, liderados por Doukek el Oscuro Destructor.

Por lo cual ambos bandos se encontraban en una guerra por el territorio que les separaba, aunque el Rey Dragón regía sobre suficientes territorios no podía permitirse debilidades al dejar que ocuparan el que estaba en disputa o muchos otros se levantarían contra él, todo el panorama permanecía envuelto en disputas, destrucción y venganzas.

En aquel momento tras una infructuosa batalla contra Los Oscuros, el Rey Dragón señor de su gente, respetado y temido a la vez, observaba con sus profundos ojos verdes las tenues luces de la ciudad bajo su castillo fortaleza incrustado en la montaña, analizando sobre los errores cometidos en la batalla, tanto como esperando los informes de sus generales, su mirada pensativa y su gesto severo, contrastaban con su estampa grande, fuerte y musculosa, su cabello largo negro ondeaba con la suave brisa que entraba al balcón donde estaba y sus temibles ojos complementaban la imagen, que lo hacían ver como un poderoso dragón contemplando sus dominios, el gobernante de Draken se hacia ganar la lealtad de los suyos, premiándolos por sus logros, preparándolos adecuadamente para el éxito en diversas áreas, disciplinándolos de acuerdo a la magnitud de sus fallas, era una persona que cuando desataba su furia no dejaba a nada o nadie en pie, un hombre posesivo que no dejaba o entregaba lo que consideraba suyo, lo que incluía a su pueblo.

No era llamado Rey Dragón por nada, pues poseía un gran poder, fuerza física, astucia, bravura en batalla, mente fría y entre tantas cosas esgrimía la capacidad de leer o manipular las mentes, así como cualidades sanadoras y un don especial visto por pocos el cual era el de escupir fuego, lo cual le hacia más valido el título.

El sonido de la puerta al ser golpeada saca al señor de Draken de sus pensamientos, con voz gruesa y potente da acceso a su salón privado de reuniones –Adelante- tras de lo que se sentó en una silla de madera negra, tallada con un dragón en su espaldar, cuya cabeza decoraba la parte superior de la misma, ubicada detrás de una gran mesa de madera oscura pulida.

La puerta fue abierta por dos de sus de sus guerreros más leales y parte de la guardia real, aunque siendo tan fuerte como era generalmente no necesitaba de tales guardianes, aún así ellos estaban orgullosos de su papel en el ejercito del Rey dragón, aquellos guerreros eran un hombre de nombre Sinqua que llevaba el cabello rapado, tenía escasa barba, de piel y ojos oscuros, a su lado una mujer llamada Gagtly de largos cabellos rubios y ojos miel.

La Joya del DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora