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Cuando el avión aterrizó esperamos que se nos diera la orden de poder salir y hacer el chequeo que se solicita para la entrada al país. Nos registramos, tomamos nuestras maletas y fuera nos estaba esperando la tía Katie con su hijo Connor; todos los saludamos y nos fuimos hacia el auto.

En el trayecto a la casa de mi tía, Jude no se cansaba de preguntar qué lugares íbamos a visitar, Caroline le tiraba fotos a todo lo que se moviera y yo solo me mantenía mirando por la ventana admirando el paisaje, porque la mejor cámara podían ser mis ojos.

Llegamos a la hermosa casa de mi tía, de la cual salieron los chicos, el esposo de mi tía y sus dos hijos más grandes Tyler y Marco. Si no fueran mis primos estarían en mi lista de "conquistas pendientes". Sacamos las maletas y subimos a las que serían nuestras habitaciones en estos largos meses de vacaciones.

- Hey, Heillie creciste -dijo Ty, el mayor de todos mientras se acostaba en mi cama.

- ¿Que creías? Tenías cuatro años que no me veías ¿Te gusta mi corte?

- Me encanta, te ves más mujer -se ríe, pero sé que lo dice enserio porque, este corte redondo favorece mi cara y mis rizos se ven hermosos. Marco entró a la habitación seguido de Jude y Caro, venían muy felices.

- Esta noche como tradición de este vecindario hay una parrillada en la casa de los Hunt pero, si no quieren ir, la otra alternativa es que Charlie estará dando una fiesta en su casa.

- Preferimos la parrillada -decimos Tyler y yo al unísono.

-Así las chicas conocen a nuestros amigos y quizás se les pegue algo bueno para iniciar estas vacaciones.


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