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Empecé a recoger todo lo que me llevaría para Miami. En más o menos una semana me iré y no sé qué ropa llevaré. Nate me estaba ayudando pero, tuvo que irse ya que, a su mama le bajó la azúcar y él es que tiene el auto de la familia.

Jude entró varias veces a mi habitación buscando ropa de ella, que según ella yo le había robado. Mamá quería irse con nosotras pero, su hermana Katie le prometió cuidarnos muy bien. Al igual que mi tía Kenia, la madre de Caroline, quería venir con nosotras.

Mi celular, que estaba cargando comenzó a sonar, miré la pantalla. Video llamada entrante de Ty.

Hola, Heillie — era mi primo favorito.

— Hola

¿Qué hacías?

— Recogiendo unas cosas para el viaje, así no ando corriendo a última hora y evitó que se me queden cosas —le aclaré.

Chica lista —dijo sonriendo. Se estaba moviendo mucho y noté algo extraño.

— ¿Dónde estás? Esa no parece tu casa en Miami.

Oh no, estoy en Moscú. En la casa de un amigo de la escuela.

— Wow, no sabía que tenías amigos rusos —era algo emocionante.

En realidad, él es de Estados Unidos pero, su padre vive aquí —me aclaró.

— Ya —escuché como lo llamaban.

Bueno, ya tengo que irme. Nos vemos en una semana —y colgó.

Me encantaría tener una oportunidad como esa, de poder viajar a un sitio extravagante y exclusivo como Dubái o Rusia, aunque podría resultar peligroso.

La vida nos da sorpresas.

Ya le he dejado 15 mensajes de texto, lo he llamado más de 12 veces y hasta he llamado a su casa y nada de responderme. Faltan dos horas para irme de viaje con mi hermana y mi prima; y  Nate nada de aparecer.

Nate necesito que hablemos antes de irme, quiero escuchar tu voz. Responde mis mensajes por favor, necesito tu apoyo. Llámame cuando escuches esto, ya me tengo que ir. Te amo, nos vemos en tres meses.

Esto es emocionante, viajaré a otro país por primera vez después de esperar tantos años. Estoy súper nerviosa, al menos mi mejor amigo Mike, y mi mejor amiga Naile, me han dado su apoyo y quieren que les cuente todo.

Llegamos temprano, ya que nuestros padres querían que no se nos retrasara nada, porque es nuestro primer viaje.

Hicimos los trámites necesarios, verificamos maletas, pasajes y todo lo demás, hasta que sólo nos quedó sentarnos a esperar. Media hora más tarde ya estábamos abordando.

Mi papá había solicitado nuestros asientos juntos, para así no estar separadas en ningún momento, sería un viaje muy largo.

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