Hope World [Revalink]

Un final con un nuevo inicio

Link dejó salir el aire que había estado conteniendo cuando la cegadora luz que provenía de donde había estado aquella figura desagradable de Ganon, se disipó. Sus brazos se dejaron caer a sus lados aun cuando tenía en manos el escudo y espada que había usado, la espada haciendo un pequeño sonido al raspar contra la tierra.

Se había acabado.

La cadena de desgracias se había acabado por fin para él y para Zelda, Ganon finalmente se había desvanecido y la capa de maldad que parecía cubrir Hyrule se estaba levantando; aunque era consciente de que aún había monstruos regados por el mundo, sabía que una vez terminara con ellos, no habría una luna roja que los trajera a la vida más fuertes que antes. El cataclismo que había tomado la vida de miles de personas hace cien años había sido sellada por, con mucha suerte, toda la eternidad.

—¿Me recuerdas, Link? —Levantó la mirada cuando escuchó la voz de Zelda, encontrando a la princesa mirándolo con ese brillo en los ojos que la caracterizaba, aumentado por las lágrimas de felicidad que se le habían formado.

Asintió con una pequeña sonrisa, ahora era capaz de recordar muchas de las cosas que fue hace tantos años y aunque sabía que no eran absolutamente todas, confiaba en que ahora tendría el tiempo y la dedicación para recuperarlas.

—Sabía que lo lograrías, creí en ti todo este tiempo —le sonrió, caminando hacia él. El vestido blanco que Link había visto sucio y roto ahora lucía tan blanco como lo había sido en un inicio—. Tenemos que visitar a Impa, sé que ella aún está aquí, quiero verla y a Kakariko también.

Link no podía estar más de acuerdo, quería descansar por toda una semana entera, sus músculos le dolían ahora que la tensión se había ido y las heridas producto de la batalla y de todas las veces que esa asquerosa masa purpura le había tocado, parecían arderle y dolerle más intensamente.

—Pero primero... —Susurró, haciendo que Link frunciera el ceño al escucharle ese tono—. ¿Podemos ver al castillo? Solo la entrada, creo que se ve muy diferente sin Ganon moviéndose alrededor.

Asegurando la espada y escudo en su espalda otra vez, Link asintió y se giró para caminar con ella, tenía razón en cuanto a lo diferente que se veía, el castillo lucía como ruinas normales sin esa bruma de color morado y negro dándole vueltas y le hizo recordar, hasta cierto punto, al castillo que él alguna vez conoció.

Zelda sonrió mientras veía al castillo acercarse más, deteniéndose cuando llegar a aquellas puertas gigantes metálicas que alguna vez formaron parte del muro que rodeaba lo que alguna vez fue su hogar—. Aún tenemos muchísimas cosas que hacer, ayudar a todo el que nos necesite y quizá, algún día podremos reconstruir el castillo, —dijo con tristeza, seguramente recordando a todas las vidas que se habían perdido—. Podemos hacer esculturas a mi padre y los campeones... se lo merecen.

Había sido injusto, tan injusto el cómo el cataclismo había atacado a las Bestias Divinas y a los guardianes, como los había vuelto en su contra y asesinado a los campeones, transformando en una máquina de matar a lo que se suponía era para mantenerlos a salvo.

El final sabía amargo y estaba consiente de que ella lo sabía, el costo que habían tenido que pagar para derrotar a esa cosa había costado la vida de sus amigos y de muchas más personas inocentes que no pudieron hacer nada para defenderse—. Estoy seguro que les gustaría, es lo mejor que podemos hacer.

Después de haber liberado a los espíritus atrapados en cada bestia, Link dejó de sentirse tan solo, tener sus poderes le hacía sentir que estaban con él, cada que se impulsaba con la furia de Revali le parecía ver al orgulloso Orni moviéndose alrededor de él, cuando los monstruos estrellaban sus armas contras el escudo de Daruk era tener al Goron de pie frente a él para protegerlo, cuando los relámpagos de Urbosa se estrellaban contra el suelo y enemigos, podía jurar que escuchaba su risa y cada que sentía que la vida se le escapaba por una herida, la voz de Mipha le hacía saber que estaría bien. Ellos lo habían acompañado por todo Hyrule y aunque había dejado de sentir su presencia después de que atacaran a Ganon, sabía que ahora estaban bien.