Hope World [Revalink]

Ever present past

Para la muy buena suerte de Revali, Link dijo que dejaría al caballo en el establo para asegurar así que no se enfermara al estar al interperie; el Orni fue feliz sabiendo que llegaría a pie a su propia aldea en lugar de usar a esa criatura que no necesitaba.

El guardia de la entrada saludó con entusiasmo a Link, pero Revali pudo ver sus ojos manteniéndose fijos en él, como si intentara entender por qué tenía un toque de familiaridad cuando no se habían visto nunca, el campeón no lo aceptaba, pero eso solo alimentó sus nervios aún más.

Cada paso significaba recobrar muchos recuerdos de golpe, que iniciaban desde él recibiendo a Zelda y su comitiva para escuchar su proposición de pilotear a Medoh hasta aquella última vez en la que había estado ahí y hablado con su gente; la aldea había cambiado, sí, pero la estructura y el principio seguía siendo la misma. Por su mente pasó el salir volando hasta Medoh y quedarse ahí hasta que se sintiera más tranquilo, pero lo descartó de inmediato, él era parte de ellos y era más que probable que no lo rechazaría, pero seguía igual de nervioso.

Para cuando llegaron a la plaza nombrada en honor a su campeón, Link notó que la mayoría de los habitantes de la aldea ya estaban ahí, mirándolos con una curiosidad que bien podía entender. Si bien su aldea tenía muchos viajeros a lo largo de Hyrule, era una comunidad relativamente pequeña y era más que obvio que se conocían; el ver a alguien que no conocían era extraño y les hacía sentir curiosidad de saber quién era.

—Teba no está aquí, debe de estar en la zona de entrenamiento —dijo, haciendo que Revali despegara la vista de los demás y se fijara en él.

—¿Quién es Teba? —Preguntó, ignorando lo mejor que podía las miradas de los polluelos y adultos, una parte de si deseaba que solo se acercaran a preguntar lo que quisieran en lugar de quedarse ahí, parados sin hacer nada que no fuera mirarlo.

—Es quien me ayudó a entrar a Medoh, él y su hijo entrenan mucho —Link contestó, mirando a la esposa de Teba salir de su casa con una sonrisa dirigida a él antes de sorprenderse de ver a Revali—. Mucha gente la usa para entrenar.

—Bien, —aquella era la idea con la que él había pedido esa área, para que los demás pudieran tener un lugar para entrenar, le alegraba que si la estuvieran usando—. Ese siempre fue su finalidad.

Link lo sabía, lo había leído en su diario pero no era algo que le diría a Revali, estaba seguro que al otro no le agradaría la idea de que había leído algo personal cuando el otro había dicho que no lo había escrito, para empezar. Soltando una leve risa, levantó la mirada a la casa del jefe, caminando un tanto más lento cuando notó que Revali no estaba siguiéndolo tan cerca como antes.

—¡Descendiente del héroe! ¿En qué podemos ayudarte? —Debido a que Revali estaba tomándose su tiempo para entrar, los ojos del anciano cayeron sobre Link, dedicándole su completa atención—. Hemos visto a la Bestia Divina disparar al castillo y que la malicia de Ganon ha desaparecido.

—¿Descendiente? ¿Es enserio? —El jefe inmediatamente apartó la mirada de Link cuando escuchó la nueva voz, sus ojos de por si grandes abriéndose más al ver al otro—. ¿Acaso tus viejos ojos no te permiten ver que él claramente es el mismo campeón Hyliano de hace tantos años?

—Ciertamente no puedo creer lo que mis viejos ojos están viendo en este momento —el jefe empezó, enderezandose y empezando a caminar lentamente hacia él—. Pero incluso después de tantos años, puedo decir con seguridad que tú eres Revali.

Aunque no lo entendía, Link podía ver que había algo más entre esos dos, los ojos de Revali y el jefe le recordaban a la manera en que Daruk y Urbosa miraban a Riju y Yunobo respectivamente, esa ola de familiaridad que le hacía sentir que se extrañaban; quizá en algún punto él había sido su maestro o algo parecido.