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- ¿Ya tenemos todo listo?

Revisé la lista que había hecho.

Películas en la laptop de Joseph

Música en mi celular

Mi libro favorito

Videojuegos de Joseph

- Solo nos hace falta subir al avión - dijo Joseph revisando su celular -Serán aproximadamente once horas de vuelo, hay que estar muy entretenidos.

...

Su padre envió un auto a recogernos en el aeropuerto. Joseph saludó al señor llamado Vladimir y le dijo que nos dejara primero en la casa de su padre.

Dejamos todo el equipaje en la habitación de Joseph y salimos otra vez con Vladimir a la empresa del señor Konstantine.

Konstantine es dueño de Gazprom, el mayor extractor de gas natural en el mundo y se encuentra en Moscú, la capital de Rusia. Ahora entendía porque la casa se veía tan wow, aunque solo le di un vistazo rápido antes de que tuviéramos que salir otra vez.

- Heill, vamos - Joseph me ofreció su mano -Vamos a la oficina de mi padre en el último piso.

Entramos en el ascensor, de inmediatamente los recuerdos asaltaron mi mente. La última vez que estuve en un ascensor había sido con Thomas. Joseph me miró con cara de ¿qué? Pero luego entendió cuál era mi temor. Me abrazó y no me soltó hasta que llegamos al piso donde se encontraba la oficina de su padre.

La secretaría, Merali, saludó a Josep hasta creo que lo miró de más. Nos dejó pasar a donde el señor Konstantine estaba.

Estaba parado de espaldas a la entrada, se giró hacia nosotros. Tenía un vaso en la mano, estaba bebiendo. Parecía uno de estos señores importantes que miran todo el mundo a sus pies mientras ellos disfrutan una bebida brindando por su éxito.

- Hola, los estaba esperando - se inclinó sobre su escritorio y sacó algo, un sobre negro, para ser exactos, de abajo de una carpeta luego, buscó su billetera. Ninguno de los dos dijo algo -Aquí tienen unos rublos y esta es una invitación para una fiesta que habrá más tarde con mis socios, los quiero a los dos ahí -Joseph tomó el sobre negro y luego el dinero.

- Bien.

- Cómprense ropa adecuada para la ocasión. En la invitación está todo lo que tienen que saber -Ya íbamos saliendo cuando agregó algo más - ¿Heillie?

- ¿Si? - me giré sobre mis talones.

- Bienvenida a Moscú - le sonreí y salimos de ahí.

...

Fuimos a varias tiendas hasta que encontramos una adecuada para el tema de la invitación que era "Noche de Gala".

Me enteré que Joseph habla muy bien ruso y yo solo sabía español, inglés y un poco de italiano.

Compramos un vestido rojo ceñido al cuerpo para mí con unos tacones negros que me hacían ver alta, lo que no era. Joseph escogió un esmoquin azul marino casi llegando a negro.

La fiesta sería a las ocho de la noche en el salón de eventos de Gazprom, como faltaba casi una hora para que iniciara en el evento fuimos a la casa a prepararnos. Me vestí con lo que habíamos comprado y me maquillaje un poco pero, al look le hacía falta algo. Busqué un jacket negro que había traído conmigo que combinaba perfecto con el vestido.

A Joseph solo le faltaban los zapatos y que se intentara arreglar su incontrolable cabello.

Salí de la habitación a explorar la casa. Estábamos en la tercera planta, donde estaban las habitaciones, nada fuera de lo habitual. Baje a la segunda planta, me encontré con varía oficinas y una puerta que daba a un balcón gigantesco, seguí bajando.

Llegué a la sala de estar, habían unos muebles de cuero negro y un televisor más grande que yo, crucé a la cocina que tenía una isla y detrás la estufa. Una cocina parecida a la que usan en los programas de Masterchef. Todas las habitaciones de la primera planta estaban conectadas unas con otras.

