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- Vamos, quiero mostrarte algo -dijo Joseph luego de que termináramos de desayunar.

- Cuidado con lo que hacen ahí arriba -dijo la señora en tono serio.

- Mamá, por Dios. Solo voy a mostrarle mi estudio.

¿Estudio? Ok, ¿estudio de qué?

- Ah, está bien.

Subimos a la segunda planta, había cuatro puertas, pero la negra era la que más llamada mi atención. Nos dirigimos a esa. Joseph sacó otra llave de su pantalón y abrió la puerta, la habitación estaba oscura no se percibía ningún objetos a simple vista.

Joseph encendió la luz y toda la oscuridad se iluminó. Al fondo de la habitación había un ventanal cubierto por una cortina de satín negra, al lado un sillón de cuero negro y un estante negro con muchos libros de varios colores, creo que los libros eran los únicos que aportan color a la habitación.

Luego había un escritorio con una laptop y una silla y al lado de ese, un pequeño estante con material fotográfico.

- Al parecer tú color favorito es el negro -reí

- Lo es, es que combina con todo -dijo Joseph entrando a la habitación y dejando pasar.

- Y ¿qué haces aquí?

- Aquí es donde hago lo me gusta, edito las fotos que tomo.

- O sea que ¿eres fotógrafo? -dije sorprendida.

- Se puede decir que sí. Si quieres puedes sentarte -dijo señalando el sillón detrás de mí.

- Que interesante -mire toda la habitación con intriga, quiero ver sus trabajos, quiere que me fotografíe. - ¿Nunca has pensado en poner una galería con tus trabajos?

- De hecho sí, trabajo con una de las mejores galerías de Miami. Mañana, luego de tanta espera van a exhibir varias de mi fotografías -dijo un tanto emocionado. - Puedo llevar un acompañante, ¿quieres ir conmigo?

- Claro, me encantaría -Joseph sonrió y me abrazó, luego se apartó y fue a encender su computadora. - Ven, siéntate aquí para mostrarte varias fotos -me senté en la silla que están frente al escritorio, puso la contraseña de la computadora y buscó la carpeta de las fotos.

Vi todo tipo de fotos; animales, su mamá con su hermana, chicas desnudas, paisajes, el ventanal de esta habitación que daba vista a unos bellos árboles...

- Espera vuelve a esa foto -le dije porque una en particular me había llamado la atención - ¿Eres tú?

- Si -la mejor foto que había visto en mi puta vida.

Él estaba parado frente a una cámara con una toalla en la cintura que se quería caer, con la mano derecha sujetando su cabello mojado y estaba sonriendo. - Soy demasiado guapo, ¿no?

- Si -solté un suspiro y me incliné sobre el escritorio para apreciar mejor la foto.

- Heillie, estoy aquí. No tienes que mirar tanto la foto - dijo y rio.

- Quiero me fotografíes, aquí y ahora -dije decidida.

- Ok, nunca antes había traído una chica y mucho menos a fotografiarla aquí.

- Para todo hay una primera vez -sonreí y me levanté de mi asiento. - Quiero una foto en el librero y otra en el sillón, me voy a quitar el short y los tenis y como la camisa es larga me va a cubrir el trasero, ¿ok?

- Ok, prepararé la cámara -hice lo que le había dicho y me senté a esperar.

- Listo -dijo luego de que había preparado todo el equipo. - Tengo una idea para la foto con librero, te vas a poner de espaldas y vas a hacer como que quieres tomar el libro más alto que hay.

- Bien y para la otra me voy a acostar en el sillón -le indique.

Me coloqué como que había dicho en el librero, tomó varias fotos para más tarde escoger la que más me gustara. Luego, nos movimos al sillón, estas fotos eran un poco más atrevidas que las anteriores.

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