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- Quiero deshacerme de este vestido

- Yo te puedo ayudar con eso pero, no en este momento -dijo mirándome de reojo.

- No me refiero a eso -rodé los ojos - ¿A dónde vamos ahora? ¿Tú casa o la mía?

- Donde quieras

-Bueno, pues a la tuya. Es más bonita y no estará Ty como un halcón acechando para cazar su nueva presa -ambos reímos ante ese comentario.

Siguió conduciendo hasta que llegamos a la entrada de su casa, nos desmontamos y Joseph sacó las llaves de la casa y abrió la puerta. Todo estaba apagado, no se escuchaba ni un alma.

Subimos a su habitación y me senté en la orilla de su cama y me quité los tacones, que hace rato me estaban matando.

- ¿Quieres ver una película o algo más? -dijo con cara picara, quitándose los zapatos y desabotonando su camisa.

- Por mi está bien la película pero, nadie sabe qué puede pasar después -dije y él me pasó su laptop.

- Ve eligiendo la película mientras me baño -tomó su toalla y se metió al baño.

Entré a Netflix. Demasiadas películas que quería ver, esto era una difícil decisión. Luego de casi quince minutos viendo la descripción de varias películas me decidí por "Baywatch". Joseph salió del baño con la toalla en la cintura y lo miré por encima de la pantalla de la laptop como se ponía un pantalón de lana.

- Heillie, deja de mirarme

- ¿Cómo es que siempre me atrapas?

- Ninguna mujer se puede resistir a mis encantos

-Idiota -se acercó a mí y me besó.

- ¿Qué elegiste? -le señale la película - Voy a la cocina por unos aperitivos en caso de que nos de hambre o sed. En el armario están mis t-shirts y en el baño hay una toalla extra. Ya vuelvo -salió de la habitación.

Me levanté de la cama y fui al baño. Lo hice todo muy rápido. Me quité el vestido y la ropa interior, y la puse en una esquina para que no se mojara. No traía más nada.

El agua estaba fría y pegué un grito bajo, no quería despertar a la señora Josephine y que se enteré de que su amado hijo había traído a una chica a su casa y sabrá Dios que estaban haciendo.

Me envolví en la toalla y salí a buscar el nuevo t-shirt que me robaría. Encontré un azul oscuro y me lo puse por encima de la toalla y luego la dejé caer. Ni muy largo ni muy corto, cubría lo necesario.

Volví al baño por mi vestido, doblé la toalla y la puse donde estaba, obviamente me entré mi ropa interior.

- Volví -dijo Joseph anunciándose. Traía los brazos llenos de chucherías y refresco.

- No hace más de una hora que comimos y ya traes todo eso -digo ayudándolo a poner todo eso encima de la cama.

...

Hacía mucho frio, faltaban menos de quince minutos para que la película terminara. Me estaba congelando.

- Heillie, por si acaso ¿tienes frío? - dijo Joseph como si estuviera leyendo mis pensamientos.

- Si -digo metiendo mis brazos en el t-shirt.

- Me doy cuenta, porque me estás enterrando en el colchón, literalmente. En el tercer cajón hay mantas - Inmediatamente terminó de decir eso, me paré como loca de la cama, abrí ese cajón y saqué una manta y volví a lanzarme en la cama.

- Mejor - dije acercándome a su lado.

...

- Joseph, abre la puerta -esa voz.

La podría reconocer donde sea que estuviese. Es Thomas. Literalmente, me paralice. Reaccioné cuando Thomas, intentó abrir la puerta pero fui más rápido y volví a empujarla para que no abriera -Vamos, Joseph, ¿con quién estás ahí? No traes mujeres a tu habitación -dijo y trató de abrirla otra vez.

Él está profundamente dormido, miré a todas partes en busca de ayuda. Uno de mis tacones, estaba cerca.

Si le tiraba uno de ellos, lo mataría. Como Thomas había dejado de forcejear la puerta corrí por el tacón y se lo lancé a Joseph.

- Mierda -dijo Joseph cuando cayó al suelo. Volví a mi posición anterior. Escuché como se quejaba y me cubrí la boca para no reírme - ¿Por qué me...? - le hice una seña para que guardara silencio y le señalé la puerta, puso cara de perdido, rodé los ojos.

- Es Thomas -le susurré. Formó una "o" y me apartó de la puerta, empujándome al baño.

Me gusta escuchar conversaciones tras las puertas. Aunque a veces es sin querer que las escucho. Pero esta conversación que estaba escuchando no era sin querer, esto se podría decir que es sin querer queriendo, como dice El Chavo del ocho.

- ¿Qué haces? -ese era Joseph.

- Vine a pedirte disculpas -le contestó Thomas.

- No es a mí que me tienes que pedir disculpas, no fue conmigo que te intentaste propasar.

- Lo sé, pero si no me hubiese comportado así ella no te hubiese llamado.

- Qué bueno que lo sabes, imbécil.

- ¿Con quién estás aquí? -Thomas sonaba algo interesado.

- Con nadie -dijo Josep más calmado.

- Claro, porque ahora le robas los vestidos y los tacones a tu mamá para irte a putear.

- Jajaja, buen chiste

- ¿Está Heillie aquí? -estaba descubriendo la mentira. Escuché como alguno de los dos tropezaba con algo. - ¿Dónde está ella? ¿La escondiste para que no la viera?

- Thomas, hazme el favor largarte - Joseph se estaba enojando. - Además no tengo que esconder a nadie.

- Entonces déjame pedirle disculpas

- En otro momento lo harás -escuché como se movían por la habitación.

- Tenemos que hablar sobre tu plan - fue lo último que escuché decir a Thomas antes de que se cerrara la puerta.

Joseph abrió la puerta del baño y me abrazó.

Dos horas más tarde, Joseph me llevó a mi casa, no sin antes hablar con Ty acerca de donde estuve toda la noche y parte de la mañana.

Antes de que él se fuera, busque el t-shirt que me había prestado la noche anterior y se lo devolví, para que no vaya a pensar que soy el tipo de novia que le roba la ropa a su novio.

Hace varios días que no hablaba con Naile ni con Mike, actualizando mis vacaciones para ellos.

Primero hablé con Naile, le conté lo que había pasado con Thomas en el cine y se puso histérica, que tomaría un vuelo desde República Dominicana solo para darle una paliza, pero se calmó cuando le conté que había pasado dos noches con Joseph.

Por otra parte, su hermano se había pasado estos últimos días en su habitación con varias botellas de whisky, escuchando todas las canciones que habíamos escuchado juntos, que no salía a comer y que a duras penas se bañaba porque tiene un baño en su habitación.

A Mike le conté lo mismo pero su reacción fue un tanto inquietante para mí. Me dijo que nunca debí terminar con Nate, por andar de cazadora de hombres que mire lo que me había pasado. Que si él fuese mi novio me cuidaría cada día para no perderme.

Siempre he pensado que Mike está enamorado de mí, aunque se lo niegue a Naile. Sin importar las novias que ha tenido, al parecer le sigo gustando y varias de sus novias me han dicho que él no las ve igual que como me ve a mí.

AparienciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora