Free fall

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—Link, ¡llegaste!

Revali no pudo evitar gruñir cuando escuchó la entusiasta voz de Sidon viniéndo de alguna parte detrás de donde los demás campeones estaban parados, pronto viendo al ridículamente alto Zora de amplia sonrisa corriendo hasta llegar a Link.

—Sidon, sí, nos tomó un poco más de tiempo, pero al fin estamos aquí, —Link sonrió, mirando a Adla que se había girado para mirar al recién llegado—. Adla, él es Sidon, hermano de Mipha y príncipe de los Zora.

—Eres muy alto, —la pequeña Orni comentó con asombro, parándose justo delante de él y mirando hacia arriba—. Hola, señor alto.

Sidon, como era de esperarse, encontró adorable y divertido todo esto y acabó agachándose frente a ella para acortar así la enorme diferencia de altura entre ambos—. Y tú eres adorable, ¿estás con Link y Revali?

—¡Sí!

—Link, ha pasado mucho tiempo desde que nos vimos, —una voz nueva le hizo darse la vuelta al caballero para encontrar a Riju sonriéndole—. No solo nos ayudaste a derrotar al clan Yiga y liberar a Naboris, nos has regresado a nuestra matriarca, Urbosa, también.

—Es gracias a la Diosa, no a mi, —Link y su insistente humildad, sonrió, mirando a Urbosa que estaba hablando con Revali y haciéndolo sufrir seguramente—. Sin la ayuda de todos ustedes no habría sido posible.

Riju rio, palmeándole el brazo para mirar a Adla que seguía hablando animadamente con Sidon—. Me alegra haber podido ayudarte, pero aún así, tú eres quien liberó Hyrule de la malicia de Ganon.

—No soy capaz de tomar todo el crédito, pero gracias, —susurró un tanto avergonzado—. Adla, ven a conocer a Riju, matriarca de las Gerudo.

Adla finalmente despegó la mirada de Sidon y se despidió de él con un entusiasta saludo, corriendo hacia donde Link estaba para empezar a hablar con Riju quien lucía bastante enternecida con su manera de hablar.

—¡Link, también veniste! —Yunobo y su entusiasta voz llegaron desde atrás, el Goro corriendo tan rápido como sus piernas le permitían para alcanzarlo—. ¡Ya no tengo miedo!

Eso eran noticias bastante grandes y no lo decía por ser cruel o malintencionado, sus aventuras le habían enseñado que era un joven bastante valiente que solo necesitaba creer en su propia fuerza y valía. Ver a Daruk y saber que lo había ayudado a liberar a la bestia divina que protegía a su pueblo le había ayudado a entender que tenía más crédito del que se daba, pero no había podido hacer que creyera tanto en sí mismo que aceptara no tener miedo.

—Me alegra escuchar eso, Yunobo, —sonrió—. Felicidades.

—Todas las leyendas que contábamos son ciertas, ¡es el más fuerte de todos! —Dijo con entusiasmo, mirando a Daruk que se había acercado a Adla quien ahora había traído a Sidon cerca de Riju para que pudieran hablar—. No ha dejado de inspirarme a mí y a todos desde que llegó, incluso ayudó a Gorobu con su dolor de espalda.

—Daruk es un buen amigo, —Link ahora recuerda muchas cosas que logró hacer con el entonces jefe Goron, tardes en compañía de su amigo donde comían todo lo que podían hasta reventar. Ahora solo puede dar las gracias que su propia gente pueda conocerlo de esa forma—. Me alegra que todo esté tan bien.

Es un sentimiento en general, realmente, le llena el saber que todas las tribus están tan felices y entusiasmados por tener a sus campeones con ellos. Después de haber visto en primera fila el dolor que les había causado el perderlos de una manera tan cruel, saber que ahora podían vivir con ellos todo lo que había escuchado en leyendas era muy bueno. Él mismo vio cómo ha afectado positivamente la inclusión de Revali en la aldea Orni, incluso cuando nadie en la aldea, además del jefe, vivió lo suficiente como para conocerlo en persona.

Hope World [Revalink]Where stories live. Discover now