Incompleto

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Link decidió quedarse en su lugar por un rato más, a pesar de que la región se sentía muchísimo más helada por la altura a la que se encontraban, tenía que decir que la vista era maravillosa; la primera vez que había estado ahí no había tenido ni tiempo de apreciarla y ahora que podía, lo pensaba disfrutar. La región montañosa y nevada de Hebra contrastaba enormemente con el volcán y hasta el mismo campo donde el castillo estaba, todo se juntaba de forma que daba la apariencia de que solo le tomaría un par de pasos llegar a cualquier destino cuando, en realidad, estaba a días de ellos.

Hablando del campo, el castillo sin toda esa masa negra y purpura lucía casi tan esplendoroso como lo había sido hace cien años y saber que aquel demonio responsable de la muerte de millones de personas y que, además, le había arrancado una gran parte de su vida, se había ido le hizo sentir emocionado, increíblemente feliz. Suspirando de satisfacción, finalmente se giró y empezó a caminar para buscar a Revali, quizá sí tendría que cambiarse de ropa o terminaría por congelarse.

—¿Estás seguro que ese tocado será suficiente? —Revali preguntó en cuanto lo vio, haciéndole levantar la mirada—. Si te congelas no tomaré responsabilidad y se verá patético.

—Empiezo a dudar que lo sea, —dijo con una risa entretenida mientras veía la túnica azul y pantalones normales que traía—. Creo que necesitare cambiarme.

—Bien, usa la habitación donde estaba el mapa —dijo, con un movimiento de su ala haciendo que los pesados bloques que formaban el camino hacia esa sala se acomodaran para él—. Medoh y yo estamos conectados, no sé por qué te sorprende.

—Malos recuerdos de cuando tuve que controlarla, supongo —Link sonrió mientras empezaba a caminar hacia allá.

—Jamás tuviste el control completo, es por eso —agregó, pasando los dedos por la superficie pulida de la entrada hacia el ala derecha—. No es tan tarde así que supongo no querrás dormir.

—No creo que lo hagamos aún.

El escuchar ese término que englobaba un nosotros le causaba una sensación extraña en la boca del estómago, la misma sensación que sentía cuando, hace muchos años, Link le hablaba en ese tono tan dulce y sincero, muy diferente a como lo hacía ahora que parecía ser más en los términos de educado.

Le rompía el corazón.

—Sus plumas son realmente maravillosas —saliendo de sus pensamientos dolorosos, Revali levantó la cabeza para ver a Link saliendo de la habitación con la ropa que su gente diseñaba para Hylianos que visitaban la aldea—. A penas creo que sean tan cálidas.

—Es claro que somos una raza superior, —dijo, ignorando las espinas que se le clavaban en el corazón al recordar que Link solía vestirse así cuando estaba de visita—. Los Hylianos no están hechos para lugares tan fríos.

—Y los Orni no están hechos para los volcanes, ahí no son tan superiores —Link dijo con una sonrisa triunfante cuando las plumas de Revali se erizaron de desagrado—. Ahí son los Goron, todos somos diferentes.

—Claramente.

La relación que tenía con Revali era bastante confusa, Link no estaba seguro de que era capaz de entender qué pasaba entre los dos. Cuando llegó a la aldea Orni por primera vez y tuvo aquel recuerdo donde Revali se lucía y presumía de sus habilidades superiores y hasta lo había retado a un duelo con el simple fin de burlarse de su capacidad para no volar lo había dejado bastante confundido, por los recuerdos con los demás campeones podía ver que ninguno lo odiaba y no recordaba una pelea en específico con él que diera como resultado el desprecio.

Hope World [Revalink]Where stories live. Discover now