Más alejado había un despacho, ¿por qué tenía un despacho, si arriba había lo que parecían oficinas y más habitaciones? Seguí caminando y encontré al señor Konstantine sentado en la galería hablando por teléfono, obviamente no entendía nada, me di la vuelta para subir nuevamente con Joseph.

- Heillie, que bueno que ya estás lista - dijo Konstantine cuando empezaba a subir -Ven acá un momento -me giré y bajé los escalones que antes había subido. Me acerqué a donde él estaba.

- Dígame.

- ¿Cómo estás? ¿Cómo lo estás pasando? ¿Todo bien? - preguntó.

Ya estaba cambiado, parecía que se iba para la fiesta.

- Todo bien, estoy muy bien hasta ahora -sonreí para que no se notaran tanto mis nervios -Bonita casa -dije para cambiar el tema.

- Sí, la hice pensando en una familia muy grande. Antes cuando Josephine vivía aquí conmigo, estaban mis padres y mis hermanos pero luego, mis padres murieron y mis hermanos decidieron hacer su vida lejos de Moscú.

- ¿O sea que Joseph nació aquí? -dije tomando asiento en una de las mecedoras en frente de él.

- Si. Pero cuando tenía dos años su madre y yo tuvimos problemas y ella regresó a los Estados Unidos con su familia. Lo volvimos a internar y de ahí nació la hermanita de Joseph y se volvió a repetir la historia, pero seguimos aquí.

- Lo bueno es que tiene una relación sana con sus hijos...

No sabía que más decirle.

- Ya debo irme, me dicen que los invitados están llegando - dijo revisando su celular.

Se levantó y se despidió.

Subí con Joseph a su habitación, había terminado y estaba jugando en su laptop. Le dije que había hablado con su padre y que ya se había ido a la fiesta.

Buscó su celular en el bolsillo de su pantalón y llamó a Vladimir para que nos pasara a buscar. Al cabo de quince minutos escuchamos la bocina y bajamos.

...

Joseph le enseñó la invitación al guardia que estaba en la puerta. Entramos al salón de eventos que estaba repleto de personas.

Todos los hombres me miraban como algún tipo de joya preciosa que habían encontrado pero, desviaban la miraba cuando veían que iban con el hijo del anfitrión.

Nos movimos al bar, Joseph me pidió un BlackBerry vodka tonic, lo había bebido antes pero este sabia diferente.

La fiesta transcurrió de lo mal normal, bailamos varias veces. En un momento me quite el jacket y no sé dónde lo dejé. Su padre casi al final hizo un brindis en nombre su compañía, los socios y los obreros que hacían posible todo eso.

- Heillie, creo que es suficiente por hoy. Ya puedes agregar a tu lista de "Cosas hechas en mis vacaciones", una fiesta en Rusia - rio Joseph tomándome de la mano y dándome un beso en la frente.

- Estoy cansada, podría dormirme ahora mismo si me dejaras - lo abrace, hundí mi cabeza en su cuello y aspire su perfume. Amo los perfumes de hombres.

Joseph le pidió uno de los autos de la empresa a su padre, ya que Vladimir se había ido a su casa.

Llegamos a la casa demasiado rápido, diría yo o quizás fue porque me estaba cayendo del sueño. Cada vez que parpadeaba estábamos más cerca.

Me dolían los pies, odio los tacones pero hay ciertas ocasiones que ameritan ponérselos y soportar. Me quité toda la ropa y me puse uno de los t-shirts de Joseph, porque no quería sacar mi ropa de la maleta. Me acosté en mi lado de la cama esperando que Joseph se acostara conmigo, estaba tardando mucho.

Alcé la cabeza cuando me desesperé, estaba sentado en la orilla de la cama chateando y solo se había quitado la camisa.

- ¿Con quién hablas a esta hora? Tengo sueño y quiero que me abraces - le tiré una almohada.

- Con unos amigos que me vieron hoy en la fiesta y quieren que nos juntemos mañana - se levantó.

Se quitó lo que le falta y se quedó en bóxer. Terminó de enviar varios mensajes y apagó la luz.

AparienciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora