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Ninguno de los dos se atrevió a moverse.

Revali mantuvo sus alas alrededor de Link mientras que este mantenía la cara escondida en su cuello, ambos sintiendo que alejarse hará que el otro desaparezca, algo que en definitiva no quieren que vuelva a pasar nunca más.

—El accesorio para el cabello que me diste, —Link empezó, alejándose lo suficiente como para verlo—. Lo perdí... no lo tenía cuando desperté.

Por la manera en que está diciéndolo, Revali está seguro que está mortificado por ello y la verdad es que se siente mal de pensar que el otro cree que se enojara con él por haberlo perdido.

—Está bien, quizá puede hacer otro.

Revali ahora se da cuenta que tiene otra oportunidad de vivir con Link y a pesar de que ese accesorio era importante y tomó muchos materiales, rupias y trabajo el hacerlo, jamás será más importante que tenerlo de vuelta consigo por lo que trabajará en hacer uno nuevo cuando el momento llegue.

—Aún así lo siento, —suspiró, finalmente despegándose de él al escuchar un leve ruido de su yegua, viéndola acercarse—. Creo que deberíamos volver.

—Sí... Adla ha pasado por muchas cosas.

La mención del polluelo le hace sentir una punzada de culpa que aplasta levemente la felicidad que estaba sintiendo por tener a Link de vuelta. Ella aún los esperaba y después de que él se fue sin siquiera decir a dónde iba o qué haría, solo se puede imaginar cuánto está sufriendo.

Dudando por un par de segundo, finalmente soltó a Link para que este pudiera levantarse y llevar a su yegua afuera para que comiera algo antes de empezar el viaje de regreso mientras que él se mantuvo sentado en su sitio. El dolor en el hombro ha disminuido significativamente y los cortes y golpes parecen haber sanado aún más rápidamente. Como todos, Revali podía hacer pociones que lo sacaran de un apuro en un momento dado, pero Link parecía tener una habilidad mayor al momento de crearlas por lo que las suyas siempre parecían ser más potentes.

—¿Puedes levantarte? No quiero que te lastimes, —Link preguntó cuando volvió a entrar y se fue a agachar a su lado.

—Sí, ya no está tan mal, —obviamente moverse aún le dolía, pero no había más tiempo que perder por lo que se puso de pie con ayuda del otro—. Espero que tu caballo no me lastime más.

Link rió, sacudiendo la cabeza.

—Ahora recuerdo que un caballo casi te aplasta cuando eras niño, por eso les tienes miedo.

—No les tengo miedo, —se defendió aunque sabía que era inútil—. Pero bien por ti el recordar ese detalle.

El Hyliano se apresuró a recoger las cobijas y ropa que había extendido para que ambos pudieran descansar, para después ayudar a Revali a subir a Epona, asegurándose de que no se fuera a caer con el movimiento pues solo tenía una de sus alas para sujetarse.

—Revali, ¿puedo preguntarte algo?

El tono que estaba usando prometía incomodidad, pero Revali está decidido a no dejar nada oculto entre ambos por lo que asintió y esperó hasta que también se montara a la yegua.

—¿Qué sucede?

—¿Por qué no te moviste cuando el guardián estaba por atacarte? —Preguntó mientras encaminaba la yegua en un galope lento—. Estaba por atacar y golpearte directamente.

—Porque no estaba viendo a un guardián, era aquella ira que encontré cuando llegué a Medoh hace tanto años, —suspiró, sintiendo la pesadez en el cuerpo al recordar cómo había sido todo esto—. Patético, lo sé.

Hope World [Revalink]Where stories live. Discover now